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La hora del ciberactivismo en Nicaragua

ciberactivismo en Nicaragua

Ilustración | Olga Sánchez | Niú

El caso de la usuaria de Facebook que desbancó al presidente y a la vicepresidenta de Guatemala con el llamado, desde la red social, a la población a manifestarse, hizo que expertos y medios de comunicación se replantearan la esencia del activismo político, que a lo largo de la historia tiene como escenario la efervescencia colectiva en las calles. Hoy, los movimientos son otros y el ciberactivismo se toma los nuevos espacios.

Lucía Mendizábal es una guatemalteca de 55 años que al darse cuenta, por medio del Ministerio Público (MP), del fraude aduanero dirigido por Juan Carlos Monzón, secretario de la vicepresidencia de dicho país, colocó en su cuenta de Facebook un estado de indignación en el cual exhortaba a la población a manifestarse en las calles.

Amigos y familiares respondieron al llamado y simbolizaron el movimiento con el hashtag o etiqueta #RenunciaYa. Su fin era convocar una marcha para exigir la renuncia de Roxana Baldetti, vicepresidenta de Guatemala.

La convocatoria virtual se trasladó a las calles y tuvo lugar el 25 de abril de 2015 en la Plaza de la Constitución, que acogió a un estimado de 30 mil personas.

A los pocos días, se convirtió en un tema de interés nacional que sobrepasó con creces todas las expectativas.

La acción masiva culminó con la renuncia de la vicepresidenta Baldetti y el entonces presidente Otto Pérez Molina, quienes quedaron a disposición de las autoridades.

La presencia de Internet en la región

Para el 2016, Internet World Stats, calculó que el 34.9 por ciento de la población guatemalteca tiene presencia en Internet. Esto equivale a cinco millones de personas de los 15 millones que conforman el país, aún así, se logró trasladar la lucha de un hashtag a la vida real.

Por otra parte, la misma fuente muestra que Nicaragua tiene 31.8 por ciento de penetración en las redes, el equivalente a dos millones de usuarios. Cuatro millones de personas no están conectadas a Internet. Y aunque el acceso es menor comparado con otros países, en Nicaragua comienzan a verse activistas que usan las plataformas de Twitter, Facebook o YouTutbe para demostrar su indignación sobre la política nacional o situaciones y decisiones que consideran injustas.

https://youtu.be/FqPye_Jcvcc

Carlos Roberto Fonseca, especialista en Tecnologías de la Comunicación, opina que es necesario dejar el discurso de “cuántas personas están conectadas a las redes” y “ponerse a trabajar” para crear códigos capaces de incluir al sector juvenil nicaragüense que sí está conectado y conforman el margen más amplio.

El ciberactivismo de Yaser Morazán

Yaser Morazán es trabajador social y activista, tanto en las calles como en las redes. El blog de Yaser Morazán es su espacio virtual donde realiza videos sobre crítica política.

En julio de 2016, salió a las calles de Managua a pintar los postes de azul y blanco, llenos de eterna propaganda política. El motivo fue “empezar a realizar acciones concretas” que involucren a la sociedad.

Luego de esta acción que compartió en sus redes, otros usuarios llevaron a cabo el mismo acto en sus barrios. “Esto fue una experiencia exitosa de cómo un ciberactivismo se traslada a otras realidades y se replican las experiencias”, afirma.

Morazán no solo aborda temas de coyuntura política, también fenómenos sociales como la basura, el ruido y el sistema de transporte. Para las pasadas elecciones del seis de noviembre elaboró una serie constituida de ocho videos: desde sondeos a jóvenes universitarios y análisis de los candidatos electorales. Las críticas de defensores y detractores de su trabajo llovieron.

Yasser Morazán | Carlos Herrera | Niú

En el video “¿Usted conoce a los candidatos políticos?”, publicado en octubre de 2016, Yaser Morazán recibió ofensas y amenazas por ejercer su derecho a expresarse libremente. Jose Abel Sequeira comentó: “este tipo anda vien fumado quien tepaga para que andes de payaso”. Beca Iselita, otra usuaria de Facebook: “Sapo te están pagando x eso?”. Otros usuarios, de manera más acertada, hicieron observaciones puntuales: “la gran farsa electoral”, “solo sus mamas los conocen” o “ssí de reñidas estarán las elecciones”.

