Perfiles

Ricardo Wheelock: El maestro detrás del sonido
Ricardo Wheelock en su estudio de grabación | Carlos Herrera | Niú

Ricardo Wheelock es un destacado ingeniero en sonido que produce y colabora con las principales bandas musicales y cantantes de Nicaragua

     

A Ricardo Wheelock la palabra “industrial” le parecía tan ambigua e interesante que al escoger su profesión se “equivocó”.  Se graduó en México como ingeniero industrial y trabajó durante un año en una fábrica de Managua. Fue hasta entonces, a sus 25 años, que se dio cuenta que lo suyo era la música.

Ricardo Wheelock es músico y un respetado ingeniero de sonido en Centroamérica que ha compartido con leyendas como Mick Guzauski, productor musical de Michel Jackson, y Eric Clapton, cantautor y guitarrista. Ha trabajado para bandas y solistas nicaragüenses como Hernaldo Zúñiga, Katia Cardenal, Perrozompopo, La Cuneta Son Machín, Ciclo, Nemi Pipali, Milly Majuc, por citar algunos.

En 2001, tras percatarse de su vocación fundó junto a unos amigos la primera banda de música electrónica en Nicaragua que se llamó Groovynol.

“La gente nos miraba como animales raros porque para ese entonces la electrónica no estaba de moda en Nicaragua. Estaba lejos de estarlo”, recuerda Ricardo.

En mayo de 2002, Groovynol realizó una gira de 14 conciertos por Austria y Alemania. En su paso por Europa, una casa productora les ofreció grabar un disco totalmente gratis, ellos aceptaron pero no les gustó el resultado final. A raíz de esta experiencia surgió la inquietud de aprender a grabar y trabajar el sonido de forma profesional.

Ricardo vendió todo lo que tenía, “hasta el televisor y me fui a España”.

Lo que sería un viaje de estudios por dos años a Barcelona, se extendió a diez. Sus conocimientos y experiencias como un experto en sonido comenzaron en las calles de la ciudad catalana.

Al finalizar su carrera, en 2004, fue contratado como técnico de sonido en un evento muy importante llamado “El Forum de las culturas”, que duró cinco meses con actividades diarias. Los organizadores contaban con pocos técnicos y arreglaron los documentos para que Wheloock pudiese laborar legalmente en España.

Ricardo Wheloock ha producido discos musicales, sonido para publicidad, televisión y cine | Carlos Herrera | Niú

Se desempeñó durante ocho años como ingeniero en sonido en conciertos, estudios de producción y en una televisora local de Cataluña. Además fue maestro en tres universidades europeas durante siete años y compartió una clase magistral en uno de los festivales de música electrónica más importantes del mundo llamado “Sónar” en España.

“Aburrido de Europa” y con interés de regresar con su familia en Nicaragua, volvió al país en 2012. Fue comenzar de cero, sin embargo, Ricardo piensa que “en Nicaragua no es tan difícil, porque es un país pequeño”.

Tras su regreso, Amor fritanguero de La Cuneta Son Machín, fue uno de los primero temas musicales mezclados por él. Comenzó a impartir clases “de forma muy artesanal”, de cuatro en cuatro llevaba a los alumnos a su estudio de grabación y posteriormente fundó la escuela de sonido Azhu.

Un encuentro con Mick Guzauski y Café Tacuba

“Alucinante”, es la palabra que encuentra Ricardo Wheloock para describir su experiencia participando de la producción de un tema musical de la famosa banda latina Café Tacuba, a cargo del legendario ingeniero en sonido Mick Guzauski en julio de 2016.

Todo empezó la noche del jueves 30 de junio frente a su computadora, mientras leía la revista Sound on sound, una de las más famosas de la industria sonora. Ahí miró un concurso cuyo premio era un cupo para asistir durante una semana a un seminario en México donde estaría Mick Guzaunski produciendo una canción de Café Tacuba.

Wheelock envió sus créditos profesionales y una carta en inglés. Lo hizo sin esperanzas, sin creer que al día siguiente le notificarían que había sido escogido entre todos los aplicantes de Latinoamérica y que el sábado debía tomar un avión hacia México.

“Ha sido la semana en la que realmente más he aprendido en mi vida”, afirma.

Compartir con expertos y presidir el sonido de conciertos y eventos en vivo, han sido su principal escuela. Equivocarse por un momento podría pagarse con la desaprobación del público, pero cuando ocurre, “uno agarra una chispa y no te vuelve a pasar, y si pasa no dura más de mili segundos porque ahí no más uno reacciona”, explica Wheelock.

Cuando fue contratado en los eventos del Forum de las Culturas en Barcelona, tenía poco tiempo de haber egresado de la escuela de sonido “tenía más experiencia de asistente que de ingeniero”, admite.

Ricardo Wheelock en Kunsthouse, Austria en 2008 | Cortesía

En una ocasión estaba frente a una consola de sonido en un teatro con dos mil personas esperando el monólogo de una actriz brasileña que empezaba su obra desnuda en una bañera y que al ritmo de la música y su canto se iba arropando. Ricardo debía bajar el volumen a la música para que la joven comenzara su monólogo, lo hizo, pero solamente a los parlantes de la sala de audiencia y no a los que tenía la artista en el escenario, por tanto ella seguía escuchándola hasta que gritó molesta: “por favor corten la música, como es posible comenzar si no le bajan a la música”.

Él “entró en pánico y palidez total”, no entendía lo que pasaba y comenzó a bajarle a todo, hasta que encontró la falla.

“Cometí el error de no pensar y hacer las cosas de memoria a como me enseñaban en la escuela y no usar la materia gris. Esas son las cosas que a uno le enseñan”, confiesa.

De estas experiencias se ríe junto a sus amigos y alumnos de los cursos de sonido. Su carácter profesional ha sido forjado por una trayectoria llena de aciertos, pero también de errores que lo posicionan y destacan como uno de los principales ingenieros de sonido en Centroamérica.

Ricardo Wheloock | Carlos Herrera | Niú

Actualmente es el único productor de la Región certificado con el Apple Certified Trainer de Logic Pro X y Pro Tools Expert 310M, y en Nicaragua es el Stainberg trainer oficial. Todos ellos, software de uso profesional para la edición digital del sonido.

Uno de sus últimos trabajos ha sido el disco de Ciclos llamado “Cosas Vanas – La Parte Psicológica» donde funge como productor y que se estará lanzando a mitad del 2017. Considera que es su mejor trabajo hasta el momento porque lo ha hecho de la mano de expertos en masterización de un estudio musical de Los Ángeles, Estados Unidos, gracias a que hubo presupuesto.

Ve en Nicaragua un futuro prometedor con respecto a la música. Han surgido bandas y cantantes que considera tienen la calidad de producir y proyectarse a nivel internacional. Y por esto pretende colaborar con la enseñanza de las nuevas generaciones.

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