Innovación

¿Has visto un quiosco que está al lado de las escaleras en la plaza central de Metrocentro? Seguramente sí, quizá incluso lo has confundido con una cabina fotográfica, pero es en realidad una plataforma que ofrece chequeos médicos gratis. El creador de este proyecto es el nicaragüense Marcos Lacayo, un joven que en septiembre ganó en Guatemala el premio a Mejor Emprendedor de Centroamérica, en el festival Innovate Entrepreneurship Summit 2016.

Este es un evento “para jóvenes emprendedores que están generando cambios positivos en la región centroamericana”, reza la descripción oficial. A Marcos lo escogieron por su plataforma llamada “Estación Vital”, un quiosco en el que las personas pueden medir su presión sanguínea, temperatura, control de peso y visión, totalmente gratis.

Este nica estudió Ingeniería en la Mary’s University, en San Antonio, Texas. Allí fue donde comenzó a tener ideas para productos innovadores, sabía que quería ayudar a la gente en cuestiones de salud, por lo que hizo una maestría en Administración de Salud.

Durante su estancia en Estados Unidos conoció las máquinas que usaban en los centros farmacéuticos norteamericanos y se inspiró en ellas para diseñar la “Estación Vital”. Regresó a Nicaragua para poner en práctica la idea.

Él está convencido que el país necesita gente que tenga ganas de hacer cosas nuevas y ayudar.

Retos del emprendedor

Para poner a andar su idea Marcos tuvo que enfrentarse a muchos retos. Arriesgarse con un nuevo producto es un trabajo agotador, al que hay que invertir meses, asegura. Lo primero con lo que batalló fue con conseguir trabajadores, luego con poner en regla los permisos del gobierno y lidiar con el sistema bancario en Nicaragua.

Las gestiones le tomaron alrededor de cuatro meses, después montó un proyecto piloto para probar el éxito que podía tener su producto. Así, a partir del mes de febrero de este año el quisco ha estado abierto al público. Toda la mano de obra utilizada para construir la “Estación Vital” es nicaragüense.

Hoy su plataforma tiene 22 mil usuarios, de los que Marcos ha descubierto que el 75 porciento sufren de sobrepeso u obesidad y más del 70 porciento tiene problemas de vista. En su quiosco han brindado más de 76 mil atenciones

Carlos Sánchez, de 24 años, es el encargado de hacer los exámenes en la “Estación Vital”. Él explica que a diario atienden a alrededor de 80 personas y que por las tardes es cuando la estación está más llena.

La idea es que las personas lleguen periódicamente para darle seguimiento a sus problemas de salud, incluso dice Marcos, esperan, más adelante, expandir los análisis y hacer evaluaciones mentales.

¿Qué dicen los usuarios?

Scarleth Martínez trabaja en una tienda en Metrocentro y llega cada semana a hacerse el chequeo médico a la “Estación Vital”. Ella considera que esta plataforma es necesaria en un centro comercial, porque les permite a los trabajadores tener un lugar donde acudir en caso de que se enfermen.

Mayra Fitora, de 51 años, nunca había entrado. Luego de un par de minutos de pie al lado del quiosco decidió pasar, le tomaron la presión, le hicieron un examen de vista y luego anotaron su correo para enviarle los resultados de la prueba.

Al salir recomendó que la iniciativa se expanda por otros centros comerciales, para que las personas en un pequeño momento del día puedan asistir a hacerse el chequeo.

Aunque ya han pasado ocho meses desde que empezó a funcionar, aún no todos conocen los servicios que brinda “Estación Vital”. Emilio Navarro, de 44 años, pasaba al lado del quisco de la estación y reconoció que nunca antes había visto lo que ofrece esta nueva plataforma.

Hay otros que la confunden con una cabina de fotos. Sheylin Urbina, de 18 años, por ejemplo, dijo que no había entrado porque pensaba que era para tomarse fotos y que nunca se había fijado en los letreros al lado el quiosco.

Las ganancias de la “Estación Vital” se basan en la publicidad. Empresas farmacéuticas, ópticas y hospitales puede promocionar sus productos a través de ella. Al enviar a los usuarios los resultados de sus chequeos, les mandan también una serie de sugerencias de lugares a los que pueden acudir para ser atendidos.

A los “pacientes” se les crea un perfil que almacenan en una base de datos, pero que no es compartido con nadie. “Vendemos la publicidad pero no los datos, los datos se quedan en la plataforma”, explica Marcos, esta es totalmente segura porque solo el encargado de información tiene acceso a ella, dice.

Marcos considera que en Nicaragua el emprendedurismo está comenzando a desarrollarse, pero que hay mucho futuro. Donde hay un problema, también existen muchas posibilidades de solucionarlo, asegura el emprendedor.

Él por ahora planea expandir las estaciones vitales por Nicaragua, piensa abrir otros quioscos en Managua y llegar a otros departamentos como Estelí, Chinandega, León, Granada y Rivas.