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«Chocolatito» en la mira: el atleta, su lealtad al tirano, y la afición dividida
Román "Chocolatito" González tendrá una de las peleas más polémicas de su carrera. Carlos Herrera | Niú.

Román González enfrentará al mexicano Moisés Fuentes este sábado 15 de septiembre. En las redes, muchos nicas claman por su derrota.

     

Antes del 18 de abril, Román «Chocolatito» González era el boxeador más aclamado de Nicaragua. Pese a su derrota, muchos continuaban apoyando su regreso a los entarimados, incluso hasta se atrevían a dar consejos de lo que tenía que hacer para regresar con más fuerza al cuadrilátero tras sus dos últimas derrotas. Pese a estar bajo la sombra política del presidente Daniel Ortega, el empuje de los nicaragüenses en cada una de sus peleas, continuaba siendo el mismo: amor para el campeón, para el heredero de Alexis Argüello.

Este sábado, el «Chocolatito» se enfrenta a una de las pruebas más complicadas de su carrera. Después de perder estrepitosamente en su última pelea contra Srisaket Sor Rungvisai, y tras un año de inactividad en el boxeo, tiene por delante una pelea que puede definir su carrera pugilística: si le gana al mexicano Moisés Fuentes, puede aspirar a una nueva pelea por título del mundo. Pero si pierde, prácticamente podría decirle adiós a sus planes de regresar a lo más alto de este deporte.

Sin embargo, la opinión de miles de nicaragüenses cambió. A pesar de que González nunca se ha referido al tema de la crisis sociopolítica que afecta al país y que la masacre ha dejado 322 muertos según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el silencio del deportista ha calado en sus fanáticos a tal punto de desear su derrota y apoyar al contrincante mexicano.

Los fanáticos lo han criticado duramente por ese «silencio cómplice”. El rechazo en las redes sociales es palpable. Su rival incluso se ha valido de eso para “desestabilizarlo” mentalmente. En su cuenta de Facebook el mexicano prometió subir con la bandera de Nicaragua. “Dios está enojado con ‘Chocolatito’ por sus malas decisiones”, dijo su rival al periodista Germán García de La Prensa.

“Estoy contento porque mucha gente de Nicaragua me manifiesta su apoyo, nunca está de sobra una oración a mi favor, estoy trabajando muy duro para no decepcionarlos. Sé que Román González ha hecho las cosas mal, pero al menos este mexicano está con todo el pueblo de Nicaragua”, dijo Fuentes al periodista Haxel Rubén Murillo, de El Nuevo Diario.

El nicaragüense ha evitado, incluso ante medios internacionales, opinar sobre la situación política y social del país. Algunos fanáticos opinan que la indiferencia de González tiene que ver con los “favores” que el presidente Ortega ha realizado a él y su familia.

Uno de los escándalos más sonados en la vida del boxeador nicaragüense, fue el famoso “talcazo”. Su hermano Milton González fue capturado por la Policía Nacional el 22 de febrero de 2014 cuando viajaba en una motocicleta, portando un taco rectangular de 1,500 gramos de cocaína, una balanza y varios proyectiles de calibre 14, según la acusación del Ministerio Público.

La prueba química de campo realizada por oficiales confirmó que el taco era cocaína. Sin embargo, un segundo peritaje practicado por el laboratorio de Criminalística de la misma Policía Nacional determinó que la sustancia era talco para bebé mezclada con otros componentes que no corresponde a la fórmula de este estupefaciente, indicó el fiscal Douglas Vargas.

Este peritaje, hicieron notar en el juicio, ni siquiera fue presentado al juez Julio César Arias, quien decidió archivar el caso. La Fiscalía abandonó la causa y el hermano del “Chocolatito” fue absuelto.

Sin embargo, Román siempre ha permanecido bajo la sombra del partido de Daniel Ortega, incluso desde antes que este fuera presidente. Román, según sus allegados, siempre fue “agradecido” con los regalos que le ofrecían cuando empezaba a pelear en los gimnasios de la Alcaldía de Managua. Su vínculo con el difunto Alexis Argüello, mientras este fue vicealcalde y luego alcalde de Managua por el Frente Sandinista, terminó por convertirlo en la figura de los jóvenes y el nuevo sandinismo.

