Cultura
Desde exilio, un grupo de artistas nicaragüenses tienen el objetivo de elevar sus demandas por la liberación de Nicaragua a través del arte.
Un grupo de artistas nicaragüenses exiliados en Costa Rica anunciaron la conformación de una articulación que tiene como fin visibilizar la salida forzada del país de miles de nicaragüenses —entre ellos poetas, pintores, músicos y escritores— y “acoger a todos los talentos nacionales” que han optado por el exilio.
La Articulación de Artistas Exiliados de Nicaragua (Artex), conformado hasta el momento por 36 personas, inició por la falta de espacios para los artistas forzadas a salir del país debido a la crisis política que desde hace más de nueve meses vive Nicaragua, y que ha dejado al menos 325 muertos y más de 500 presos políticos.
“Sentimos que no se están tomando en cuenta nuestras necesidades e iniciativas como artistas”, afirmó Kerstin Miranda, poeta nicaragüense exiliada en Costa Rica.
“A la libertad con el arte”
La organización tiene como fin agrupar a la mayor cantidad de artistas nicaragüenses que por la represión del régimen de Daniel Ortega han salido del país. Algunos de ellos, como Miranda, han mantenido una postura crítica contra el Gobierno.
Otro de los objetivos de Artex es “generar oportunidades de empleabilidad para los artistas”. “Hay muchos que por profesión, no se dedican a nada más”, comentó Kerstin, que además coordina la articulación. Esta poeta es una de los 40 mil exiliados que permanecen en Costa Rica, según una misión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que visitó Costa Rica a mediados de octubre para constatar la situación de los migrantes.
“Nuestro mayor anhelo, como artistas y jóvenes, es regresar a nuestro país. En estos meses he sentido una buena energía entre los artistas exiliados. Sabemos que entre más luchemos nuestro regreso será más pronto”, explicó la coordinadora de Artex.
En un comunicado difundido por la organización, los artistas ponen de manifiesto su compromiso “con la liberación de Nicaragua”.
“Porque el arte está también para educar, para cuestionar, para proponer, para construir y deconstruir, para sacudir telúricamente las conciencias y abrir paso al renacimiento.Esa es la misión que en su momento nos adjudicamos, y hoy, en el exilio, estamos reafirmándola ya como una comunidad constituida, organizada, empoderada y enfocada”, resume el manifiesto de Artex.
«A pesar de estar fuera de Nicaragua, hemos logrado constituir un sentimiento parecido al de un hogar, porque sabemos que el arte no conoce fronteras, y que el planeta entero es nuestra casa. Hemos logrado construir un sentimiento parecido al de un hogar, porque nos encontramos nuevamente juntos, de la mano, trabajando, andando todos bajo un mismo latir: el regreso a Nicaragua», sigue el comunicado.
Desde el inicio de las protestas cívicas en abril y el hartazgo popular ante la represión del Estado, el arte se convirtió en un trinchera de denuncia, donde pintores, ilustradores y músicos se han pronunciado a través de diversos formatos.
Esta agrupación de artistas exiliados admite que el arte es un frente que incomoda al poder, y por esta razón la mayoría de sus integrantes han salido de Nicaragua. “Como artistas compartimos una realidad, y es que incluso en medio de la crisis no hemos dejado de producir. Esto ha desencadenado persecución para todos”, comentó Kerstin Miranda, quien decidió salir del país a mediados de agosto y ha tenido algunas presentaciones en la Universidad de Costa Rica (UCR).
En las próximas semanas, la agrupación espera realizar más actividades artísticas en San José, en solidaridad a las víctimas de la represión y a los presos políticos del régimen.