En pantalla

Glamour y desamor en el viejo Hollywood de “Café Society”
Fotograma | Café Society

Prepárese para descubrir en Café Society porqué Kristen Stewart es quizás la mejor actriz joven del cine norteamericano

     

“Café Society”
Dirección: Woody Allen
Duración: 1 hora, 36 minutos
Clasificación: * * * (Buena)

“La vida es una comedia escrita por un cómico sádico”, dice el protagonista de “Café Society” en un momento crucial. Vaya que tiene razón. Pero vale la pena vivirla, si implica contemplar la condición humana en esta hermosa reproducción del pasado conjurada por Woody Allen.

La acción se desarrolla en una versión ideal de Hollywood y Nueva York en la década de los 30. Es un espacio hermoso, al menos en lo que a superficie se trata. Los sets de Santo Loquasto, la fotografía de Vittorio Storaro y el vestuario de Susy Benzinger son preciosos, y al mismo tiempo, tiene la tactilidad del espacio vivido.

Sobre este escenario, una serie de personajes explora, a través de acciones románticas y violentas, dilemas existencialistas que ocultan su seriedad en la efervescencia del humor. Es como una copa de champagne, embriagándote con sus burbujas antes de darte una resaca brutal.

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Bobby (Jesse Eisenberg) es un joven newyorkino buscando su lugar en el mundo. Su inquietud lo lleva a Hollywood, en la era dorada de los grandes estudios. Su tío Phil (Steve Carrell) es uno de los agentes más importantes de la industria. Entre las demandas de su trabajo y un romance extracurricular, Phil no tiene idea de qué hacer con el sobrino.

Le da un trabajo de mandadero, encomendándole a su asistente Vonnie (Kristen Stewart) que le ayude a aclimatarse en la ciudad. Bobby no puede ocultar la atracción que siente por ella, pero Vonnie le aclara que está en una relación con otro hombre. Cuando se revela que el amante es el tío Phill, nuestro protagonista debe reevaluar su lugar en el mundo.

Este giro de la trama, evidente incluso en las escenas promocionales, no es el eje principal de la película. Es más bien un catalizador que proyecta a los protagonistas hacia vidas bifurcadas, que reflejan arcos similares.

No hay lugar para la fantasía romántica en el universo de Allen, quien tampoco toma bandos, ni divide el mundo en buenos y malos. Esta no es una carta envenenada a Hollywood, ni se idealiza el hogar que Bobby dejó en el Bronx. Los dos lugares terminan siendo intercambiables entre ellos. Estés donde estés, no podés evitar ser un humano falible, cometiendo errores y dejando que los puntos ciegos salven tus transgresiones morales.

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Bobby regresa a New York y termina trabajando con Ben (Corey Stoll), un pariente aún más reprochable que el tío Phill, a quien solo podemos acusar de duplicidad romántica y un sentido inflamado de su auto-importancia. De alguna manera, Bobby simplemente cambia de escenario. En lugar de cortejar a los obreros del entretenimiento, pastorea a políticos y millonarios en la Gran Manzana. Sin darse cuenta, se convierte en una especie de tío Phill.

“Cafe Society”, oscila entre los dos polos de la carrera de Allen, a medio camino entre los clásicos y los desastres. Aunque él no aparece en pantalla, parece ser un filme personal. Le da su voz al narrador omnisciente que nos conduce a través de las decisiones de sus personajes. Su devoción por el cine matiza las escenas en el viejo Hollywood, y su amor por el jazz llena la banda sonora de standars del cancionero norteamericano.

El arte es el único bálsamo que nos permite enfrentar las desilusiones. Hay algo reconfortante en la manera en que acepta las debilidades de sus personajes. Las reconoce sin condenarlas, como si fueran parte de un todo indivisible.

Fotograma | Café Society
Fotograma | Café Society

La película da una nota en falso en una escena temprana, en la cual Bobby humilla a una joven prostituta novata (Anna Camp). La misoginia latente en este encuentro es aún más desconcertante ante la generosidad con que trata a los demás personajes femeninos.

En todas sus películas, Allen favorece las tomas abiertas, y guarda los “close ups” para detonarlos por máximo efecto. Tome nota de los que registran la reacción de Vonnie ante los avances de los hombres que la pretenden. Si solo conoce a Kristen Stewart por las películas de “Twilight”, prepárese para descubrir por qué es quizás la mejor actriz joven del cine norteamericano.

Similar atención favorece a Blake Lively, quien habita con conmovedora vulnerabilidad el pequeño papel de Verónica, la mujer que Bobby convierte en su esposa. Parker Posey se roba más de una escena como una sofisticada newyorkina que adopta a Bobby en las dos costas.

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