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Cerveza y ceviche. ¿Acaso no se te hace agua la boca? Esta combinación es de cajón en los calores de este trópico. La frescura del pescado aderezado con limón y la “vicha” heladita es una tentación recurrente los sábados después de salir del trabajo o los domingos, aunque pensándolo bien incluso hasta el mismo viernes por la noche.

Es posible encontrar ceviche en casi cualquier bar o restaurante que visités. Toparse con uno bueno es otra cosa. Prefiero aquellos ceviches que tratan de conservar al máximo el sabor natural del pescado, no aquellos alienados con excesos de salsa inglesa y, en casos extremos, de salsa de tomate.

Aunque en todo el litoral pacífico de Latinoamérica se acostumbra comer el ceviche, lo cierto es que la joya de la corona la ostenta Perú. La preparación del ceviche peruano es insuperable, y ya hay lugares en Nicaragua que lo hacen con destreza. Pero también hay ceviches hechos a lo nica, sazonados con culantro, que tampoco se quedan atrás.

Haré una pequeña recopilación de algunos ceviches que he probado con cerveza en mano. Las cervezas nacionales bajas en lúpulo, es decir no tan amargas, tienen afinidad con los pescados blancos, los cuales usualmente sirven de base al platillo.

Sin embargo, antes de arrancar la recopilación quisiera presentarles a “Remangón”, el vendedor de ceviches más famoso de Nandaime. Es un tipo rechoncho que pegó una bicicleta a un termo para comercializar su ceviche en el pueblo, en especial los domingos en los estadios.

“Remangón” se ufana del “secreto” y sabor de su ceviche. Vende a treinta pesos la ración en unos vasitos de poroplás, esos mismos con los que reparten café en los velorios. En realidad es rico. Es de sabor criollo, ese que llamo nica: con culantro, más cebolla que pescado, chiltoma y tomate.

“Remangón”, compra el pescado proveniente de la playa El Astillero, en Tola, Rivas. Así que llega fresco a su tabla donde lo corta y prepara bajo absoluta confidencialidad, “para que nadie” le “robe la receta”.

Los nicas tenemos la dicha de encontrar pescado fresco en varios puntos del país, pero aun así tengo la sensación de que tenemos la mala costumbre de no consumirlo mucho. En fin. Como los ceviches nos atañen en esta entrada, ciertos colegas recomiendan algunos criollos en Managua:

Fuente de Vida y La Abuela, ambos ubicados en Ciudad Jardín. También está Las Chelas, frente a Bolsa de Noticias, en la Colonia Centroamérica.

En estos lugares populares de venta de ceviche, son llamativos los nombres que les dan a las diferentes recetas, asociados a esa premisa un tanto chistosa, de que los mariscos son afrodisíacos. “Levanta Muertos”, “el relámpago”, “quiebra catres”, “la ráfaga”, “siete mares” y “la viagra”, son algunos de los nombres que, quizá, haya escuchado alguna vez.

Aparte de los ceviches criollos, en Managua hay lugares donde podés encontrar otros estilos, como peruanos. Incluso, algunos de estos sitios ofrecen ambientes agradables para sentarse a beber cervezas a precios módicos.

A mi juicio, uno de ellos es la Terraza Cevichera, allá por la funeraria Monte de los Olivos. La dueña casi siempre está vigilando el negocio y cerciorándose de la calidad del producto. Este ceviche me gusta porque mantiene la calidad, el ácido justo, el chile adecuado y la frescura. Pero también ofrecen carpaccios de pescado macerados con limón, aceite de oliva y acompañados de alcaparras que no deberían perderse.

En el Rincón Peruano, en Los Robles, nos acercamos un poco más a Los Andes, y vemos cómo la presentación del ceviche va cambiando: más pescado, elote cocido, maíz frito, papas y ají. En este lugar el ceviche está bien, pero si en realidad queremos probar un ceviche todavía más fiel a Perú, es necesario pagar un poco más y acudir a la Terraza Peruana, en Planes de Altamira. Y si nos ponemos más miraflorinos, lo podemos acompañar con una Cusqueña helada.

En la Plaza de mi Viejo Santo Domingo, en el restaurante Acholado, podemos saborear una experiencia más gourmet. Es la gastronomía peruana casi rozando el arte. Ojo no solo con el sabor de los cubos de pescado, sino con la presentación.

Y para redondear la velada (sin beberse una cerveza más) probá un postre muy rico: un Suspiro Limeño. Tomá en cuenta que se lo recomienda alguien que no es amante del dulce.

Fuera de la capital hay otro restaurante peruano, el Cuzco, donde comer el ceviche con la cerveza maximiza la sensación, al estar en el Puerto de San Jorge, en Rivas.

En el restaurante Summer y en El Muelle tienen recetas bien particulares que aseguran una buena experiencia. Muy personalizadas. Lo cierto es que habrá más lugares populares y no populares donde prensar ceviche con cerveza, así que esperamos sus recomendaciones para visitarlos. Lo magnifico de esta dupla es que podemos pedir ¡otra, por favor!, sin temor a sentirnos empanzados y subir tanto de peso.