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Drag queen, pintor y luchador de artes marciales: La historia del mexicano Diego Garijo

Diego Garijo

Foto: Tomada de Instagram | Niú

Su cuenta de Instagram, a simple vista parece una contradicción: Por un lado pinturas de rostros no bien definidos. Por otros, fotografías de él empapado en sangre. Videos de sus entrenamientos. Y fotografías de él en vestidos, maquillado y con amplias pestañas postizas. Él es Diego Garijo: Peleador retirado de artes marciales mixtas, ahora boxeador a puño limpio; pintor, poeta y drag queen de “medio tiempo”.

Este mexicano llegó a Estados Unidos de niño, tras una infancia complicada en su natal Guanajuato. Tras varias condenas en su adolescencia y adultez, decidió canalizar sus problemas a través de las peleas profesionales. “En los días malos, voy a entrenarme y entreno a mis compañeros. No porque quiera golpear a otros, sino porque quiero que me den un par de puñetazos a mí. Entonces, me siento mejor. Cuando lucho, todos los problemas desaparecen; lo único que importa es ganar la pelea”, explicó Garijo a Vice.

Todas sus facetas se combinan a la perfección. Y recibe apoyo tanto de la comunidad drag, como de sus compañeros de pelea. En Niú, te contamos un poco más de su historia.

Sus carrera como peleador

En el mundo de las luchas, Garijo es conocido como Diego «Dos Pistolas» Garijo. Empezó a pelear Artes Marciales Mixtas (AMM) en 2006. Durante su trayectoria, acumuló 7 victorias y una derrota, peleando en la categoría «Peso Gallo», según el sitio SheerDog, autoridad global de AMM.

Pero en 2012, en una pelea se desprendió su retina. «El médico pudo salvar mi ojo, pero ya no funciona muy bien. Me advirtió que me podría pasar lo mismo en el otro. Pero yo no estaba listo para renunciar a la lucha. Así que me metí en el boxeo a puño limpio. Quería probar sin los guantes. Quería sentirlo de verdad. Me encanta luchar. Probablemente me arriesgaría a quedarme ciego para seguir luchando», dijo Garijo a Vice.

Su faceta de artista

Foto: Tomada de Instagram | Niú

Sobre sus pinturas y poesía, poco ha hablado en los medios. Sin embargo, no es extraño ver en su Instagram las fotos de los cuadros que vende y los extractos de sus poemas.

Algunas veces combina la poesía que escribe con sus pinturas para hacer una reflexión al respecto.

Su «otra vida» como drag queen

Foto: Tomada de Instagram | Niú

Varios de los familiares de Garijo en su infancia pertenecen a la comunidad LGBTQ, además, su mamá lo crió sola; «así que no estuve expuesto a muchos estereotipos masculinos tradicionales», confesó a Vice. Esto es lo que quizás lo alentó a explorar otra faceta de su personalidad y salirse de su «zona de confort».

«Hace unos años, hice un curso de inteligencia emocional. Nos dijeron que teníamos que salir de nuestra zona de confort. Me gusta hablar en frente de mucha gente y ser el centro de atención, pero cuando la palabra drag me cruzó la mente, dije: “¡Caray, eso es!”. Me metí de lleno. Tuve clases de baile, me agujereé las orejas y me depilé con cera. Aprendí a caminar con tacones y alguien me ayudó con los vestidos», contó el mexicano.

Además, cuenta que en ese momento recordó una foto de el a los seis años, usando la ropa interior de su mamá. «Quizás puedo decir que soy muy femenino. La gente se pregunta si soy gay, pero no entiende que la feminidad y la sexualidad son cosas completamente diferentes», añadió Garijo.