Se llama Lola y tiene historia. Aunque más que historia, es un problema. José Marcel Sánchez se refiere a ella como si fuera el objeto de una conquista. “La Lola y yo tenemos algo personal. Yo quise hacerla desde el primer día, pero la maldita no se dejaba”, reconoce el empresario. Esta cerveza rojiza, que saldrá al mercado en las próximas semanas, es uno de los nuevos sabores que produce la Compañía Cervecera del Moropotente, el negocio que este microbiólogo cofundó hace tres años en Nicaragua.
Así es la Lola: una cerveza color ámbar elaborada a base de cinco maltas. Al inicio tiene un sabor amargo, seguido por una nota caramelo y un cierre tostado. Según José Marcel, lograr esa transición en el paladar no es trabajo sencillo para quien elabora una bebida de este tipo. De hecho, uno de los primeros sabores que el emprendedor comercializó fue la versión fallida de esta cerveza rebelde. El Lado Oscuro, estilo Stout pero con notas a café y chocolate, es el resultado de dicho fracaso. “La Lola es un problema serio”, recalca el joven.
Finalmente la receta cuajó, pero lo hizo sin nombre. Fue hasta que José Marcel organizó una degustación de cerveza artesanal con un grupo de químicos, y contó la compleja historia de esa bebida, que uno de ellos sugirió llamarla igual que una canción del grupo español Café Quijano. Todos coincidieron: ésta evocaría la historia de una mujer de mirada soberbia y caminar exótico, a quien le había ido muy mal en el amor. “Con esta última versión dijimos: okay, ya está bien. Aunque te cuento, todavía creo que la puedo mejorar”, advierte el microbiólogo.
La cerveza del Río Coco
En el mercado cervecero, la Lola tiene una pariente caribeña llamada Wangky Yang. Es una bebida aromática, refrescante, con notas a frutas tropicales. El nombre de esta Pale Ale surgió de un viaje que José Marcel hizo hace muchos años, cuando trabajó para el Ministerio de Salud y recorrió toda Nicaragua. En esos viajes se dio cuenta que su país no se resumía solamente al Pacífico o a los mestizos.
“El nombre fue súper pensado porque no queríamos ponerle Mayo Ya o Palo de Mayo, era muy cliché”, ríe. “Nos decidimos por Wangki porque es el nombre del Río Coco en miskito, y tiene un simbolismo enorme. Para ellos no es solamente un río, es quien les da la vida. Yang significa cerveza en miskito. Entonces Wangky Yang significa la cerveza del río, pero si alargás la pronunciación de la última palabra, significa ‘el río soy yo’”, explica José Marcel.
Tanto Wangky Yang como La Lola han sido una herramienta para que el microbiólogo y su socio, Eduardo Mendieta Gutiérrez, descubran cómo se comporta el paladar del nicaragüense. Por el momento, El Lado Oscuro y 19 Días (Blonde Ale), son las que se han posicionado con mayor éxito entre los clientes de la cerveza Moropotente. Se han creado otros sabores, como Azul (en honor a un poema de Rubén Darío) y la Maga (homenaje a Rayuela, novela de Julio Cortázar), que han tenido bastante aceptación y han dado paso a nuevos experimentos con maltas y lúpulos.
“Hemos descubierto que el paladar nica está bastante enfocado en maltas. La Lado Oscuro representa casi el cincuenta por ciento de lo que nosotros vendemos en todo el país y es una cerveza hecha a base de esta materia prima. Nuestros consumidores quieren más malta y menos lúpulos, porque no les gusta el amargor. Curiosamente, pensé que la Lado Oscuro no se vendería porque es una bebida para un clima más frío, pero a la gente le encanta probablemente por las notas a café y chocolate. El paladar del nica es un tema de estudio para nosotros”, bromea José Marcel.
Orgullo cervecero
Bautizando nuestra planta de producción!!! Moropotente!
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Tanto José Marcel como su socio desean elaborar la mejor cerveza artesanal posible. Por eso compran las mejores maltas y lúpulos en países como Alemania, Bélgica, República Checa, Inglaterra, Francia o Nueva Zelanda. Estos emprendedores investigan quiénes son los productores más tradicionales de materia prima porque los consideran artistas. Traen el producto a Nicaragua y experimentan con él.
La relación entre productores de malta y lúpulo, y estos empresarios es una llena de orgullo por lo que hacen. Recientemente, cuando salió un artículo sobre Moropotente en una revista especializada llamada Beer Advocate, los europeos taguearon a los nicas en un post de Facebook. “Dijeron: miren, nosotros les vendemos la malta a la primera cervecería artesanal de Nicaragua. Esas cosas te llenan de orgullo porque para ellos Nicaragua no existe, pero de pronto estamos en el mapa porque hacemos esta bebida”, manifiesta José Marcel.
Además de nuevos sabores, en las próximas semanas también se podrán comprar botellas de Moropotente en supermercados y algunos bares del país. Siga a estos emprendedores en su fanpage.