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Alejandro Mejía: Treinta años de rock puro

Alejandro Mejía. Carlos Herrera. Niú

Para tomarse fotos, Alejandro Mejía siempre se “suelta las mechas”. Según él, su pelo largo –que le llega bajo el pecho y que hoy tiene algunos cabellos grises– lo hace ver más guapo. Usualmente se le mira sonriendo y con una actitud distinta a la que tiene en el escenario: ojos cerrados, enfocado en lo que está cantando, solo él y su voz.

Desde pequeño fue embestido por la música. Alejandro es “la oveja rockera de la familia”. Su primer concierto fue el 30 de mayo de 1987 con “Simetria”, una banda de heavy metal integrada por sus compañeros de clases de secundaria. Desde entonces, el “Nica en Costa Rica”, como es conocido, celebra los 30 de mayo –o días cercanos a la fecha– su aniversario musical.

https://www.youtube.com/watch?v=bg9iD1UvE3Y

Después de 30 años, la música de Alejandro ha sido inspiración para muchos músicos dentro de la escena. Estos lo denominan “pionero del metal en Nicaragua”, sin embargo, a él no le gustan los halagos. “Yo he estado en esto desde un buen rato, pero no quiero sonar soberbio ni prepotente porque hay muchos músicos mejores que yo”, comenta.

La influencia del «Nica en Costa Rica»

Noel “Chipi” Portocarrero, vocalista de Ciclo, lo conoció en la escuela. “Él a veces llegaba al colegio con una guitarra para practicar con sus primos y yo también me les unía. Para esas fechas yo comenzaba a salir más a conciertos y me convertí en un fanático total de una de sus primeras bandas, CPU”, cuenta.

Según Alejandro, provocar a otros “chateles” que escriban es una victoria para él.

Este fue el caso de Chipi, quien recuerda que para los noventa la mayoría de bandas de rock nicas solo hacían covers y que Alejandro comenzara a sacar canciones originales lo inspiró a crear sus propias melodías.

Omar Ríos, guitarrista de LecheBurra y Revuelta Sonora, dice que cuando piensa en Alejandro recuerda a “un guerrero rockero con espíritu de niño”. Omar conoció a Alejandro por CPU, pero fue otra de sus bandas, Grupo Armado, la que le marcó la vida. “Me inspiró que a pesar de todas las dificultades que puede haber en la escena si uno tiene ganas, y la determinación de él, se pueden lograr cosas grandes”, comenta.

–La gente dice que usted le abrió las puertas al rock en Nicaragua
–¿Cómo vas a creer? ¡Clase loquera! Ideay que lo sigan diciendo me lo voy a creer– ríe Alejandro

Bikentios Chávez, exbaterista de Grupo Armado, comenta que muchos se guiaron con las canciones de Alejandro para dedicarse completamente a la música, en especial al género del rock.

Bikentios lo conoció en reuniones musicales en el antiguo parque del Olof Palme en Los Robles, donde él les mostraba sus canciones originales, entre ellas, una de las más emblemáticas, Nica en Costa Rica

Detrás del escenario

A Alejandro no le gusta hablar de sí mismo. “Me da pena, me siento prepotente. Siento que es mejor que otros digan lo que soy porque si me pongo hablar van a pensar que me las tiro”, confiesa.

Elba Cecilia Castillo, esposa y representante del autor, cuenta que aunque él no lo parezca, es bastante tímido y reservado. “Alejandro es muy poco de hablar de él, no le gusta. O al menos no se siente muy cómodo haciéndolo, eso sí, le encanta exaltar a otros”, dice sonriendo.

Chipi Portocarrero lo recuerda como “una persona totalmente transparente, un gran bróder. Noble, honesto y perseverante. Yo no entiendo cómo le hace, pero ese maje no para de parir canciones. En serio, no entiendo”, afirma.

Desde hace más de 18 años, Carlos Mendoza, guitarrista, ha acompañado a Alejandro dentro y fuera de los escenarios. “Él no es de los que anda ocultando nada, siempre dice lo que piensa. Así es con la música también. No anda pensando en cómo decir las cosas, las dice y ya. Es amigable y tranquilo, pero bastante reservado. Trabajador y dulce, pero a la misma vez severo. Un amigo completo”, cuenta.

Elsa Basil, cantautora nicaragüense, relata que este músico es un ejemplo de perseverancia. Ella afirma que dentro del género que (Alejandro) hace, es de los músicos más influyentes, pero también de los más honestos y profundos.

El legado rockero

Alejandro desea que su música llegue a las nuevas generaciones. Que ellos también se cuestionen y que hablen sobre todos los problemas sociales. Así él será feliz.

Chipi cree que el legado que Mejía ha dejado es que los artistas critiquen más lo que les rodea. “La música de Alejandro es honesta, fuerte, perseverante y única. Este maje ha sufrido muchísimo (se le diagnosticó síndrome de Tourette en 1986), pero se mantiene firme, siempre componiendo, siendo alegre. Es increíble. Como él no hay otro y dudo que otra persona se le compare”, enfatiza.

https://www.youtube.com/watch?v=2xvPcN6Y5zA

“Hay gente desde diez años, hasta viejitos que lo llegan a ver. Él ha marcado varias generaciones. La gente toma las letras personales y se sienten identificados. Siempre su música va a estar presente, en la gente que lo escucha y en los músicos como yo”, enfatiza Carlos Mendoza.


El concierto en conmemoración de los 30 años de la carrera musical de Alejandro Mejía será hoy 1 de junio en la Alianza Francesa. En el evento participaran las bandas Ecos, Omnífono, Nemi Pipali, Momotombo, Milly Majuc y Cargacerrada. Todos tocarán canciones del repertorio de Alejandro Mejía en sus propios estilos.