Transformar comunidades a través de bibliotecas fue el reto que se plantearon Flor Cajina, Ethelvina Sánchez y Stephanie Ayestas, fundadoras de “Barriotecas«, una iniciativa que comenzó este año entregando dotaciones de libros en zonas rurales.
La idea surgió dentro de Global Shapers, una iniciativa del Foro Económico Mundial para fortalecer el liderazgo de jóvenes entre 20 y 30 años.
“Teníamos un proyecto porque nos iban a dar una donación de España. La donación se cayó y decidimos cambiar nuestro método de trabajo, hacer colectas y hacer alianzas estratégica con organizaciones. Así nació Barriotecas”, explicó Flor, coordinadora del proyecto.
En julio entregaron su primera donación en las comunidades: Santa Julia (Managua), San Pedro (Carazo) y Los Altos y El Panamá (Masaya). Distribuyeron 2,800 textos escolares de matemáticas, español, ciencias naturales y ciencias sociales, para niños entre primero y sexto grado de primaria.
Por más de dos meses también hicieron colectas es distintos puntos de la capital, para que quienes quisieran donaran no solo textos escolares si no también toda clase de literatura.
“La idea es que haya libros de todo, pero obviamente los textos del colegio son bien importantes por que son lo que más necesitan los chavalos”, plantea Ethelvina Sánchez, a cargo de la comunicación de Barriotecas.
Las cuatro bibliotecas que el proyecto tiene previsto este año se implementaran en Masaya, Managua y Carazo. Estas comunidades fueron identificadas a través de una alianza con la organización “Un Techo para mi país”, que construye viviendas de emergencia en zonas empobrecidas.
Los parámetros utilizados para escoger los lugares a los que llevarían las “Barriotecas» fueron que la comunidad ya contara con espacio para el establecimiento de la biblioteca, que se organizaran voluntarios para el trabajo bibliotecario y que existiera apoyo de profesionales implicados en la educación de la comunidad. Otro requisito fue que los líderes se comprometieran al desarrollo de la autogestión, organización y control de las colecciones de libros.
Para las organizadoras, estas bibliotecas son puntos de lectura y espacios alternativos que apuntan hacia la democratización del conocimiento y la cultura.
“Las tres personas que iniciamos el proyecto no estábamos conscientes del impacto que se iba a lograr. Hay una gran necesidad y nos damos cuenta de las cosas que nosotras podemos hacer desde nuestra posición. Darnos cuenta que tenemos las herramientas y los contactos, fueron importantes para que sea posible. Tenemos satisfacción de trabajar con la gente de la comunidades”, indicó Ethelvina, comunicadora de profesión.
Flor, quien se encarga de la logística del proyecto asegura que organizar tantos libros no ha sido una tarea fácil, pero que todo el equipo de voluntarios está entregado a lo que hace.
“Siento que trabajar en esto es aportar, desde donde yo puedo a la educación de país. Soy administradora de empresas y me he dedicado a la empresa privada, pero creo que es esencial poder compartir el conocimiento y los recursos con las demás personas”, expresó Flor.
Actualmente tienen alianzas con la editorial de libros escolares Santillana y con Hispamer para la entrega de libros escolares. A largo plazo planean incluir a unas cuatro comunidades por año, crear clubes de lectura y reforzamiento, así como clases de inglés para principiantes.
¿Cómo participar?
1. Donando libros en los puntos de colecta o apoyando desde tus posibilidades a la logística de esta iniciativa.
2. Visitá la página www.barriotecas.org para ver la lista actualizada de Puntos de Colecta, que cada día crece más.
3. En Amazon Wish List podés comprar y mandar libros seleccionados.
4. Escribir al correo info@barriotecas.org o buscar a Barriotecas en Facebook e Instagram para más información.