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Una firme máxima republicana, que casi 200 años después de esa independencia, sigue vigente para el pueblo centroamericano y toda la ciudadanía digna
El artículo Décimo Sexto del Acta de Independencia de Centroamérica del 15 de septiembre de 1821, mandataba que se acuñase una medalla para memoria perpetua de ese día.
«DÉCIMO SEXTO.- Que el Excelentísimo Ayuntamiento, acuerde la acuñación de una medalla, que perpetúe en los siglos la memoria del día «Quince de Septiembre de mil ochocientos veintiuno» en que se proclamó su feliz independencia».
Esa medalla fue acuñada en 1821, en oro, plata, cobre y cobre bañado en oro de 21 quilates y en ella se lee una firme máxima republicana, que casi 200 años después de esa independencia, sigue vigente no solo para el pueblo centroamericano, sino para todo pueblo y ciudadanía dignos: “El libre ofrece paz, pero el siervo, ¡jamás!
En la medalla (ver imagen), se observa a un ángel libertador armado de flechas, pisando las cadenas rotas entre el viejo y el nuevo mundo. Y con la cornupia en su mano izquierda aparece derramando ABUNDANCIA sobre el continente americano, pero en especial sobre la parte media de Las Américas.
El ángel libertador coloca también, con su mano derecha, una rama de laurel sobre el viejo mundo. Un mensaje o visión también muy actual, demandando que ese viejo mundo debe ayudar a asegurar la paz de la región. Es otro potente mensaje, visionario, en esa primera medalla de las futuras repúblicas de Centroamérica, que pronto estarán cumpliendo 200 años de la proclama de esos dos deseos fundamentales de sus pueblos: Abundancia y Paz.
En coincidencia, el Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de la Organización de Estados Centroamericanos-ODECA del 13 de diciembre de 1991, manifiesta en su Artículo 3: “EL SISTEMA DE LA INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA tiene por objetivo fundamental la realización de la integración de Centroamérica, para constituirla como Región de Paz, Libertad, Democracia y Desarrollo”.
Paz y Abundancia de desarrollo y democracia en esa libertad, son aspiraciones vitales y vigentes a 200 años de independencia de los pueblos centroamericanos y a 30 años de la firma de ese Protocolo fundacional de la unidad centroamericana.
Abundancia y paz que solo los pueblos libres pueden ofrecer.
Este texto fue publicado también en el blog del autor.
