Normalmente, igual que como en los temas tan sofisticados como el de las cuerdas en física cuántica, estos temas jurídicos y políticos se dice que sólo deben ser tratados por especialistas, por el riesgo de empantanarse en cuestiones bizantinas y de concluir en pro de las creencias, fe, esperanza y demás globos humanos, vistosos y livianos, pero llenos solamente de aire.
Pero necesitamos referencias para imaginarnos el mundo en el que vivimos.. mmm… pero si ya lo vivimos, ¿para qué queremos la imaginación?
Es que como en el caso de las cuerdas cuánticas ( un intento de fusión de lo cuántico y la relatividad), aquí la imaginación, nos ayuda a comprender lo que vemos, sentimos, palpamos, dado que percibirlos no es suficiente.
Y en el caso mundano de nuestra coyuntura política, esos temas jurídicos y políticos, los del encabezado de estos apuntes, van y vienen del INCAE (que es una distribuidora centroamericana de Harvard, dicen), lo que nos fuerza a darles atención: JUSTICIA-PERDÓN-MEMORIA-NO REPETICIÓN.
- JUSTICIA ¿Que es la justicia, sino la memoria sostenida en el tiempo? -El olvido es injusticia pura. Y la memoria debe proveer un condensado de la verdad.
- PERDÓN El perdón es una libre opción individual y comunal de parte de las víctimas o sus representantes, no es un acto social ni legal, menos cuando se trate de crímenes de lesa humanidad. El perdón no tiene sustento sin memoria. Pero no hay perdón en los crímenes de lesa humanidad. Sólo justicia.
- MEMORIA Este tipo de crímenes, de lesa humanidad, pasarán a formar parte de la memoria genética de la sociedad, estarán impresos en nuestros genes culturales y morales distintivos. Solo así no permitiremos su repetición. La memoria es el alimento de la justicia. Un pueblo sin memoria repite y repite sus mismos dolores. Defender la memoria es un acto valiente, decisivo.
- NO REPETICIÓN La “no repetición” de la criminalidad estatal en la negociación que se ha mencionado en el INCAE, no se refiere de ninguna manera a sacarle esa promesa a los criminales de lesa humanidad (los que tendrán que responder ante el pueblo y el mundo, mas temprano que tarde), ni a una “amnistía” camuflada. Se trata más bien de quitarles su poder de daño, de desarmarlos, pues solamente así serán irrepetibles sus crímenes. Una señal de no repetición. Un paso adelante hacia la no repetición por lo tanto, en la tragedia nacional nicaragüense, es, por ejemplo, la inmediata remoción de todos los cargos policiales al menos en los tres primeros cargos de mando y autoridad en cada organismo y su puesta a la orden de una Fiscalía Especial Internacional investigadora de crímenes de lesa humanidad.
Solo son puntos de un ciudadano de a pie, pero por eso mismo deberían ser escuchados al menos, ¿verdad? Quizás ayudemos reenviándoles estos apuntes a la Alianza Cívica , Articulación y Unidad Azul y Blanco y a todos y cada unos de sus líderes. ¿De acuerdo?