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Crónica. Cultura Rubik

Fiebre de cubos en Nicaragua
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Un movimiento en forma cúbica que se hace más grande. Así son los "cubers" del país

     

Entré al mundo de los cubos hace unos meses por la insistencia de un amigo. Al principio me negaba y no encontraba la forma de armar al menos una de las seis caras que tiene. Como yo, hay muchos que ven el cubo como algo imposible. Piensan que solo los más «inteligentes» logran resolverlo, pero al poco tiempo me di cuenta que no se necesita más que paciencia y determinación para descifrar este popular rompecabezas tridimensional.

Creado en 1974 por el arquitecto y escultor húngaro Erno Rubik, el cubo de Rubik alcanzó su popularidad en los 80 cuando Ideal Toy Company, una industria de juguetes americana, compró la idea y la distribuyó en todo el mundo. El cubo Rubik no solo es uno de los rompecabezas más famosos —en 1980 fue premiado como “el mejor juguete del año”— sino que es también el más popular, con 350 millones de ejemplares vendidos en la historia.

Sin embargo, en Nicaragua no es fácil comprarlos. De hecho, uno de los mayores problemas para los speedcubers nicas (“cuberos veloces” en español) es la falta de lugares para adquirirlos. Sí, existen tiendas como Toys que a veces distribuyen cubos marca Hasbro, pero estos son más para decoración que para uso. Un verdadero “cuber” aspira a mejorar sus tiempos y la marca de los cubos lo afecta. No es lo mismo un YJ, Sheng Shou, Moyu, Yuxin y Cyclone Boyz (que son los mejores y más conocidos) que un Hasbro o uno de 20 córdobas que venden en los semáforos.

La única opción que tenía era comprarlos en Amazon o eBay, pero no podía. No tengo una tarjeta de crédito, ni una cuenta en PayPal, además se corre el riesgo de ser estafado. Hernán López vivió lo mismo que yo. Por eso creó la página Cubos Nicaragua, que es una tienda virtual en Facebook manejada por Hernán y sus amigos, Fernando Reyes y Cristopher Mendoza. El portal con más de 700 “me gusta”, tiene dos años y se dedica exclusivamente a la distribución de cubos de todo tipo. Entre sus productos hay desde los tradicionales, hasta unos de dos dimensiones, puzzles en forma de gato y otros de nueve dimensiones.

Yamlek Mojica | Niú
Yamlek Mojica | Niú

Hernán tiene 21 años y es un “cuber” que aprendió a armar estos rompecabezas siendo adolescente. Este estudiante de Contabilidad Pública lo logró gracias a Youtubers como TheMaoisha, que dedica su canal en la plataforma de videos a contenido de cubos (cómo armarlos, cuál es mejor, dónde conseguirlos).

¿Quién lo arma más rápido?

Desde 2015, Cubos Nicaragua organiza una competencia de cubos. En la más reciente edición, realizada el domingo 28 de agosto, asistieron 50 “cubers” de entre nueve y 60 años, pero solo 20 participaron en el torneo realizado en la zona VIP de Atomic Pizza, en Altamira. Yo estuve ahí.

Cuando entré, vi que el lugar estaba lleno de varones, la mayoría niños y adolescentes, todos con cubo en mano y un tanto nerviosos. Me decepcioné al no encontrar muchas mujeres. Mariám López era una de las excepciones. Esta niña de unos 11 años aproximadamente, agarraba con una mano a su mamá y en la otra sostenía un cubo Shengshou Aurora. Se veía decidida a ganar. Me recordó un poco a Jessica Fridrich, una de las mayores speedcubers y creadora del método Fridrich, uno de los más populares para la solución del cubo.

Yamlek Mojica | Niú
Yamlek Mojica | Niú

En el evento todos se hablaban como si fuesen viejos amigos. El cubo los unía. Era un ambiente agradable donde lo único que importaba era tu pasión.

— ¿Cómo es posible que hayan personas que arman este cubo en 10 segundos y otros nunca han logrado completarlo?— me preguntó el speedcuber de 17 años, José Guevara.

“Paciencia y memorización”, me respondió Javier Gómez, también fanático de estos rompecabezas.

Cuando yo entré en este mundo en forma de cubo, me tomó un día resolverlo con ayuda de un tutorial de YouTube. Después tardé una semana aprendiéndome los movimientos del método para principiantes. Es la fecha y todavía no logro armarlo en menos de 40 segundos. Con esos 40 segundos soy feliz. Incluso Erno Rubik, su creador, tardó un mes en volver a poner todas las caras y los colores en su lugar. Este cubo tiene 43.252.003.274.489.856.000 de combinaciones y una sola solución.

El torneo

Al empezar la competencia, la tensión entre los concursantes se intensificó. Se veían manos sudorosas, risas nerviosas. En ningún momento el ambiente de amistad que había se esfumó. Pasan 20 participantes. Comienzan a andar los cronómetros. Se detienen. Algunos consiguen puntajes de un minuto. Álvaro Velásquez lo hizo en 14.77 segundos y resultó ganador. Aunque no fue por suerte, afirman algunos. Velásquez ha tenido tiempos de hasta siete segundos.

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Javier Gómez, de 13 años, lo logró en 16.62 segundos. Las miradas también se fijaron en Mariám López, aquella niña que entró con su mamá. Mariám quedó en tercer lugar al armar en cubo en 19 segundos.

“Comencé con los cubos desde el año pasado. Se ha convertido en un gran pasatiempo, siempre que puedo practicar lo hago porque me relaja y hace que me enfoque más en todo”, cuenta Javier.

En 1982, en Hungría se realizó la primera competencia de cubos. El ganador fue el estadounidense Minh Thai. La primera competencia no oficial en Nicaragua fue en 2015. También la ganó Álvaro Velázquez. Hoy el récord mundial de cubos de tres dimensiones le pertenece a Lucas Etter, un estadounidense de 15 años. Lucas lo arma en 4.90 segundos. Es algunos países es tanto el culto a este juguete, que crearon la “organización de Cubaholicos anónimos”. Algunos pasaban días enteros sin comer o dormir tratando de bajar sus tiempos.

Uno de los sueños de los “cubers” nicas es asistir a las competencias mundiales organizadas por la World Cube Association (WCA). Son, en esencia, las olimpiadas de los cubos. El único nica que ha logrado llegar al torneo regional es Dylan Centeno, en el 2015. Con 18 años, Dylan se describe como “un joven futbolista” que practica speedcubing. “Me la paso armando cubos de Rubik”, dice en un perfil de Wikipedia.

Y es que resolver cubos mejora la capacidad para procesar información en tres dimensiones, la capacidad de razonamiento lógico, la concentración (ya que requiere un cierto nivel de paciencia) y el desarrollo de la memoria. Personalmente tengo que admitir que el cubo mágico me ha traído muchas cosas positivas: ha mejorado mi retención y me ha ayudado a ver los problemas de una forma más fácil. Es un error pensar que sos muy “tonto” para el cubo. Todos somos capaces de manejarlo.

Yo le di una oportunidad. Quizás en un futuro vos también te sumés a la fiebre de cubos.


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