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La familia que esteriliza perros y gatos sin hogar
Elena Zeledón junto a Cachetes el primer gato con el cual inició Proyecto Omega. Carlos Herrera | Niú
Elena Zeledón junto a Cachetes el primer gato con el cual inició Proyecto Omega. Carlos Herrera | Niú

Con sus recursos y en su tiempo libre, Elena, Emely y Constantino esterilizan mascotas que no tienen dueños o que sus amos no pueden pagar este procedimiento.

     

Esta historia comenzó cuando Cachetes, un gato que hace dos años no se llamaba así, llegó a la casa de los Zeledón y conoció a Elena. El felino de pelaje gris con blanco estaba herido por las peleas con otros gatos, pero lo que realmente llamó su atención fueron sus cachetes. De allí su nombre.

Extrañamente su cuerpo era delgado, pero su cabeza se le veía más grande. En principio, Elena pensó que quizás esa era su tipo de raza. Hasta que su cuñado, Constantino Rivers, quien es veterinario, le explicó que a muchos gatos se le inflaman esas glándulas para verse más agresivos durante las peleas.

Elena sabía que después de recuperarse el gato se iría, ella no podía adoptarlo porque ya tenía seis felinos, por eso quedó muy preocupada pensando que cuando Cachetes se fuera, seguiría lastimándose en los enfrentamientos con otros gatos.

— ¿Y cuánto me cobrás por esterilizarlo?, — le preguntó a secas a su cuñado.

— Poné los materiales y yo lo opero, — respondió él sorprendido por aquella reacción.

A los días, Cachetes fue operado. Se recuperó pronto y su sorpresa fue que ya no se quiso ir de la casa. Y como Elena ya se había encariñado con el gato abrió un espacio para adoptarlo. Esta habría quedado solo como una anécdota, de no ser, porque desde entonces comenzaron a operar a todos los gatos que llegaban hasta su casa buscando un refugio temporal.

Después de sanar sus heridas, Cachetes decidió quedarse a vivir en casa de los Zeledón. Cortesía | Niú
Después de sanar sus heridas, Cachetes decidió quedarse a vivir en casa de los Zeledón. Cortesía | Niú

“En ese momento yo pagaba los materiales y mi cuñado donaba su trabajo. Operábamos dos o tres gatos por mes. Les hacíamos un corte en una de sus orejas para identificar que ya habían sido esterilizados. Y pronto nos dimos cuenta que ya no había más gatos para operar”, dice.

¿Es bueno esterilizar?

Para estos animales la esterilización es un método efectivo y prolongado para evitar principalmente que se lastimen entre sí, pues ellos responden a su instinto cuando una hembra entra en celo y los machos se pelean por ella o cuando lo hacen para marcar su territorio. Además, que así se evita la sobrepoblación de esta especie y la transmisión de enfermedades.

Por eso, Elena, su hermana Emily Zeledón y su cuñado, Constantino Rivers se unieron para crear una iniciativa digital llamada Proyecto Omega en la que promueven la esterilización a los gatos y perros sin hogar y en algunos casos en que los dueños de mascotas no tienen los recursos económicos para esterilizarlos.

“Esterilizarse tiene muchos beneficios. En los perros, por ejemplo, existen enfermedades de transmisión sexual como es el tumor venéreo trasmisible. Entonces, así se evita el contagio. También, se evita la piometra que les da tanto a perras como a las gatas, esta es acumulación de pus en el útero. Además, la calidad de vida de ellos mejora porque al no estar utilizando hormonas en celo gasta menos calorías, entonces la cantidad de comida que el animal logra conseguir le será más eficiente porque ya no está utilizando las calorías en un celo”, explica el veterinario.

