La Selección Nacional de Nicaragua perdió contra Honduras 2-1, en el inicio de su participación en la Copa Centroamericana de Naciones. Los goles hondureños fueron anotados por Eddie Hernández y Erick Andino, en el primer y segundo tiempo, respectivamente. La anotación nacional fue un autogol del zaguero Henry Figueroa, tras un centro al área de Juan Barrera.
Nicaragua empezó el partido un tanto nervioso. El primer susto que tuvo el cuadro nacional llegó en el minuto 2, tras un mal despeje de Luis Fernando Copete en el área. Le siguió una confusión al 12 entre Jason Casco y el mismo Copete (ninguno de los dos se hizo con el balón en zona defensiva), pero el ahora jugador de Comerciantes Unidos, de Perú, rescató la bola para reventarla.
Cuando parecía que Nicaragua por fin estaba dejando atrás el nervio, Justo Lorente, portero de la selección nacional, no pudo despejar un balón que llegó sin menor peligro. En idioma beisbolero, podríamos decir que hizo un strike con su pie, y dejó latente la posibilidad de que un jugador hondureño recuperara el esférico, no obstante, la suerte esta vez estuvo de nuestro lado.
La mejor Nicaragua
A pesar de la presión inicial del equipo catracho, los nicaragüenses pudieron contrarrestar el juego hondureño en los primeros minutos. La “Azul y Blanco” mantuvo la posesión del balón y tuvo un par de ocasiones que inquietaron la portería rival.
Producto del buen ritmo de partido por parte de la selección nacional y de una presión que nos recordó a aquella primera parte contra Jamaica en las eliminatorias mundialistas, al minuto 20, el cuadro pinolero apretó la salida del rival, provocando una pérdida de balón que llegó a los pies de Juan Barrera. El “Iluminado”, de primera metió el centro, que fue rematado por Jaime Moreno y desviado por Henry Figueroa. El balón se fue lento, pero seguro, al fondo de la red de la portería catracha: gol para Nicaragua.
La alegría le duró poco al cuadro pinolero. Un balón filtrado de Honduras desde el medio campo para Cristian Altamirano, parecía que no iba a tener mayores consecuencias, sin embargo, la pésima cobertura de Manuel Rosas, que cayó en el borde del área, dejó el balón listo para que el jugador catracho sirviera a su compañero Eddie Hernández, quien remató solo, ante la terrible marca de Jason Casco.
A partir de entonces fue un partido con pocas llegadas claras de gol por parte de los dos equipos, y con el marcador empatado a 1-1, terminó el primer tiempo.
De la presión a regalar el balón
El segundo tiempo llegó con un alegrón de burro. El línea anuló un gol de Nicaragua porque uno de los jugadores estaba en fuera de lugar. Nicaragua siguió remando contra corriente y contra los pronósticos, pero en la delantera, Jaime Moreno no tuvo el acompañamiento esperado.
Ni Elvis Pinel, ni Daniel Cadena, aparecieron para apoyar al delantero del Cultural Leonesa. La salida de Marlon López por lesión, dejó flojo el medio campo, pese a la entrada de Jason Coronel.
Tras tener iniciativa en el primer tiempo, Nicaragua cedió el balón a Honduras. En el medio del campo no había jugadas que permitieran elaborar llegadas de peligro para el cuadro nacional.
El equipo hondureño aprovechó el desorden del medio campo nicaragüense, y tras la entrada de Michaell Chirinos, la «H» se notó más a gusto. Una jugada de cinco toques que nació en campo catracho, encontró mal ubicada a la zaga pinolera.
Chirinos tomó el balón en territorio nicaragüense y avanzó a placer sin que ningún defensa saliera a su encuentro. Disparó potente de frente a Lorente, quien despejó mal y dejó el balón para que Erick Andino anotara el gol de la victoria hondureña.
Si bien no es una excusa, precisamente en la jugada del gol, Nicaragua jugó con uno menos. Manuel Rosas salió del campo por tener la camiseta manchada de sangre y los organizadores de la copa, habían enllavado los camerinos la selección nacional, y tardaron en encontrar la llave.
En los últimos minutos Nicaragua lo intentó y tuvo un par de buenas oportunidades que no se concretaron. Al final a la Selección no le alcanzó para amarrar un empate, que hubiera significado un gran arranque en la Copa.
Pese a la derrota, el juego de Nicaragua emociona. Ya no es aquella selección desordenada, tal y como lo dijo Henry Duarte, en conferencia de prensa. Si bien los errores condenaron el resultado, se vio a un Barrera llegador, a un Moreno listo para encontrar cualquier balón. Vimos a Copete enchufado, pese a los dos primero errores.
Nicaragua tiene materia para jugar mejor y clasificar a la Copa Oro, pero esto sucederá, sí y sólo sí, los demás seleccionados se creen que pueden ser capaces de jugar mejor.