Blogs
En este artículo comparto 5 lecciones aprendidas sobre estudiar en línea.
Levantarme a las 2 de la mañana para conectarme a la plataforma, hacer tareas los domingos, reunirme por Skype con gente de toda Europa, fueron algunos de los hábitos que adquirí mientras estudiaba mi Maestría. Desde ese entonces ya ha pasado 5 años y la idea de estudiar por Internet resulta cada vez más atractiva en países como el nuestro, donde ya contamos incluso con una Universidad en Línea. En este artículo comparto 5 lecciones aprendidas sobre estudiar en línea.
La primera lección: Elegir qué estudiar. En el basto Internet hay un mundo de opciones: cursos, diplomados, licenciaturas, posgrados y maestrías. Todo depende del grado académico que tenemos actualmente y por el que vayamos a optar. Por otro lado es necesario tener en consideración la especialización a seleccionar. Esto se refiere al área en que vamos a dedicarnos. En mi caso tomé como referencias 3 puntos:
¿En qué me veo trabajando en 5 años?
¿Qué carreras están en auge?
¿Qué tipo de profesionales demanda el mercado global?
Y así fue que decidí estudiar una maestría en marketing digital y comercio electrónico.
Segunda lección: seleccionar en qué universidad o plataforma online certificarnos. En este apartado tenemos tarea. En mi caso, basé mi decisión en 3 criterios: 1. El pensum o los contenidos del programa. 2. Profesores y egresados. 3. Prestigio de la universidad.
Tercera Lección: Después que seleccioné dos opciones como últimas finalistas, tenía que dar el siguiente paso, analizar la filosofía del asunto, o cómo decimos en buen nica, cuánto iba a “costarme la broma”. Tener un presupuesto definido es clave antes de plantearnos un proyecto de esta naturaleza. Consejo útil: siempre preguntar por descuentos adicionales a los que aplicar.
Cuarta lección: El nivel de compromiso. O cuántas horas tenemos destinadas en la semana para estudiar. Si algo me quedó muy claro es que estudiar “online” no solo es hacer tareas y subirlas a una plataforma, se trata de crear un nuevo sistema de hábitos donde nadie nos supervisa.
Quinta Lección: Verificar el nivel de personalización de cada programa, en mi caso además de contar con un profesor por asignatura hubo siempre seguimiento de parte de un coordinador de programa. Su función era verificar las inquietudes de los estudiantes.
Estudiar en línea a diferencia de los que muchos creen implica todo un proceso igual de válido que un programa presencial. En mi caso opté por cursar una maestría que surge de una universidad. Finalmente se vuelve necesario hacer una investigación detallada sobre quién va a certificar el curso que tomés.
Según datos revelados por eLearning Industry en el 2011 la inversión para educación en línea fue mayor a 35 millones de dólares, lo que hace pensar que el pleno 2017 dada la penetración del internet, las plataformas emergentes y el crecimiento de los usuarios híper-conectados cada vez seremos más personas que optemos por programas online para gestionar nuestra educación.
Podés leer más aquí