En pantalla
Los dramas criminales suelen ser absorbidos por problemas de hombres, pero “No Sudden Move” permanece atenta a las mujeres.
Dios sabe que no necesitamos más servicios de streaming, pero “No Sudden Move”, la nueva película de Steven Soderbergh, es un buen argumento a favor de HBOMax. El prolífico director sigue minando las riquezas del género criminal, y nos ofrece una de las mejores películas del año.
Curt Goynes (Don Cheadle) es un mafioso de poca monta en el Detroit de 1954. Acaba de salir de la cárcel y está desesperado por dinero. Así llega a Doug Jones (Brendan Fraser), un misterioso intermediario trabajando para “un grupo basado en Chicago”, que también recluta a Ronald Russo (Benicio del Toro). Jones dice que el trabajo es fácil: “cuidar” a una familia en su casa, mientras el padre va a la oficina a “recoger algo”. Pero claro, todos sabemos que estas cosas nunca son fáciles.
El camino de Goynes hacia su fatídica reunión se interrumpe con fotos de la época, plantando al personaje ficticio en una realidad concreta. El director usa cámaras digitales con lentes de ángulo ancho, infundiendo una distorsión en la imagen que sugiere de cómo este mundo está manipulado por fuerzas superiores. El tiempo y el lugar no son una casualidad. Detroit en la década de los cincuenta era la cuna de la industria del automóvil, motor de la bonanza capitalista de la posguerra. Goynes solo quiere cinco mil dólares para comprar un lote de tierra. Su sueño, tan rural y modesto, contrasta con los intereses que se mueven detrás de la trama.
Desde la trilogía de “Ocean’s 11” hasta “Logan Lucky” (2017), Soderbergh ha jugado con la matriz del “heist movie”, enriqueciéndola con su poderoso sentido de observación aplicado a la naturaleza humana y el tejido social. Sus películas se sienten ligeras, pero son sustanciales destilaciones de sus preocupaciones con la vida moderna. Los eventos delineados en la trama del guion de Ed Solomon nos absorben, y casi no nos damos cuenta de la riqueza del filme que se desarrolla ante nuestros ojos.
Goynes es nuestro guía para una vívida recreación del pasado, que dialoga elocuentemente con el presente. Cheadle es el centro moral de la película, y fuerza al espectador a experimentar las ignominias del racismo. Tenemos microagresiones personales, como cuando Russo se niega a sentarse en un carro delante de él. También abstracciones institucionales: las leyes de ordenamiento urbano, que efectivamente segregaban a las poblaciones negras, figuran en la trama. Entonces, como ahora, los dados están cargados.
El ideal blanco es una trampa de otra especie. El objetivo del “trabajo” es el hogar de Matt Wertz (David Harbour), un ejecutivo de la industria automovilística. Los facinerosos invaden un enclave de la familia nuclear: la madre, Mary (Amy Seimetz) cuida de su esposo y dos hijos. Pero al igual que con los planes de la mafia, nada es lo que parece ser. Papá tiene una amante, mamá lo detesta y bien puede ser que tenga un amorío lésbico con su mejor amiga. El adolescente Matthew (Noah Juppe) también resiente el modelo de masculinidad que papá representa.
Los dramas criminales suelen ser absorbidos por problemas de hombres, pero “No Sudden Move” permanece atenta a las mujeres. Seimetz trasciende el estereotipo de la esposa abnegada. La película no tiene ninguna ilusión por erigir la domesticidad como un refugio, es simplemente otro plano de existencia donde la falibilidad humana abona la infelicidad. Julia Fox, en su primer papel sustancial después del brillante debut de “Uncut Gems” (The Safdie Brothers, 2019), hace lo propio con la ‘femme fatale’, como la amante de Russo.
Los personajes pueden ser simples peones, pero Soderbergh invoca lacerante humanidad en todos y cada uno de sus actores. Cheadle domina la película, pero no opaca a sus compañeros de reparto. Hasta el papel más pequeño es indeleble, desde John Hamm, como el último policía honesto del mundo, hasta la estridente amante del ejecutivo. Cada uno podría ser el centro de su propio filme.
Puede sentir un atisbo de empatía incluso por los antagonistas más rancios. El verdadero villano de la historia es el capitalismo, todos los cuerpos sin vida que quedan a su paso son daño colateral. El título de la película recomienda “no hacer movimientos repentinos”, pero en realidad, estos no existen. Todo está predeterminado. Si Goynes llega con vida a la modesta parcela de sus sueños, será por pura casualidad.
“No Sudden Move”
Dirección: Steven Soderbergh
Duración: 1 hora, 55 minutos
Clasificación: * * * * (Muy Buena)
*Disponible en HBOMax