Comienzo este artículo señalando lo más importante que nos pasó en Copa Oro: Justo Lorente. El portero de Masaya nos dio una lección de vida a todos los seguidores de la Selección Nacional de Futbol de Nicaragua. “La araña”, como le dicen sus amigos, se reinventó y aprovechó la oportunidad que le dio Henry Duarte y que le quitó, desde hace mucho, Otoniel Olivas en el Real Estelí.
Lorente no pintaba para ser titular en esta Copa Oro. Pero Duarte vio en él lo que no observó en Diedrich Téllez, quien tenía todas las credenciales para ser el arquero de Nicaragua en el torneo. Justo salió en ese primer partido contra Martinica y fue el héroe del juego, pese a la derrota 2-0.
Ayer contra Estados Unidos, Justo fue de nuevo el hombre de partido. Detuvo dos penales, intervino en tres jugadas claras a gol. Fue el jugador más enfocado del campo y el más amado por los fanáticos que estábamos observando detrás del televisor.
Aunque Nicaragua perdió 3-0 contra Estados Unidos (Corona Min36; Rowe Min56 y Miazga Min88), Justo se encargó de que el trago amargo fuera más digerible.
La “Azul y Blanco” realizó un torneo, un poco mejor que en 2009 bajo la dirección de Otoniel Olivas. La mejoría, si nos basamos en los números, fue el gol anotado por Carlos Chavarría contra Panamá en la segunda jornada.
Después de esto, la efervescencia nos jugó una mala pasada a todos. Tanto a jugadores como a seguidores, incluso a Duarte. Creímos que por hacer buenos partidos de fogueo ya teníamos asegurado el pase a segunda ronda. Y los seleccionados sintieron esa presión desde el primer partido.
Juan Barrera y Daniel Cadena no jugaron el primer partido. Pero en la segunda y tercera fecha confiamos que con su titularidad el rumbo del equipo iba a cambiar. No fue así. Barrera estuvo bien marcado en los dos encuentros y las pocas que tuvo no fueron tan brillantes como los tres goles en la remontada contra Haití. El español, por su parte, parece que no se recuperó de una lesión que hizo en los últimos partidos de fogueo. Sus condiciones no fueron las mismas.
Copete fue otro de los jugadores de los que se esperó mucho, pero al final, una lesión que se hizo cuando aún jugaba en Perú, le restó condiciones y no fue el defensor de alto nivel que jugó en las recientes eliminatorias para Rusia 2018.
Y cuando tres de tus pilares no están jugando como deberían, el funcionamiento del equipo no es el mismo. Y no es que no estemos avanzando, porque el proceso va caminando, pero no solo depende de un entrenador y 22 jugadores. También debe apoyarse en inversión y colaboración del Gobierno, la empresa privada y de fanáticos que ayuden a llenar los estadios.
Nicaragua se despidió de la Copa Oro como comenzó. Con un inmenso Lorente, con un regular Copete y con dos de sus mejores jugadores anulados. Primero por sanción y después por lesiones y el excelente marcaje rival.
Quizás dentro de dos años las cosas sean distintas. Mientras tanto, gracias Justo Lorente. Gracias por hacer de este torneo un escenario en el que brillaste y nos demostraste que si se cree y se trabaja, todo es posible.