Cultura

La despedida al actor y comediante Valentín Castillo López (popularmente conocido como Amado Felipe) fue una vela muy particular. Tras varios meses de luchar contra el cáncer, Valentín ya había planeado cómo sería su adiós.

Con un legado de 37 años en el mundo teatral nicaragüense, Valentín falleció este martes 20 de septiembre, a las 9:52 a.m. Su cuerpo fue velado en la Universidad Centroamericana, UCA, donde se colocaron parlantes en los que una y otra vez sonaba la canción del colombiano Jorge Celedón, la misma que Valentín usaba en su programa El Mañanero transmitido por Canal 23.

“Ay – ay– ay – qué bonita es esta vida y aunque no sea para siempre, si la vivo con mi gente, es bonita hasta la muerte con canciones y tequila…”, se repetía.

“Hay que recordar a Valentín como lo que fue: el mejor actor de Nicaragua, de radio, televisión, de cine. Alguien que nos dio tanto en sus 54 años de vida. A mi hermano donde esté, que Dios lo tenga en su regazo”, decía la hermana de Valentín, Azucena Castillo, en una grabación en la que invitaba “a todos los artistas que quieran expresar algo”. El micrófono estaba abierto.

“Él estaba sufriendo mucho”, confesó Azucena, quien aseguró que “el cáncer es una enfermedad bastante dura para las personas que lo padecen y también para la familia y amigos”.

El comediante Luis Enrique Calderón, anduvo con él haciendo teatro para el tiempo de la Revolución y la guerra. En las montañas animaban a la gente improvisando. “No había un libreto, no había nada. Teníamos una facilidad para improvisar. Agarrábamos un tema, y improvisábamos”, recordó el artista. “Ahora nos toca estar aquí pues, acompañándolo en este escenario”, agregó.

Según él, Valentín se fue pero quedó su huella. “Siempre que se va una persona con las características y valores de Valentín, aunque sean políticos, aunque sean artistas, deportistas, dejan un legado en la historia del país. Los artistas no tenemos un seguro, morimos prácticamente en el olvido, pero lo bueno es la gente que tiene a las personas así como Valentín para recordarlo”, afirmó.

Desde la página oficial de INN se colgó este mensaje: «Falleció Valentin Castillo (Amado Felipe) un gran comediante, un maestro, te admiré desde siempre y justamente anoche te tuve en mis oraciones ? . Dios te reciba en su reino, el mundo ha perdido a un creador de sonrisas».

«Papa, tío, hermano, padrino, compañero barcelonista hasta la médula, existen tantas palabras para describirte , te amo tío y te amaremos por siempre, gracias por el cariño, las bromas, las canciones, hasta por los regaños, hasta siempre», compartió Tania Rodríguez Castillo, en su perfil de Facebook. 

Su legado

“Valentín además de ser mi hermano era mi amigo. Alguien que me retó siempre”, contó Azucena. Ella era como “su conejillo de indias”: desde niña le enseño a nadar, andar en bicicleta, subirse en los árboles, y la involucró en el área de comunicación. Hicieron varios proyectos juntos en radio. Fue un desafío permanente.

“Él me dio mis primeros libros”, recordó sonriendo. Libros, dice, “para hasta tener dudas de uno mismo”. Por su hermano, Azucena conoció a varios escritores como Milan Kundera, Dostoyevsky y Mario Vargas Llosa. Valentín le recomendó libros como La Guerra del fin del Mundo, que la inspiró a ser la periodista que es.

https://youtu.be/Rx0e267GsjQ

Como artista Valentín ayudó a crear la técnica del teatro colectivo. “Se desarrollaron talleres a nivel nacional como un convento de grupos de teatro. Grupos de teatro que llegaron a iniciar y consolidarse”, explicó Azucena. De él viene, sobre todo, el método de usar el teatro como educación. “Amado Felipe” desarrollo la técnica del teatro del taller que ha pasado en la cultura popular, afirmó su hermana.

Hizo cine, produjo y actuó en programas populares de gran audiencia como “La Familia Pellas Díaz”. Colaboró con distintas radios, como La Nueva Radio Ya y la Radio Universidad dirigida por su hermana.

“Su experiencia es única, no solo logró ser uno de los mejores actores del país sino que también fue uno de los mejores teatristas, o directores de teatro del país, mientras trabajaba en cine también, además de participar en la composición musical. No solo era teatrista sino que también era músico y compositor y bailarín. En su escenario, disfrutaba la gente, disfrutaba del humor; usar la risa para reflexionar. Él era un artista de primer nivel. Allí hizo tantas cosas increíbles, dio aportes de todo tipo”, aseguró Azucena.

La despedida

Este martes, fotógrafos y medios de comunicación se apostaron afuera de la capilla Guadalupe en la UCA, esperando a Valentín. A las 5 p.m. se llevó a cabo una misa de cuerpo presente en ese sitio como recordatorio a las contribuciones del artista al entretenimiento teatral del país.

Este miércoles el entierro saldrá de la UCA a la 1:30 p.m. y culminará a las 3 p.m. en el cementerio Jardines del Recuerdo.