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Busco Patria
Carlos Herrera | Niú

"No quiero una Patria ciega que marcha al tanteo y no sabe distinguir el día de la noche", escribe en el poema Busca Patria.

Busco patria a la cual aferrarme,
a la cual acudir a protegerme
en mis angustias y zozobras,
en mis peligros.

Busco patria cuyo rostro lejano
pueda animarme al regreso, al re encuentro,
a la común unión.

Busco patria que me haga
al besar su suelo santo,
como al titán,
llenarme de fuerzas
para empezar de nuevo,todo.

Busco patria que sepa
decirme por dónde ir y qué hacer,
que sepa volver la vista atrás
para no volver sobre los pasos errados
y sepa mirar al frente,
para dar los pasos correctos,
para llegar por la senda anhelada, al Sueño.

No quiero una patria ciega
que marcha al tanteo,
trastabillante,
y no sabe distinguir el día de la noche,
la siembra, de la cosecha,
la abeja, de la miel.

No quiero una patria
enviciada de la sangre de sus hijos,
borracha de mascar y rumiar,
sus huesos.

No quiero una patria
con bandera
repartida
entre soldadesca, mercaderes,
rufianes, chulos, tahúres,
escribas y fariseos,
exprimiendo hasta la hiel,
sus costados.

No quiero una patria
tampoco,
pariendo alacranes
a borbollones,
militantes, adeptos,
seguidores, fanáticos,
camaradas, correligionarios
compatriotas.

Quiero más bien, en realidad,
una matria
inteligente, aguda, previsora,
exigente, protectora, amorosa,
cuidadosa, certera,
urgida, avatar ,
vigilante, disciplinante,
de fauces de leona,
visión de águila,
paciencia de topo,
mansa cual paloma,
astuta cual serpiente.

Quiero más bien, en realidad,
una matria
cuyo nombre, cuyo llanto,
cuyo llamado, cuya queja,
cuyo dolor, cuya hambre
sed, miedo y frío
las sienta en mi misma piel,
mente y corazón
y me arrastre para acudir, presto,
a derribar muros,
allanar caminos,
tender puentes,
romper diques,
derribar a sus tiranos, sacerdotes,
soldadesca, mercachifles,
ídolos y hechiceras,
hacer florecer, de una vez
las piedras
que la lapidan.

Hacerte nacer de nuevo
y para siempre,
matria.

Eso busco.