Perfiles
Conversamos con Noel "Chipi" Portocarrero y Bikentios Chávez sobre los inicios de Ciclo, su nuevo disco “Cosas Vanas” y sus futuros proyectos
Ciclo empezó en 2007, cuando Noel “Chipi” Portocarrero y Juan Carlos Ortega se dispusieron a reconstituir «Ciclo de Luna», un proyecto musical que había finalizado años antes. Para estos amigos la música lo era todo, pero necesitaban la ayuda de un batero y un vocalista. Para la percusión buscaron a Bikentios Chávez, a quien conocían porque era sonidista en el antiguo Hard Rock Café.
«´Bik´ siempre estuvo ahí. Era bróder y muy buen músico. No dudamos en añadirlo a este concepto. Era lo que buscábamos», comenta Chipi.
Sin embargo, el grupo seguía sin voz. Fue Bikentios quien sugirió que “deberían dejar de andar buscando tanto y poner a Noel”. Todos estuvieron de acuerdo. Diez años más tarde, Ciclo sigue sonando.
Son un Power Trio (Formación musical compuesta originalmente por una guitarra eléctrica, un bajo eléctrico y una batería). En sus inicios, confiesan, no tenían la misma constancia que ahora. “Hemos madurado juntos, crecimos un montón como músicos y como personas. Antes grabábamos en un contenedor con un abanico, ahora todo es más profesional. Más dedicado a lo que hacemos”, cuenta Chipi.
¿Cómo surgió Ciclo?
Juan Carlos y Noel se conocieron en 1998, cuando ninguno pasaba la mayoría de edad. Ambos ya eran miembros de bandas de rock y frecuentaban los mismos lugares.
«Nos veíamos en La Colinita del Susto, en donde antes se hacían un montón de conciertos. Ahí mismo nos acercamos más a Bikentios, que en ese entonces estaba más inclinado a la producción de sonido. Todos estábamos ´chateles´”, recuerda el vocalista.
“A Juan Carlos lo conocí en un concierto escolar, cuando yo tocaba en Ossiris y él estaba en Perversión, una banda de todos sus hermanos. El batero era Laureano, Daniel creo que tocaba el bajo… después comencé a hacerle producción de sonido, y ahí nos volvimos buenos bróderes”, dice el baterista.
Según ellos, su química se debe a que tienen un mismo interés: La música.
Para Bikentios “la música debería ser un agente de cambio dentro de la sociedad, sin embargo, no siempre se puede hacer”. Chipi, por su parte dice que “solo sentís la necesidad de hacer música. No es una opción. Para mí, los tres dejaríamos todo por esto. Es nuestro elixir”.
Tres ciclos distintos
Dentro de la banda, cada quien cumple una función totalmente distinta más allá de los instrumentos.
Bikentios es el que “no deja pasar las cosas”. Siempre trata de fijarse en los detalles y simplificar. A Juan Carlos lo describen como el “ideólogo”. Es el que tiene una visión para el grupo y busca cómo volverla realidad. Noel es el “chicle” de la banda, porque trata de balancear las situaciones y evitar que haya un colapso masivo.
Dentro del estudio los tres se complementan. “Quizás Juan llega con una tonada y le seguimos la corriente. Muchas veces terminamos combinando lo que él escribió, con algo que yo escribí. Porque misteriosamente nuestras vidas se sincronizan. Después llega Bik y lo simplifica todo. Es medio mágico”, cuenta el vocalista.
FuckUps y ser músico en la escena nacional
Como banda han viajado a Cuba y Argentina para dar pequeñas giras de cinco a siete conciertos. “Cuando viajás a otros países se te abre la mente. En Argentina la gente va en la calle escuchando Metallica como aquí música tropical. Todo es distinto”, comenta Bikentios.
–¿Tienen ventajas sobre otros músicos en la escena nica?
“Todos piensan que nosotros tenemos las cosas regaladas. Sin embargo, esa gente no piensa que sin esfuerzos no hay resultados. Nosotros hemos luchado por (llegar) donde estamos. Cada inicio es difícil si no te preocupás y lo hemos hecho. Entre Juan Carlos, Bikentios y yo hemos dado lo mejor de cada uno”, asevera Chipi.
Estos músicos afirman que el avance de la escena musical comienza con el apoyo del público. “Aquí se muerde el leño porque no muchos consumen lo nacional. Si uno quiere dedicarse a esto tiene que entender que va a pasar precariedad. Al final lo mejor que te queda es la satisfacción de cumplir tus sueños”, expresa el batero.
Están agradecidos con las personas que los siguen dentro y fuera del país. Aunque desearían más respeto para las bandas. “Muchos van a los toques como una excusa para beber guaro, quitándole protagonismo a lo que más importa: La música. Las bandas deberían tener un espacio donde lo importante sea el arte. Esto no es solo iniciativa del Gobierno y la empresa privada, sino del público. Pagan grandes cantidades de dinero por ir a ver a Jean Carlos Canela porque es guapo, pero no por bandas nicas con un gran talento. Es difícil”, enfatiza el vocalista.
Las cosas vanas y el futuro de Ciclo
Cosas Vanas es el segundo y más reciente álbum de la banda. A diferencia de trabajos pasados –que se producían en el estudio de Bikentios–, Ricardo Wheelock fue el encargado, dándole así “un aire fresco a la nueva música”, como ellos mismos aclaran.
Cosas Vanas se refiere a “las cosas materiales y mundanas del mundo”. Líricamente desean explorar la dualidad del ser humano y cuestionar la moral. Los ritmos son distintos a las producciones anteriores. Según ellos, algunas canciones llegan a casi ser baladas. “Es un disco con el cual todo el mundo se puede identificar”, comentan.
–¿Cosas Vanas en una palabra?
Casi al unísono contestan: Tripeado.
“Estamos felices con el resultado final y esperamos que a nuestros fans les guste”, cuenta Chipi.
Cuando se les cuestiona sobre sus futuros proyectos, confiesan que “van a seguir en la línea de ser honestos con ellos mismos. Con letras más atrevidas y manteniendo la esencia”
En diez años se ven “canosos, con los niños más grandes, un camino extenso recorrido, viajando por Europa, pero siempre juntos”, dicen.
Actualmente tienen programada una gira a nivel nacional que finalizará con un “gran evento” en la capital. El Ciclo solo está comenzando y ellos están disfrutando del viaje.