En pantalla

Bellamente actuada y dirigida, merece todos los premios que ha recibido y más

El realismo romántico de “Moonlight” se impone
Moonlight, Fotograma

El caótico desenlace de la entrega de los Óscar le hace sombra a uno de los actos más revolucionarios de la Academia en 89 años: entregar el premio a Mejor Película a “Moonlight”, en lugar de favorecer a “La La Land"

La película condensa en tres capítulos la maduración emocional de Chiron, un niño que vive en Liberty City, el ghetto negro de Miami. Cada uno lleva su nombre de momento. En “Little”, es un pequeño (Alex R. Hibbert) que se aparta de Paula (Naomi Harris), su madre drogadicta, para refugiarse en la figura paternal de Juan (Mahershala Ali), el narcotraficante del vecindario. Al mismo tiempo, es foco del acoso de sus compañeros de escuela, que detectan instintivamente la diferencia que él mismo aún no puede articular. Chiron es gay. En el segundo capítulo, su sexualidad se impone. Es un adolescente (Ashton Sanders) que tímidamente comienza a explorar su atracción por otros hombres, hasta que la violencia de su entorno se impone. En “Black”, es hombre adulto (Trevante Rhodes), tratando de reconectar con un amor del pasado.

“Luz de Luna” grafica la construcción de la identidad de un individuo. Como en la vida misma, la madre biológica y los padres postizos –incluyendo a Theresa (Janelle Monae), la novia de Juan– dominan el primer capítulo, e introducen diferentes actitudes ante la incipiente identidad sexual de Chiron. Desesperada por una dosis, Paula lo insulta con el epíteto favorito de los homófobos. Jenkins la deja muda en ese momento, porque el niño no sabe qué significa la palabra. Solo a Juan y Teresa puede preguntarles qué significa el término. La conversación se desvía para develar las profundas contradicciones que los unen. Aunque Juan sea un salvador, también contribuye a la destrucción de la madre de Chiron.

https://youtu.be/LVO0OIRuED4

Eventualmente, la adolescencia impone las demandas del cuerpo. Entre los compañeros de escuela, hay agentes de discordia y objetos de deseo. El director Jenkins no sucumbe a la necesidad de chocar, o igualar los parámetros de exposición del cine heteronormativo. El acto sexual no es un espectáculo, sino una expresión de afecto que puede sugerir visualmente. Esto no lo hace por pudor. Simplemente, no quiere concentrarse en la mecánica, reduciendo la persona a un objeto, y el sentimiento a un acto. La sexualidad es importante en la medida en que define al ser. El guión también renuncia a los usuales giros dramáticos, dejando fuera de cámara eventos que podrían funcionar como momentos de catársis.

En el tercer capítulo, la influencia de Juan se materializa en la profesión y disposición de Black. Chiron adulto se apropia de los símbolos de la masculinidad negra, celebrados en la cultura popular: músculos, carro imponente, música rap, distanciamiento emocional. En el tablero lleva el adorno en forma de corona que vimos en el Cadillac de su mentor. Pero Jenkins reta los estereotipos. Camino a reconectar con un viejo amor, la banda sonora reproduce la versión de “Cucurrucucú Paloma” de Caetano Veloso. Quizá Black. Es una manera de introducirnos en su espacio emocional. “Hello Stranger”, la vieja balada pop de Barbara Lewis, suena en una roconola, durante una escena crucial.

«IT CHANGES EVERYTHING.» Congratulations #MOONLIGHT on a history-making journey to the #Oscars.

Una publicación compartida de MOONLIGHT (@moonlightmov) el

El uso expresivo de la música es solo una de muchas cosas que marcan la influencia del director taiwanés Wong Kar-Wai. Como él, Jenkins es un romántico sensualista. “Moonlight” está alerta a los estímulos que construyen el mundo que habitan sus personajes. Tome nota de cómo construye con imágenes y sonido la experiencia de existir en un momento y lugar específico. La secuencia en que Juan le enseña a Little a nadar es lo más cercano a conocer el mar por primera vez. También puede identificarse influencia de grandes maestros europeos. La cámara que sigue a Chiron por los pasillos de la escuela con insistencia, y las tomas largas y limpias, invocan el realismo social de los hermanos Luc y Jean Pierre Dardenne. Pero en esencia, Jenkins es un artista con identidad propia. Bellamente actuada y dirigida, “Luz de Luna” merece todos los premios que ha recibido y más. Es una de las mejores películas del año. Aprovechá a verla en la pantalla grande del cine.

“Luz de Luna”
(Moonlight)
Dirección: Barry Jenkins
Duración: 1 hora, 51 minutos
Clasificación: * * * * * (Excelente)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.