En pantalla
Wind River recrea vívidamente el mundo de las reservas indígenas, donde la pobreza y la falta de oportunidades sabotean el futuro de las nuevas generaciones
Jamás en la historia de la exhibición teatral había existido una “traducción” tan brutalmente genérica como la sufrida por Wind River, promocionada en nuestros cines como “Muerte Misteriosa”. No se deje engañar por la banalidad del título. El insidioso thriller de Taylor Sheridan es una artera pieza de suspenso policíaco que se beneficia de aplicar las convenciones del género a un contexto social poco explorado en el cine comercial.
Cory Lambert (Jeremy Renner) trabaja para el departamento de Flora y Fauna en Wyoming. Es un cazador profesional, dedicado a controlar a punta de bala a los depredadores que afectan a la comunidad. Siguiendo las huellas de un león montañés, encuentra el cuerpo sin vida de una joven indígena, descalza a temperaturas menores a cero, con señales de violencia sexual. Su trabajo lo convierte en un aliado natural de la agente del FBI Jane Banner (Elizabeth Olsen), una forastera asignada para resolver el caso.
https://youtu.be/-KnQc2NTsXw
Sheridan, con amplia experiencia como actor y una nominación al Óscar como guionista – “Hell or Highwater” (David MacKenzie, 2016) – tiene una sensibilidad privilegiada a la hora de retratar comunidades al margen del estatu quo. “Wind River” recrea vívidamente el mundo de las reservas indígenas, donde la pobreza y la falta de oportunidades sabotean el futuro de las nuevas generaciones, en un sistema informado por racismo sistemático. Cory pertenece a los dos mundos: es un hombre blanco, exesposo de una mujer indígena, con hijos mestizos. De hecho, la muerte de su hija, en circunstancias que el nuevo crimen evoca, informa tácitamente su decisión de colaborar con la investigación.
No satisfecho con abordar un solo problema social, Sheridan también explora el problema del machismo. La violencia de género informa el misterio principal de la película, pero también los traumas de que definen la psicología del protagonista masculino. La feminidad de Olsen, y su relativa juventud, permiten analizar los dilemas de una mujer en una situación de poder sobre los hombres. La resistencia que encuentra por estos dos factores la convierte en hermana de lucha de la agente que Emily Blunt interpretó
en “Sicario” (Denis Villeneuve, 2015), también escrita por Sheridan. Pero los personajes nunca quedan confinados a una sola categoría. Banner también es vista como un agente de opresión. Es la autoridad blanca que llega a imponer su ley sobre el pueblo indígena. Que estas contradicciones no sean resueltas limpiamente, es testamento a la solidez de “Wind River”.