Si algo tiene la cerveza, es que es cosmopolita. En estos tiempos en que los nacionalismos exacerbados buscan erigir fronteras donde no tienen cabida, el Oktoberfest nos vuelca a la universalidad. Múnich ya no es la casa exclusiva (pero siempre será la original) de la “fiesta mundial de la cerveza”. Desde hace décadas el fenómeno ha derramado su espuma en varias partes del mundo, entre ellas Nicaragua.
Lo que nació como la celebración masiva de la boda entre el príncipe Luis I de Baviera con la princesa Teresa de Sajonia-Hildburghausen, hoy es un evento que convoca a los amantes de la milenaria bebida alrededor del globo, incluso con incipientes manifestaciones como en Nicaragua. ¡Sí, en Nicaragua ya estamos celebrando el Oktoberfest!
El Oktoberfest no solo son millones de litros de cerveza bávara. Aunque en el festival original se acostumbra que la cerveza consumida sea fabricada en las inmediaciones de Múnich, en las réplicas del Oktoberfest hay marcas industriales y artesanales de cada localidad. La ley de pureza Reinheitsgebot (agua, cebada malteada y lúpulo) quizás siga siendo el elemento en común, aunque hay fórmulas más atrevidas que incorporan otros elementos. Otra señal de que la cerveza no quedó sumida en una aldea, y que, al contrario, está abierta en cualquier latitud.
En los Oktoberfest está esa reivindicación alemana. Baviera como una de las mecas de las cervezas. ¡Bendita sea su Weissbier! La combinación de cerveza con polkas, salchichas, pretzel y trajes tiroleses son una imagen que podríamos ver este sábado 14 de octubre en el Oktoberfest preparado por el Colegio Alemán Nicaragüense. El centro educativo planea fusionar a Nicaragua y Alemania en un convite con cervezas. La entrada costará 150 córdobas para el público en general, y 100 para los miembros del colegio.
Entre las cervezas alemanas que se distribuyen en Nicaragua están Erdinger (en sus variedades Kristall, Weissbier, Dunkel y la sin alcohol; prefiero la segunda y la tercera); la popular Oettinger (Pils y Weiss), y la pilsener Beck’s.
En el nuevo hotel Hyatt Place tienen planeada una velada para el 19 de octubre. Mientras que para el sábado 21 hay un evento más grande: El Bierfest Managua ’17, en el Biergarten Managua & Food Park, ubicado en el kilómetro 7.5 carretera Masaya. Este último promete un concierto de cervezas artesanales nicaragüenses, aunque no propiamente sea la celebración del Oktoberfest. Pero es octubre y el estilo se asemeja al de Múnich.
Pero si usted no quiere esperar tanto tiempo para celebrar su Oktoberfest, puede realizar el suyo en casa. Le damos un par de recomendaciones. Nada más alemán que las salchichas. Cómprelas en las tiendas de Bavaria Delikatessen. En esta misma tienda pida al menos media libra de chucrut, ese repollo fino fermentado en vinagre y especies para acompañar. Es difícil encontrar en Managua, pero con suerte puede uno dar con mostaza dulce de Baviera (la marca preferida es Handlmaier). Sume pan blanco. ¡Y claro, no olvide las cervezas!
En Bavaria Delikatessen puede comprar las Oettinger a buen precio, o bien acuda a Portas, el único supermercado que tiene, realmente, una amplia gama de cervezas de este y del otro lado del charco, incluyendo una que otra asiática.
En octubre es la fiesta de la cerveza. En Múnich y en el mundo. Y como se trata de probar cuanto estilo distinto nos topemos, les dejo la recomendación del maestro cervecero Luis Porras, artífice de las fórmulas que probaremos en el Festival Cervecero de la Toña en noviembre, para catar y sentir los atributos de una cerveza.
Como dicen los alemanes, Ein Prosit, ein Prosit (¡un brindis, un brindis!). O mejor, #OtraPorFavor.
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