Apoyo al medio ambiente

En casa de los Zeledón viven cuatro perros y ocho gatos. La mayoría de ellos son rescatados de las calles. Carlos Herrera Niú | Cortesía
En casa de los Zeledón viven cuatro perros y ocho gatos. La mayoría de ellos son rescatados de las calles. Carlos Herrera | Niú

Elena y su familia siempre han sentido un amor indescriptible por el medio ambiente. En su afán por mantenerse en armonía con el planeta varios años antes de comenzar Proyecto Omega, se volvieron en veganos. Pronto comenzaron a compartir información sobre nutrición y sobre el respeto a los animales, pues  sentían que debían hacer más acciones que fueran positivas.

Así que cuando ella les propuso continuar apoyando de esta manera, ni su hermana ni su cuñado se negaron. Sin embargo, pronto se enfrentaron a una pregunta: ¿cómo conseguirían el material necesario para seguir esterilizando mascotas si nadie les pagaba por hacerlo? Fue cuando se les ocurrió hacer un bazar con la ropa y cosas de su hogar que ya no utilizaran.

“Para financiarnos comenzamos hacer bazares y eso es lo que nos ha salido más efectivo porque no sé si es por la situación que vive el país, o porque ya de por sí ya somos un país pobre, pero recibimos poquitas donaciones; entonces realmente nuestro fuerte son los bazares”, explica.

En este punto las redes sociales del proyecto han sido un aliado, pues allí comparten la labor caritativa que hacen y por este medio organizan jornadas de recolección de ropas y utensilios del hogar para poder cada cuatro meses hacer los bazares para comprar los materiales necesarios.

“El crecimiento que hemos tenido es espontáneo, en las redes sociales pusimos que buscábamos voluntarios para atrapar gatos y así se han integrado algunas personas. Sin embargo, la organización siempre es de nosotros tres, pero sí, hay más personas que nos ayudan”, explica.

Jornadas de esterilización

Momentos previos a realizar una cirugía a un gatito rescatado. Cortesía | Niú
Momentos previos a realizar una cirugía a un gatito rescatado. Cortesía | Niú

Actualmente esta iniciativa de origen familiar tiene seis jornadas de esterilización:

La jornada Omega la realizan con animales callejeros que no tienen dueño que pague su cirugía. Algunas de estas jornadas se han hecho en el mercado Oriental y en los parques.

La amadrinada consiste en que alguien decide amadrinar un porcentaje de cirugías, estas pueden ser para animales callejeros o animales con dueños, pero en este último caso son a personas que realmente se preocupan por sus mascotas o que no pueden pagar el costo de estas cirugías.

Por su parte, la jornada solidaria es un intercambio entre los dueños de mascotas y el proyecto. Es decir, ellos se encargan de esterilizar al animal y el dueño en agradecimiento dona algo que se pueda vender en los bazares.

También hay una jornada de responsabilidad social que es cuando la persona que los contacta o cubre los gastos de esterilización es la gerencia o el dueño de alguna empresa. Sin embargo, en la mayoría de casos son los empleados quienes ponen los materiales y piden el permiso en las empresas.

Finalmente, las jornadas exprés que son aquellas operaciones que realizan de forma imprevista.

“En las operaciones las más fáciles son las del macho (gatos y perros) y la más difícil es la de la hembra, sobre todo en el caso de una perra. Porque vos podés tomar el riesgo de esterilizar a una gata que está baja de peso, pero en el caso de una perra tiene que cumplir ciertos requisitos, uno de ellos es tener buen peso. Una gata que nunca ha parido es lo más fácil de mundo esterilizar”, explica.

Este proyecto, que nació hace dos años, ha creado incidencia poco a poco, sin embargo, lamentan que muchas personas sigan pensando que la esterilización es innecesaria o es una maldad.

**Si vos querés apoyarlos estaté pendiente de las publicaciones de la página de Facebook. Aparecen como Proyecto Omega. También podés donar ropa y utensilios que ya no uses en tu casa para que puedan venderlos en los bazares o bién contactálos para hacer alguna donación de medicina o dinero.