En pantalla

“Godzilla: Rey de los Monstruos” gobierna con una corte de humanos inútiles
Godzilla

“Godzilla: Rey de los Monstruos” retoma la acción de “Godzilla” (Gareth Edwards, 2014). Han pasado años desde de la catastrófica pelea entre Godzilla y los MUTO.

Cada generación tiene el monstruo que necesita. En “Godzilla” (Ishiro Honda, 1954), la gigantesca criatura es una manifestación de los traumas infligidos por las armas nucleares en Hiroshima y Nagasaki. Su éxito comercial, y posterior proyección internacional, suavizó el mensaje y cambió su misión. De quimera simbólica, pasó a ser defensor de la madre naturaleza y amigo de los niños. A través de casi 40 películas, cruzando barreras de tiempo y nacionalidad, no podemos esperar coherencia ideológica. La nueva encarnación responde a las dinámicas comerciales de la franquicia fílmica del siglo XXI: parte espectáculo de acción, parte psicodrama familiar, con algunos componentes ideológicos de ansiedad ambiental. El kaiju debe sobrevivir en el ecosistema que Marvel construyó.

“Godzilla: Rey de los Monstruos” retoma la acción de “Godzilla” (Gareth Edwards, 2014). Han pasado años desde de la catastrófica pelea entre Godzilla y los MUTO (“organismos terrestres masivos sin identificar”, en español), en la cual la humanidad se convirt en daño colateral. Godzilla permanece fuera de vista, pero los gobiernos no pueden volver al estado de inocencia previo a su aparición. La agencia Monarch, liderada por el doctor Ishiro Serizawa (Ken Watanabe) y la doctora Vivienne Graham (Sally Hawkins), aboga por la coexistencia con los monstruos. Mientras tanto, el Ejército norteamericano, representado por el almirante William Stenz (David Strathairn) quiere exterminarlos, considerándolos como armas de guerra con autonomía y sin alianzas políticas. Añada a ese debate a un grupo ecoterrorista, liderado por Jonah Alan (Charles Dance, sacando rédito de su villanía en la serie “Juego de Tronos”); y la doctora Emma Russell (Vera Farmiga), una científica rebelde.

Godzilla puede ser el rey de los monstruos, pero es actor secundario en su propia historia. Funciona como catalizador de conflicto. El principal eje dramático reside en el triángulo familiar de Emma. Su matrimonio se ha destrozado después que la destrucción, desatada por Godzilla en el 2014, cobrara la vida de su pequeño hijo. Ahora, la científica vive con su hija sobreviviente, Madison (Millie Bobby Brown). Ella se comporta como la adulta, a cargo de una madre emocionalmente frágil. El padre, Mark (Kyle Chandler) se refugia en la bebida, y huye del trauma estudiando lobos en su hábitat natural. Al menos, hasta que Godzilla vuelve a manifestarse. Y esta vez, trae compañía. El proyecto Monarch ha identificado más kaijus enhibernación. El trauma de un personaje principal lo lleva a desatarlos sobre la civilización. Sus motivaciones son volubles y confusas, pero aparentemente, es lo que la película necesita para justificar su razón de ser: montar escenas de destrucción masiva con monstruos gigantescos.

La película tiene un pie en la mitología y la mano en el pulso del espectador contemporáneo. Viejos favoritos figuran en la trama: Ghidora, el monstruo de varias cabezas, se convierte en el principal adversario. Rodán, un pterodáctilo con alas de lava, es su principal lugarteniente. Las minúsculas hadas que cantan para invocar a Mothra, la polilla gigante, resultan demasiado fantasiosas para el espectador (se convierten aquí en una pareja de gemelas, ambas interpretadas por la actriz china Zhiyi Zhang). Al menos, los realizadores sirven un guiño a los fans, usando la melodía de su cántico en los créditos finales de la película. En el reparto, identifican a los monstruos como interpretándose “ellos mismos”.

Pero el público masivo no quiere un ejercicio de nostalgia, sino una pieza de distracción de escala épica. Monstruos gigantes devastando ciudades, sea con indiferencia o celo vengativo. Puede ser que “Godzilla: Rey de los Monstruos” fracase a la hora de hacer que el elemento humano funcione a cabalidad, pero cumple a la hora de usar la gran pantalla y el sistema de sonido envolvente para ponernos en el centro de la acción, a la sombra de gigantes. Si tan solo tuviera un asidero más efectivo con la realidad, podría tener resonancia que la convertiría en entretenimiento de consecuencia.

Como tantos otros filmes de franquicia, es como un comercial para otra película futura. Hay indicios de la presencia de King Kong en este “universo” “Kong Skull Island” (Jordan Vogt-Roberts” pertenece a esta serie. Ya está en producción “Godzilla versus Kong”, con vistas a estrenarse en 2020. Ya Ishiro Honda hizo “King Kong versus Godzilla” en 1962. No será la primera vez que se enfrenten, y apuesto que tampoco la última.

Godzilla: Rey de los Monstruos
(Godzilla: King of the Monsters)
Dirección: Michael Dougherty
Duración: 2 horas, 11 minutos aprox.
Clasificación: ⭐️⭐️ (Regular)