Un día, mientras Karla Alarcón paseaba con su familia, vio una manta en la calle que decía: «Clases de gimnasia olímpica». Ella tenía 9 años y cuando descubrió que existía un deporte en el que podía hacer todas las piruetas que repetía en su casa, descubrió también su pasión: la gimnasia artística.
Karla hoy tiene 15 años. Frente a las cámaras es una adolescente tímida, pero al momento de exponer su talento, no titubea. Le gusta ser una niña «normal», pero a veces no le queda tiempo para salir con sus amigas. Karla es baja y delgada, contextura necesaria para ser gimnasta. Ella desea representar a Nicaragua, viajar y conocer a otras niñas gimnastas.
Le gusta dibujar, es por eso que dentro de sus opciones de carreras universitarias contempla Arquitectura, aunque todavía no se decide. Cursa el cuarto año de secundaria y entrena seis horas diarias, cinco días a la semana. Antes de descubrir la gimnasia, practicó fútbol, basketball y volleyball pero ninguno la llenaba. Buscaba un deporte que la llevara al límite y que le exigiera más esfuerzo. Dale clic al video para verla en acción: