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El camino que tenés adelante es tuyo y de nadie más
Esta carta es para que la leás cuando estés más grande y entendás un poco los contrastes de este planeta al que tu mamá te trajo sin vos pedirlo
Mi querido Joaquín en marzo del 2013 me di cuenta que venías en camino. Me acuerdo que tenía planeadas unas vacaciones en la Isla de Ometepe justo cuando la ginecóloga confirmó en el ultrasonido que veía una manchita del tamaño de una semillita de linaza en mi útero. Cancelé el viaje porque no era buena idea arriesgarme a perderte sin haberte conocido.
Pasé 12 semanas yendo religiosamente todos los días al hospital a inyectarme para que vos pudieras agarrarte bien y tu nido estuviera bien protegido. Mis nalgas quedaron como colador; y yo que odio las inyecciones me acostumbré a los pinchazos. Hasta me hice broder de las enfermeras que cuando me veían llegar me decían: “Hoy le toca en la derecha, porque ayer se la pusimos en la izquierda”.
Pero esta carta no es una reseña de tu corta vida. Esta carta es para que la leás cuando estés más grande y entendás un poco más los contrastes de este planeta al que tu mamá te trajo sin vos pedirlo.
Tu mamá hasta hoy ha sido una persona miedosa, extremadamente precavida e insegura, trata de planear hasta lo inplaneable y odia improvisar, aunque es muy buena para resolver clavos en el trabajo. Si por ella fuera agendaría hasta las gripes que te dan en el año, pero en estos tres años ha aprendido que la vida no funciona como el reloj suizo que ella quisiera y que las sorpresas y las oportunidades aparecen cuando menos se lo espera y que hay que aprender a fluir.
Probablemente cuando estés más grande vas a pensar que es una vieja loca controladora y en algún momento llegués a odiarla porque no te dejó ir a la fiesta de tu amigo Evan, pero quiero que sepás que a pesar del miedo que tiene tu mamá a que dejés este plano de vida antes que ella, no hay nada más que quiera que vivás al máximo.
Por favor no te dejés influenciar por mis miedos, son míos y de nadie más. No dejés que yo ni nadie te diga que no podés, porque podés todo. No permitás que la gente te encasille o te defina como yo he dejado que lo hagan conmigo. Ya perdí la cuenta de las veces que me han dicho “Lo que pasa es que sos muy cagona”. Y peor aún las veces que me lo he creído y lo he asumido como parte de mi personalidad.
Joaquín este planeta es jodido, el ser humano mata, hiere, miente, roba, viola. Muchas veces me he arrepentido por ser egoísta y traerte aquí sólo porque YO quería ser mamá, pero ya es muy tarde para arrepentirse y ahora mi trabajo es hacer de vos una persona de buen corazón, fiel a vos mismo, a tu palabra y también a los que te quieren, y sobre todo ser humilde. El ego puede ser tu peor enemigo, tené mucho cuidado con él porque puede llevarte a matar. Siempre tené presente que no sos mejor que nadie y que nadie es mejor que vos.
Cuando seas más grande vas a descubrir el poder del dinero y todo lo que puede comprar, y si es cierto que te ayuda a tener una vida cómoda y a preocuparte menos, pero no te da la felicidad. Si crecés para ser bueno en los negocios que bien por vos, solo te pido que no vivas para el billete, porque hay cosas más importantes.
Siempre agradécele al universo por las personas que te quieren, los abrazos están subvalorados y hacen tanta falta, abrazá y dejate abrazar.
Ahorita estás chiquito y pensás que todo gravita a tu alrededor, pero mi amor no sos el centro del universo, hay cosas más grandes pasando a tu alrededor y cuando crezcás vas a tener la posibilidad de aportar algo positivo a este planeta que cada día se pudre más, espero poder hacer de vos un buen ser humano para que cuando ese momento llegue no te quedés de brazos de cruzados viendo todo en la pantalla de tu celular y tengás la entrega para cambiar lo que necesita ser cambiado.
NO espero que seas perfecto, estás aquí para aprender y para equivocarte, si tenés dudas preguntá, no estás supuesto a saberlo todo, necesitar ayuda no te hace menos y uno hasta de las piedras necesita, ya lo vas a ver.
Para terminar, te pido de corazón que no tratés de ser como alguien más, solo como vos. A mi me han comparado muchas veces y he sentido la presión de querer ser alguien que no soy solo para agradar a otros. Hasta ahora a mis 33 años estoy descubriendo que ser yo no está nada mal y que me gusto a mi misma. Ignorá los mandatos familiares que te aten a seguir el destino que tu papá o mamá no pudieron cumplir, el camino que tenés adelante es tuyo y de nadie más.
Feliz 3er cumpleaños mi pequeño gran Joaquín.
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