En pantalla

«Arrival» es ciencia ficción con cerebro y corazón
Fotograma "Arrival"

Revelar mucho sobre la trama comprometería el efecto del descubrimiento. Basta decir que ver a Amy Adams pensar te mantendrá en el borde del asiento.

Del director de “Sicario”, llega un brillante ejercicio de ciencia ficción en clave cerebral e inspirativa. Pero no crea que “La Llegada” es impenetrable y fría. Su impacto emocional quita el aliento, anclado en una hermosa actuación de Amy Adams.

Un buen día, 12 naves espaciales aparecen flotando a metros del suelo en 12 puntos diferentes del planeta Tierra. De tamaño monumental, con la forma de una gigantesca piedra de río, no hacen absolutamente nada más que estar ahí, verticales y quietas. La noticia provoca pánico entre el público, mientras gobiernos y ejércitos establecen cercos alrededor de los extraños vehículos.

Experimentamos la crisis a través de los ojos de Louise Banks (Adams), una solitaria profesora universitaria de lingüística, con una tragedia en su pasado reciente. El ejército de EE.UU. la recluta a través del Coronel Webber (Forest Whitaker) para tratar de comunicarse con los alienígenas, y descubrir el objetivo de los extraños visitantes. Sin que la gente o los medios lo sepan, en cada lugar del mundo los alienígenas tratan de comunicarse. Pero nadie entiende su lenguaje. Encabezando un equipo que incluye al físico Ian Donnelly (Jeremy Renner), Louise se prepara para establecer contacto. El futuro de la humanidad depende de ello.

Todos los cineastas que se adentran en la ciencia ficción viven a la sombra de Stanley Kubrick, cuya monumental “2001: Odisea del Espacio” (1968) se convirtió en la piedra angular del género – o más bien, el monolito-. Tome nota de la torpe manera en que la reciente “Pasajeros” (Morten Tyldum, 2016) luchaba por asociarse con su estilo. Villeneuve invoca el espíritu del maestro en el tercio inicial de la película, al introducir las naves y los visitantes. Sabe que menos es más. Apoyado en un diseño austero, construye una realidad extraña y reconocible al mismo tiempo. Sin embargo, su discurso es más emotivo y literal. Es ahí donde se separa de Kubrick, decantándose por un camino menos demandante para el espectador. Después de todo, la necesidad de comunicarse reside en el corazón de su narrativa.

Villeneuve recurre a los elementos y escenarios tradicionales: edificios modernistas, montajes de cobertura noticiosa, improvisadas bases militares. Pero estos lugares comunes son puestos al servicio de una historia donde la verdadera atracción está dentro de la cabeza de sus protagonistas. “La Llegada” evoca con claridad nuestros tiempos, incluyendo entre sus giros dramáticos el impacto negativo de un troll cibernético, dispersando propaganda a través el internet.

Demasiadas películas han banalizado las posibilidades del género, usándolo como vehículo para fantasías belicistas. “La Llegada” está más cerca de “The Day the Earth Stood Still” (Robert Wise, 1951) que de “Independence Day” (Roland Emmerich, 1996).

Atento a la dinámica geopolítica de nuestros días, el guión de Eric Heisserer, basado en la novela de Ted Chiang, construye un persuasivo escenario de paranoia, con las grandes potencias atrincherándose en vez de colaborar por una misma causa. En estos tiempos en que los gobernantes favorecen opiniones desinformadas en lugar de ciencia cierta, es electrizante ver cuánto suspenso se puede minar de una situación en la que personas inteligentes recurren a sus conocimientos para descifrar el sentido de algo.

En el mundo humanista de “La Llegada”, la violencia, contenida en un solo acto, es algo negativo. Y la inminencia de una “solución” militar, usualmente celebrada cuando la ejecutan “los buenos”, se convierte en un escenario de pesadilla.

Cheers to the Arrival team for being nominated for 9 @BAFTA Awards!

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Revelar mucho sobre la trama comprometería el efecto del descubrimiento. Tendrá que bastar decirle que ver a Amy Adams pensar lo mantendrá en el borde de su asiento. La actriz, más conocida en nuestras pantallas por ser la última encarnación de Louise Lane en la reciente franquicia de “Superman”, ofrece una interpretación luminosa. De su claridad emocional depende también la resolución dramática de la película, que termina conectando lo ideológico con lo personal.

“La Llegada” se abre en diferentes niveles de significado con una suavidad que quita el aliento.

Los valores de producción son de primera línea, construyendo una rica experiencia sensorial que gratifica al espectador. La música de Jóhann Jóhansson, la fotografía de Bradford Young y el diseño de sonido, crean una atmósfera fascinante. Demandan ser experimentados a través de la pantalla grande y el sistema de audio inmersivo del cine. Es una pieza de entretenimiento popular, sensible e inteligente. Es una de las mejores películas que veremos en el 2017.

“La Llegada”

(Arrival)

Dirección: Denis Villeneuve

Duración: 1 hora, 56 minutos

Clasificación: * * * * (Muy Buena)

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