“Por eso siempre que el mandatario lo requiere en una tarima, el “Chocolatito” asiste. Si el gobernante quiere que González suba a sus peleas con una bata roja y negra, Román hace caso y no pone pretextos. Ahora, tengo curiosidad de saber cómo va a subir este 15 de septiembre cuando pelee”, dijo un examigo del púgil, quien pidió omitir su nombre para este artículo.

La línea del deportista frente a la crisis sociopolítica

Edgard Tijerino, periodista deportivo de larga trayectoria y experiencia a nivel nacional e internacional, insiste en que la posición de los deportistas frente a la situación sociopolítica que enfrenta el país, depende de la forma en que el deportista se ha ido estructurando como persona y los compromisos que ha ido adquiriendo.

“Este tipo de regímenes acostumbra a comprometer con favores. Comprometés a alguien y esperás que en algún momento te responda al compromiso. Por eso en casos como el de los peleadores como ‘Chocolate’ entiendo algunas posiciones”, dijo Tijerino.

El experimentado periodista señaló que todos los deportistas son diferentes. El boxeador, por ejemplo, usualmente no completa una preparación académica, y el perder de vista esto para los fanáticos, provoca que se les exija un discernimiento o una capacidad de reflexión, que escapa a su control.

“¿Quiénes se pueden rebelar contra el agradecimiento de favores? Lo digo por experiencia propia. Eso de ‘agradezco, pero no implica sometimiento’. El callar es un sometimiento. Pero no le podés pedir eso (rebelarse) a un muchacho que tuvo la preparación que por suerte uno desarrolló, me refiero al vínculo directo con los problemas sociales, el entendimiento sobretodo”, reflexionó el periodista.

Tijerino enfatizó en que hay deportistas de más nivel, que han pasado por la universidad, y que son los que más se independizan del poder y se involucran en la lucha. Expresó que si bien se puede tomar en cuenta todo esto, no hay un patrón para valorar al deportista.

Sobre González destacó que no ha visto actitudes confrontativas con la gente respecto a este tema. Y advirtió que en otros círculos, fuera del deporte, existen muchas personas que guardan silencio, por ejemplo, en los gremios empresariales, incluso a lo interno del Frente Sandinista.

“Yo entiendo a ‘Chocolate’. Estamos peleando por libertad de expresiones e inclinaciones, entonces, yo no puedo decirle a alguien que piense como yo pienso, si estamos peleando por esto. Ahora, unos si entienden la situación y se quedan callados, a pesar de ser preparados, y otros son porque no tienen el discernimiento requerido y se sienten agradecidos”, insistió el periodista.

No es solo Román

A nivel internacional, algunos deportistas se han inmiscuido en la política, incluso más que el propio González. Por ejemplo, Vitali Klitschko abandonó el boxeo en 2012 para dar rienda suelta a su carrera política. El deportista si bien fracasó en su intento por la alcaldía de Kiev, Ucrania, finalmente en 2015 logró la victoria.

En el 2016 el boxeador Manny Pacquiao fue proclamado senador de Filipinas. Los medios locales afirman que el pugilista apoya en gran manera al controvertido presidente Rodrigo Duterte.

En Nicaragua algunos jugadores de la Selección Nacional de Fútbol, también han sido señalados por guardar silencio. El caso de Juan Barrera también es emblemático, pues de pasar a ser exaltado como el héroe en aquel partido contra Haití que culminó con el pase del equipo a Copa Oro, ahora es visto como otro nuevo “traidor”.

Juan Barrera
Juan Barrera | Carlos Herrera | Niú

En sus redes, al igual que González, Barrera ha desistido de responder a los seguidores que le preguntan por su posición respecto a la crisis. Carlos Chavarría, es otro futbolista que ha guardado silencio durante este tiempo. Uno de los que todavía mantiene viva la admiración entre los nicaragüenses, es Daniel Cadena, el español nacionalizado, que en su cuenta de Twitter, ha lanzado múltiples mensajes de apoyo.


