Los nombres de los estudiantes fueron cambiados por razones de seguridad.
María estudia cuarto año de secundaria y desde que estaba en cuarto grado de primaria ha sido parte de la gimnasia rítmica de su colegio. Para ella, cada año había que dedicar, al menos, cuatro meses de preparación para el desfile patrio. Los ensayos, tomarse las medidas del traje, buscar las telas, aprender coreografías; eran parte de su rutina previa al mes de septiembre. Sin embargo, este año, por primera vez no desfilará. No lo hará porque cree que no se debe celebrar y porque sus padres tienen temor de que les pueda pasar algo «con tanto paramilitar suelto» en las calles de Jinotepe.
«No saldré a marchar como lo he hecho todos los años desde que recuerdo, primero porque el colegio prácticamente vive asediado, pero también porque estoy consciente de lo que está pasando en Nicaragua y no me parece justo salir a las calles cuando en nuestra ciudad mataron a muchos jóvenes cerca de mi colegio», explica.
Su colegio decidió salir a marchar, pero solo lo harán los estudiantes de secundaria, alegando razones de seguridad. «No será como otros años, porque en la ciudad muchos colegios no saldrán a desfilar», asegura.
Varios colegios privados de Carazo han decidido no desfilar en estos días patrios. Uno de ellos es el Colegio Madre del Divino Pastor, de Diriamba, que este año anunció no participará en el desfile patrio alegando que «la gran mayoría de padres de familia solicitaron no exponer a los estudiantes, pues ellos expresan temor de exponer a sus hijos».
En un comunicado en su página de Facebook indican que también se debe a la situación actual que vive el país, a la situación económica, que como colegio no les permite comprar instrumentos musicales, ni repuestos para el mantenimiento de los mismos. Por eso harán celebraciones a lo interno del centro de estudios.
También la Academia Santa María, de esa misma ciudad, no saldrá con banda rítmica a las calles, aunque si lo harán sus mejores alumnos.
No saldrán a las calles
Los colegios Salesiano Don Bosco, Nuestra Señora del Pilar y Santa Teresita; tres de los principales colegios privados de Masaya, anunciaron que no saldrán a desfilar.
Aunque no informaron sobre los motivos de la suspensión del desfile, padres de familia aseguran que la decisión está relacionada con la seguridad de los alumnos en el desfile, ante la posibilidad de que ocurran hechos de violencia.
«Es absurdo que pretendan que nuestros hijos desfilen por las calles de Monimbó, cuando ahí masacraron a los jóvenes que protestaban», dijo la madre de un estudiante de un colegio público de Masaya.
El colegio Sagrado Corazón de Jesús y el colegio Diocesano La Salle, de Jinotega, también informaron que no participarán en el desfile patrio.
“Me permito informales de manera formal que nuestra institución ha comunicado al Ministerio de Educación en la delegación de Jinotega, a la cual pertenecemos y somos regidos como nuestra autoridad educativa inmediata, la decisión de no participar en el desfile patrio del 197 aniversario de independencia patria el día 14 de septiembre”, indica el comunicado firmado por la hermana bethlemita Yadira Carolina Martínez Álvarez, directora del colegio Sagrado Corazón de Jesús.
El comunicado también expresa que la decisión se debe a la situación de crisis que se atraviesa en el país, en particular en el departamento de Jinotega; la situación económica poco favorable para incurrir en gastos; y que la prioridad es la seguridad de sus estudiantes.
En el colegio Madre del Divino Pastor de Managua, conocido por su desfile cada septiembre en las calles aledañas del barrio Altagracia de Managua, han decidido no salir a marchar este año. Sus razones, entre otras, son preservar la seguridad de los estudiantes.
Steven está en quinto año de secundaria. Desde el año pasado le encantaba ser el «jefe de pelotón». Para él es triste que hayan cancelado las marchas en su colegio pero entiende lo que pasa a su alrededor y no puede pensar sólo en él.
Este adolescente afirma que «hay muchas maneras de conmemorar las fiestas patrias, el hecho de que las marchas escolares estén canceladas, no significa que nos olvidaremos de nuestra independencia”.
«Hay duelo patrio»
A pesar de que desde el Gobierno de Daniel Ortega se ha empezado a «celebrar» las fiestas patrias, la realidad en muchas ciudades del país es que los sonidos de las bandas de guerra, la compra de los uniformes para desfilar, la emoción de aprenderse las coreografías, no es la misma que en años anteriores.
Después de todo lo ocurrido en el contexto de las protestas en Nicaragua desde el 18 de abril, ¿Es correcto celebrar el mes patrio? Para el catedrático, Carlos Tünnermann, estamos en un tiempo de luto y estas fiestas patrias se deben utilizar para recordar a todas las personas asesinadas durante las protestas.
«Nuestra patria está de duelo por todos sus hijos que han sido masacrados, torturados y detenidos, y no es apropiado salir a celebrar, pero sí debemos recordar la gesta heroica de la Batalla de San Jacinto y nuestra Independencia», asegura.
Tünnermann insta, sin embargo, a los nicaragüenses a sacar sus banderas azul y blanco para demostrar «el amor a nuestro país».
Hay miedo de padres y alumnos
Alejandra Flores, madre de familia de una niña de ocho años, desde hace dos años se alistaba el primer domingo de septiembre para ir a comprarle un uniforme nuevo a “Olga” -su hija- quien desde primer grado era una de las abanderadas de su colegio. Pero este año todo cambió.
“Perdí mi trabajo hace dos meses debido a la crisis del país, y ahora no puedo comprarle el uniforme a mi hija” afirma.
Son muchos los que no tienen dinero, pero también los que no tienen ánimo de celebrar a la patria, «porque la patria está herida», dice Katherine, una joven estudiante de quinto año de secundaria.
«Sinceramente muchos de mis compañeros no saldrán a las calles a marchar porque hay miedo de que les pase algo durante los desfiles, pero también como solidaridad por todos los muertos que han habido este año», comenta.
Lucía, quien años anteriores tocaba la lira en la banda rítmica de su colegio hoy tiene miedo de su seguridad. «A mi me gustaba salir a marchar, esta vez no se va a poder mi mamá no me dejará ir a marchar porque tiene miedo que ataquen la marcha pero existen otras formas de celebrar las fiestas patrias», asegura.
Junto a sus padres, Lucía coloca una bandera al revés en la puerta principal de su casa como símbolo de auxilio y para conmemorar a todos los asesinados en el contexto de las protestas.