Medellín, Colombia-. Durante parte de su vida, Nicaragua fue una de las obsesiones de Gabriel García Márquez. El Nobel de Aracataca no solo se vio contando el Asalto al Palacio por parte de los guerrilleros sandinistas, sino involucrado con la Revolución Sandinista en los ochenta. 39 años después del triunfo revolucionario, ¿qué pasa en aquel país volcánico situado en la cintura de Latinoamérica? El escritor Sergio Ramírez tiene una respuesta tajante: «La revolución terminó en 1990 y no tiene segunda parte. Lo único que tiene buenas segundas partes es Don Quijote». En cambio, lo que hay en la actualidad es una rebelión cívica que ha sido atacada de forma brutal por la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Ramírez, premio Cervantes, la escritora Gioconda Belli, y la periodista y escritora ecuatoriana Sabrina Duque asistieron al Festival Gabo que se realiza en Medellín Colombia, para hablar sobre Nicaragua y la actual crisis sociopolítica que deja más de 325 muertos. «Nicaragua, el grito de los volcanes», se tituló la charla realizada en el espacio del festival dedicada a las «obsesiones de Gabo».
Los escritores nicaragüenses desmontaron la idea que la gesta revolucionaria de los ochenta reedita una segunda parte desde 2006, cuando la pareja Ortega-Murillo regresó el poder para imponer autoritarismo, mesianismo, nepotismo, corrupción y, más recientemente, balas y muertes.
Asistentes al foro @FestivalGabo sacan banderas de Nicaragua cuando inicia la conversación sobre #SOSNicaragua en Medellín. Es el primer panel en el que sucede. Sabrina Duque afirma que el 18 de abril Nicaragua entró en erupción. “Fue intenso, sorpresivo, brutal” pic.twitter.com/Kl40594fqC
— Wilfredo Miranda (@PiruloAr) 3 de octubre de 2018
La crisis sociopolítica de Nicaragua ha llegado a Colombia a retazos a través de las noticias, y cuando sus representantes ante la Organización de Estados Americanos (OEA) ocupan buena parte de sus intervenciones para condenar el régimen de Ortega. Sin embargo, la crisis venezolana tiene mayor cercanía para los colombianos. El éxodo causado por el régimen de Nicolás Maduro ha inundado las ciudades de Colombia de venezolanos que llegan a trabajar «en lo que sea». En Medellín, no hay taxista que no hable de los «chamos» que huyen. No los repudian como en Brasil, pero muestran cierta inquietud. «Ese socialismo de Venezuela solo trae miseria», nos dice un taxista, mientras nos dirigíamos al Jardín Botánico de Medellín, donde se realizó el coloquio sobre Nicaragua. El taxista en cambio conoce poco o nada de lo que pasa en Nicaragua.
Es por eso que el panel «Nicaragua, el grito de los volcanes» resultó novedoso para cientos de colombianos que asistieron a él, en su gran mayoría estudiantes de periodismo. “ Lo que ha sucedido en Nicaragua es una acumulación de agravios. ¿El gobierno de Ortega es continuación de la Revolución? No. Nada tiene que ver (la Revolución) con la actual estructura de poder establecida en Nicaragua”, insistió Ramírez.
El panel fue dedicado a la memoria del Héroe Nacional y Mártir de las Libertades Públicas, Pedro Joaquín Chamorro. También se rindió homenaje a la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, quien se encuentra en estado delicado de salud, y cuya trayectoria marcó la historia nicaragüense que había obsesionado a García Márquez.
«La lucha de los nietos del sandinismo»
Sabrina Duque, periodista y escritora ecuatoriana, vive en Nicaragua desde hace más de un año. Ella ganó la beca Michael Jacobs de Crónica Viajera 2018 con su proyecto «Nicaragua: pueblos, lava y cenizas».
«Me propuse contar la relación amorosa y arriesgada de los nicaragüenses con sus volcanes. Pero el 18 de abril el país al que me había mudado un año antes comenzaba a hacer erupción. En esos días estaba en la mitad de la reportería sobre el libro. De pronto, comenzó la revolución de los nietos del sandinismo, de pronto empezamos a contar muertos por puñados cada día», dijo Duque. «En los siguientes meses en Nicaragua la tierra temblaría un par de veces, las ciudades se iban a atrincherar en contra de la represión oficial y los volcanes San Cristóbal y Telica erupcionarían. Y volverían las canciones de la revolución sandinista y sus consignas y sus imágenes».
Nicaragua cambió
La escritora Gioconda Belli aseguró que tras el 18 de abril Nicaragua “cambió para siempre”. La poeta señaló que la explosión social no fue causada por un partido político. Fueron muchachos que le arrebataron las calles a la dictadura de Daniel Ortega. Muchachos que desafiaron al poder y se organizaron con la experiencia del pasado.
«Los muchachos lo llevan en la sangre (rebeldía). Crecieron oyendo a sus padres contar el cuento de la Revolución», dijo Belli. «La juventud tiene una tendencia muy grande a la horizontalidad, y mucha desconfianza en los partidos políticos. Nicaragua quiere una forma de ejercer el poder más democrática», agregó.
Los escritores, Ramírez y Belli, coincidieron en que por esa razón no hay líderes consolidados en esta rebelión cívica. Descartaron que aquellos que hicieron la Revolución Sandinista como ellos, Dora María Téllez, Hugo Torres, por ejemplo, quieran asumir un liderazgo en la actual coyuntura.
Gioconda Belli y Sergio Ramírez en el panel del @FestivalGabo. pic.twitter.com/H7r6TTr9IL
— Eduardo Fabregat (@EFabregat) 3 de octubre de 2018
«Dora María y compañía no pretenden dirigencia política. Ni la gente se lo atribuye tampoco. La gente está definida entorno a libertad, justicia y democracia. No hay propuesta política y eso se dará en su momento. A la nueva generación nicas le tocará asumirla, y no es preocupante que no aparezca ahora», dijo Ramírez.
En tanto Belli dijo que en Nicaragua se lleva a cabo «un proceso de unificación de las diferentes organizaciones y la gente» para decidir, a través de «un proceso unitario y democrático», quienes liderarán este movimiento ciudadano.
El Premio Cervantes insistió en que la salida a esta crisis no debe ser ni violenta ni armada. Ramírez no desea ni golpe de Estado ni guerra civil, porque de eso, dijo con aplomo, «nunca ha salido nada bueno».
«La posibilidad de que tengamos un cambio democrático de Gobierno es una posibilidad muy cierta, no hay ninguna esperanza perdida, esa es la gran aspiración de los nicaragüenses. Hay incompatibilidad total entre la sociedad y el régimen. Es importante entenderlo», aseguró Ramírez en las «obsesiones de Gabo».