Estilo
Los reclutadores se fijan en tres aspectos durante una entrevista de trabajo: honestidad, congruencia y que el joven sea él mismo.
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En su primera entrevista de trabajo, a Matías Garzón se le fue la mano con la ropa. Se vistió con una camisa manga larga, perfecta para la noche pero no para las tardes de Managua, y una corbata. Llegó al lugar donde lo citaron y “era más sudor que persona”. Como si no fuera suficiente, esperó por media hora en una recepción sin aire acondicionado.
“Al final me concentré toda la entrevista en eso (en el calor) y no en lo que tenía que hablar”, comenta Garzón.
¿Es importante la ropa?
Ana Sobalvarro, administradora de empresas y quien se ha desempeñado como responsable de Recursos Humanos desde hace 35 años en Nicaragua, explica que la presentación se toma mucho en cuenta a la hora de las entrevistas laborales.
Ella recomienda que el conjunto para una entrevista de trabajo sea sencillo. Una camisa manga larga –de tela fresca— de colores pasteles que nunca están de más y un pantalón –que no sea negro– es suficiente.
“Y por amor a Dios, siempre usar calcetines, aunque anden de mocasines, porque dan la impresión de ser muy… relajados”, comenta Ana Sobalvarro.
Lo importante es que el atuendo no sea el centro de atención. Por eso, el uso excesivo de maquillaje o aretes grandes no son buena opción a la hora de ir a una entrevista.
Honestidad e integridad, lo que más valoran las empresas
La ropa no fue el único error de Matías. Un día le tocó ir a otra entrevista para ser gerente en una tienda de ropa. No estaba preparado y tampoco era el área a la que se dedicaba.
Matías es diseñador gráfico y de gerencia no tenía la menor idea. Mandó su currículum porque el puesto “sonaba interesante” y se dijo a él mismo que lo mejor era “rifarse” y aprender en el camino.
Lo citaron para entrevistarlo y le preguntaron si tenía experiencia en administrar personal, él dijo que manejaba a un equipo de diseñadores. No era cierto. Los entrevistadores lo notaron enseguida.
“Por supuesto que con costo me dijeron dónde era la salida, casi que la tuve que buscar yo solo”, comenta.
El primer error que Ana Sobalvarro ha identificado como directora de Recursos Humanos son las incongruencias que cometen algunos jóvenes por quedar bien y ser el candidato apropiado.
Algo que nunca se debe hacer en una entrevista de trabajo es mentir. Según la experta, más que tu presentación, la honestidad y la integridad tiene mayor valor para los empleadores. Una mentira puede costarte el puesto.
“Eventualmente, si es un buen entrevistador lo va a detectar y si te contratan creyendo esas pequeñas mentiras, en el ámbito laboral van a salir”, asevera Ana Sobalvarro.
Lo que no debe faltar en tu currículum vitae
Ana Sobalvarro recomienda agregar lo que te apasiona en tu hoja de vida en un apartado diferente de tus hobbies. Esta recomendación no solo es para los jóvenes que no han acumulado experiencia laboral, sino también para los que la tienen.
No solo lo académico importa a la hora de elaborar un currículum, también lo que te encanta hacer merece tener su propio espacio. “Un buen reclutador sabe lo que anda buscando y sabe en qué parte del currículum lo halla”, afirma Ana Sobalvarro.
Últimamente, las empresas buscan competencias conductuales, que a criterio de la experta no tienen precio. Las habilidades técnicas son importantes, pero se pueden aprender en el camino, mientras que las otras competencias como el trabajo en equipo, creatividad e innovación son fundamentales para la nueva cultura empresarial.
También los idiomas nunca deben faltar en un CV, el último grado educativo, especialidades y referencias laborales –no personales—.
¿Me buscarán en las redes sociales?
Se habla mucho que las redes sociales son el nuevo currículum y que los reclutadores buscan los perfiles de sus candidatos. Ana Sobalvarro no sabe qué tan cierto es esto y admite que no es partidaria de realizar esta práctica.
“Yo creo que las personas tienen derecho a tener su vida personal y a mí lo que me interesa es cómo se comportan en el mundo laboral. Yo creo que las personas son una sola, no somos una cosa por fuera y otras por dentro”, opina la experta.
Todo comunica
Desde la forma en cómo se sienta el entrevistado, hasta si sus manos sudan, podrá percibirlo un buen entrevistador. Ana Sobalvarro asegura que los nervios son algo normal cuando de entrevistas de trabajo se trata. Lo importante es que el entrevistado maneje ese estrés y que esto pueda notarlo el reclutador.
“La manera de sentarse y sobre todo la conversación, cómo la maneja, la fluidez y el lenguaje, ese tipo de cosas son fundamentales”, comenta Sobalvarro.
Hay también entrevistadores atípicos, que pueden pedirle al entrevistado que describa su cuarto. Esto es para “botar muros” y que el reclutador pueda ver al candidato tal y como es.
Ana Sobalvarro puede resumir los tres aspectos en los que un entrevistador se fijará: honestidad, congruencia y que el joven sea él mismo.