En pantalla

Este domingo 26 de octubre, la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood repartirá por octogésima novena vez sus emblemáticas estatuillas del Óscar. La raza vuelve a ser el tema dominante.

Apenas el año pasado, los 20 nominados en categorías actorales fueron uniformemente blancos, justificando las denuncias de #OscarsSoWhite. Ahora, tenemos 6 actores negros, y uno indobritánico. Tres de las nueve candidatas a Mejor Película cuentan historias conectadas con la experiencia afroamericana. Otros vestigios de diversidad se manifiestan en las categorías técnicas. El cambio se presenta después de que la Academia invitara a sus filas a 600 nuevos miembros, la mayoría, fuera del clásico perfil del macho blanco norteamericano. Está por verse si este balance es la nueva norma, o una feliz anomalía.

Es difícil hacer predicciones. De 56 películas nominadas, apenas 20 han sido presentadas en cines locales. 23, si incluimos a “Moonlight”, “Jackie” y “Silence”, estrenadas en un festival de Cinemas Galerías durante este fin de semana. Al cierre de esta edición, he logrado ver 28. Igual, hay miembros de la Academia que votan sin haber visto a todas las candidatas.

MEJOR PELÍCULA

La pregunta del millón es si “La La Land” se llevará los 14 premios a los cuales está nominada. Dudo que eso suceda. Sin embargo, ganó el premio del Sindicato de Productores. El director, Damien Chazelle, se llevó el de su gremio. Y el sindicato de actores – la rama más nutrida de la Academia – premió a Stone. Tiene suficiente masa crítica detrás de sí para llevarse el premio a Mejor Película.

MEJOR DIRECTOR

Damien Chazelle, creador de “La La Land”, es un joven prodigio. Es el favorito para llevarse la estatuilla. Si alguien puede dejarlo en el aire, es Barry Jenkins, el director de “Moonlight”, quizás la que tiene más crédito artístico en esta categoría. Lonnergan recibirá lo suyo por su guion. “Arrival” de Villeneuve es sólida, pero ha perdido momentum. Para Mel Gibson esto es un perdón simbólico. Ha tomado el espacio que merecía Martin Scorsese por “Silence”, o David McKenzie por “Hell or Highwater”.

MEJOR ACTOR PROTAGONISTA

Casey Affleck es la razón de ser de “Manchester by the Sea”. Sin embargo, perdió en la crucial competencia del Sindicato de Actores ante Denzel Washington. Quizás la buena voluntad hacia él se ha menoscabado por una demanda de acoso sexual que estalló en su contra este año. Gosling es crucial en “La La Land”, pero el arco dramático de su coestrella tiene más peso. Espere el triunfo de Affleck, por una nariz.

MEJOR ACTRIZ PROTAGONISTA

Emma Stone inició su buena racha desde que “La La Land” abrió el Festival de Cine de Venecia, llevándose la Copa Volpi. Desde entonces, ha sido imparable. No puede perder. Huppert es la mejor actriz del mundo, pero su personaje es demasiado frío, y “Elle” demasiado controversial. Tampoco hay cálidos sentimientos hacia Portman. A Meryl Streep le están dando “ride”. Tiene la nominación que merecía Amy Adams por “Arrival”. Ruth Negga es excelente en “Loving”, pero la falta de más nominaciones para la película de Jeff Nichols opera en su contra.

MEJOR ACTOR DE REPARTO

Este premio le pertenece a Mahershala Ali, a quien conocemos mejor por ser Remy Denton, paradigma de honestidad entre la corrupción generalizada de “House of Cards”. Sólo Jeff Bridges le puede hacer sombra, como el sheriff gruñón y racista de “Hell or Highwater”.

MEJOR ACTRIZ DE REPARTO

Los expertos aseguran que Viola Davis merecía estar en la categoría de Mejor Actriz Protagonista. La maniobra de ubicarla en esta terna, para apartarla del tren sin frenos de “La La Land”, será recompensada. Además, es el mejor chance de premiar simbólicamente a “Fences”, adaptación de la clásica obra de August Wilson que cobra resonancia en estos tiempos volátiles.

MEJOR PELÍCULA EN LENGUA EXTRANJERA

Sin hispanoparlantes en la terna – ¿Por qué demonios no nominaron a “Julieta”? -, y sin haber visto ninguna de las nominadas, esto es una legítima moneda al aire. La estúpida política antimusulmana del gobierno de Donald Trump le ha subido el perfil al “The Salesman”, del iraní Asghar Farhadi (quien ya tiene un Óscar en su haber por “A Separation”). La comedia alemana “Toni Erdmann” es la favorita de la crítica. Entre ellas queda el premio.