Sayra Laguna, quien fue declarada atleta amateur en el 2017, dedicó una medalla obtenida en el Campeonato Panamericano de Sambo Acapulco 2018, a las víctimas de la represión durante las protestas contra Ortega. Si bien entre la mayoría de nicaragüenses esta acción fue vista como una gran hazaña, entre los simpatizantes, fue un desprecio al apoyo “que ha recibido del Gobierno”.

Para Miguel Mendoza, también periodista deportivo, el papel que desempeñan deportistas como González o los jugadores de béisbol del torneo Germán Pomares, es de empleados públicos, que no pueden pronunciarse porque sino los despiden o los purgan de las selección.

“Porque también conozco a varios que opinan distinto al Gobierno pero no pueden hacer nada. Por ese lado los entiendo. A ‘Chocolate’ lo entiendo, siempre ha sido ‘danielista’ desde antes del volado con su hermano. Y bueno, si la lucha de nosotros es que nos respeten la manera de opinar, entonces a Román hay que respetarlo”, destacó Mendoza.

Mendoza enfatizó en la oportunidad que tienen algunos deportistas que no han hecho otra cosa en su vida, y que la posibilidad de ganar diez mil o quince mil córdobas, es una salvación para ellos, porque tienen familia, esposa, hijos. Sin embargo, destacó que si bien ellos no emiten alguna opinión, son sus cercanos los que al final terminan expresándose.

La popularidad del deportista

En los barrios, en las paradas de buses, en los centros comerciales, el respaldo que tiene González es mínimo. En las redes sociales su imagen ha decaído tanto, que ahora él forma parte de los memes. Sin embargo, las campañas de los medios oficiales, lo sitúan como el favorito para los nicaragüenses. De hecho, este sábado el Polideportivo Alexis Argüello, será un estadio virtual en el que los ciudadanos podrán disfrutar de la velada boxística, que tiene como pelea de fondo a Saúl “Canelo” Álvarez contra Gennady Golovkin.

Tijerino explica que este tipo de silencios golpean la imagen de los deportistas. Sobretodo cuando no hay tiempo para volver a ser grandioso, tal y como lo fue González antes de su derrota contra el boxeador tailandés.

“El problema va con la idolatría. Alexis apareció involucrado con la Contra, lo vieron con Somoza, después estuvo con el FSLN. Con Alexis pasaron tantas cosas, pero el pueblo no dejó de idolatrar. Chocolate no es Alexis. Argüello tuvo mucho vínculo con la gente pero este muchacho no. Sí golpea la imagen, la reputación, el cariño, sobretodo cuando no tenés tiempo de volver a esos niveles de expectación”, enfatizó Tijerino.

Para Mendoza, ser figura en el deporte es de temporadas. Si bien un deportista como ‘Chocolate’ en estos momentos puede estar a favor del Gobierno y darle la espalda al pueblo, en diez años “va a ser historia” y desfilará como muchos.

“Los únicos que se imponen son Alexis y Denis Martínez, el resto pasa. El Chocolate tiene diez años de estar de moda, pero antes de él estaban Nemesio Porras, Adonis Rivas. Es decir, el deportista es de temporadas y los nicaragüenses vamos a salir de esta situación, pero esos atletas van a ser historia. Claro, sería bonito que ellos se pronunciaran, pero respeto su manera de pensar”, señaló Mendoza.

‘Chocolatito’ pelea el sábado 15 de septiembre en el T-Mobile Arena. Los expertos como David Faitelson, periodista de ESPN Deportes, ven como claro favorito a González, sin embargo, señaló que su victoria dependerá de su preparación y enfoque.

El columnista de ESPN, Bernardo Pilatti, fue más allá y en una entrevista a El Nuevo Diario, afirmó que Fuentes es un peligro al que se le ha visto fuerte en otras peleas, asimilando golpeo y además tiene buena contextura física.

“Del ‘Chocolatito’ no sabemos cómo llega, no sabemos cómo le puede afectar el clima político que vive Nicaragua, los cambios de entrenador, todo eso en cualquier boxeador causa problemas de concentración”, expresó Pilatti.

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