En pantalla

«Klaus», dibujo a mano y artesano en la primera cinta de animación de Netflix
Klaus Netflix
Fotograma donde aparecen los personajes: niña Ellingboe, Klaus, Alva y Jesper, durante una escena de la cinta de animación "Klaus" que después de tres años de trabajo ya está disponible en Netflix. EFE | Niú

La temporada navideña inicia en la plataforma de streaming con esta cinta producida por el español Sergio Pablos, creador de "Gru, mi villano favorito"

     

La animación clásica, dibujada a mano escena tras escena, vuelve por Navidad de la mano de Netflix, que ha contado con el cineasta español Sergio Pablos, creador de «Despicable Me» y sus carismáticos «Minions», para estrenar «Klaus», el primer largometraje animado de la plataforma.

Para su nueva película, Pablos decidió recuperar el estilo de las cintas clásicas de Disney, donde trabajó en «Tarzán» (1999), «Hércules» (1997) o «The Hunchback of Notre Dame» (1996).

«Se encontró (en la animación) la vía del realismo y se llevó hasta el final, hasta poder hacer una película realista con imágenes generadas por ordenador. Pero descubrimos que el público necesita más, quiere ver una historia detrás, porque ya no se impresiona», explica el director en una entrevista con Efe.

Una historia navideña

Pablos cuenta en «Klaus» la historia de un joven cartero que recibe el castigo de irse a trabajar a una fría ciudad del norte, donde descubre que Papá Noel está escondido.

«Ver a un dinosaurio en pantalla ya no es el atractivo fundamental para ver una película», considera.

Por ello, el cineasta, que tras abandonar Disney creó la franquicia «Despicable Me» y a los adorables «Minions», decidió que en su nuevo proyecto recuperaría el dibujo a mano, artesano, con el que daría alma a sus personajes en un mundo dominado por la obsesión tecnológica.

«Trabajé en el Disney de los años 1990 y siempre pensé que se había abandonado esa técnica por motivos con los que no estaba de acuerdo», razona Pablos.

Promoviendo el realismo

La crítica ha aplaudido esa recuperación del dibujo clásico en medio de una temporada en que los artificios técnicos han dominado los estrenos, como la nueva versión de «The Lion King», con resultados desiguales.

«El realismo es una opción, pero yo prefiero la credibilidad», indica el director.

Klaus cine Netflix
Fotograma cedido por Netflix donde aparecen los personajes: Jesper y Klaus. EFE | Niú

Netflix también ha preferido esa manera de crear para lanzar su primer largometraje de animación, que después de tres años de trabajo ya está disponible en su catálogo y por el que ha apostado en su selección de cintas para estrenar en salas de cine, un requisito imprescindible para competir en la temporada de premios.

«El apoyo de Netflix no tiene precedentes -dice Pablos-, haremos lo posible para que sea apreciada por el público y también por los que votan».

Lo cierto es que algunos medios especializados comienzan a mencionar el título del largometraje del español como posible candidata a las nominaciones al Óscar a Mejor Cinta de Animación.

«La esperanza que tenemos todos es que quizás haya algo de suerte, pero no será por falta de esfuerzo», señala Pablos sobre el buen recibimiento que ha tenido su decisión de recuperar el estilo clásico.

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Jesper tiene el imposible desafío de montar una oficina de correos en un pueblo donde nadie manda correspondencia. Netflix

De Madrid al cine mundial con «Klaus»

Una nominación a los premios de la Academia de Hollywood supondría además otro éxito para Pablos, quien hace años tomó la decisión de abandonar la capital mundial del cine para inaugurar su propio estudio en Madrid.

«No he conocido a nadie que haya conseguido nada sin arriesgar algo -reflexiona-. Yo quería volver a España pero también quería hacer películas, por lo que creamos un estudio para ver si conseguíamos que nos dejaran hacer una película».

En su aventura por salir del epicentro de la animación, el cineasta afrontó «varios fracasos»; un éxito agridulce con el triunfo «Despicable Me», aunque luego «se tuvo que marchar a otro estudio»; y finalmente el arranque exitoso de la mano de Netflix con «Klaus».

«¡Si la gente que salimos al extranjero no volvemos a nuestros países para hacer algo por la industria…!», exclama Pablos antes de animar a perder «el miedo al riesgo», que en esta ocasión consistió en recuperar y modernizar una técnica tradicional de hacer cine.