También lo defendieron: “Solo es para apantallar la reelección de Daniel Ortega no soy simpatizante de ningún partido pero esta mas que dicho quien es y seguirá en su dictadura porque así se llama esto”, opinó Hillsong Jey Urbina Berlioz.

Morazán dice que uno de los retos que se ha trazado como actor político es hacer señalamientos con los que pueda ejercer crítica libremente, pero educar a la vez para involucrar a todos los jóvenes de diferentes ideologías, “una especie de escuela de formación política”.

“Con un estado en Facebook no vas a cambiar la realidad de un país, pero tampoco con un fórum o con una marcha. La realidad de un país se cambia con la educación constante”, reafirmó con profunda convicción.

Sin embargo, no desestima la necesidad de trasladar las luchas al mundo físico, pues afirmó que mientras eso no suceda, las demandas sociales continuarán ignorándose.

https://youtu.be/19Q7ba5T-gQ

La situación actual del país, Yaser Morazán la vive de forma desesperanzadora. Esto debido a la “cultura del miedo”. Según él, los nicaragüenses tienen miedo a expresar su opinión: desde los espacios de trabajo hasta la esfera personal. “Hay un grupo de personas que someten a la mayoría, y esa mayoría por su capacidad económica es incapaz de objetar, de contradecir (…) Yo creo que el fenómeno de la cultura del miedo tiene secuestrada a la sociedad nicaragüense”.

La espada de la escritura, ahora en línea

El formato es lo único que ha cambiado, la esencia es la misma. A lo largo de la historia, la escritura ha sido el arma clave de los intelectuales para despertar a las masas, invocar rebeliones o acompañar a las clases oprimidas a levantarse.

En estos tiempos, cualquiera puede crear su blog desde las distintas plataformas digitales. El estilo se adapta a los requerimientos de una sociedad que necesita la mayor información posible en el menor tiempo.

María José Díaz es trabajadora social y activista feminista. Es directora de la Asociación para la Sobrevivencia y el Desarrollo Local (Asodel) y trabaja de cerca con comunidades rurales en su natal Chinandega. En medio de su trabajo investigativo, tiene tiempo para otra de sus pasiones: la escritura.

Ciudadana Clitoriana se titula su columna, un espacio de diálogo sobre temas de feminismo.

Nunca tuvo la intención de convertirse en una “actora política” como tal, sino realizar el simple ejercicio de compartir lo dialogado entre ella misma y su círculo social; conversaciones que van desde la forma de vivir el cuerpo y la violencia en las calles. “Eso es lo que Ciudadana Clitoriana intenta: dar un salto a la voz pública”, explica.

Su activismo en la red no está desvinculado del plano físico. Trabajar en las comunidades de Chinandega, donde hay todavía rezagos en el acceso a Internet, le ha enseñado el limitado alcance que tiene el ciberactivismo en algunas zonas de Nicaragua.

“Mucho del trabajo cibernético, en las redes sociales, no tiene el efecto permanente en la juventud rural”, dice. Todo lo que ha visto en su trabajo de campo, lo trata de trasladar mediante su narrativa a las plataformas virtuales, para que las personas del área urbana conozcan las vivencias, inquietudes y dilemas de esas zonas.

Coincide con otros ciberactivistas en que deben existir distintas formas de participación ciudadana. Sin embargo, las plataformas virtuales, según ella, no son un medio en el cual se pueda lograr un cambio total. La única forma en que los cambios sociales se den, es mediante la “motivación a cambiar”, asegura.

Su crítica recae no a las plataformas virtuales como tal, sino en las personas detrás de ellas. Ella apuesta primero a educar al individuo y luego que estos conformen las masas. Pero que existan estas personas en las redes, crea un balance en la sociedad, dice. Para ella, igual de importante es el activismo urbano y el digital.

Díaz tiene trazado continuar con las colaboraciones que realiza en Políticamente Incorrecto e incursionar también en otros espacios de blogueros nicaragüenses y seguir con el estudio de las afectaciones de la Revolución Popular Sandinista a nivel generacional.

Los mundos de “Simone”

Gabriela Montiel es docente de la Universidad Centroamericana y bloguera activista desde hace ocho años. Su trinchera es la escritura, la poesía y el rap. Así lleva mensajes de conciencia social y feminismo.

Es autora del blog Los Mundos de Simone, espacio que nació con la idea de hablar sobre historias que “no se quieren escuchar”.

La escritura es una herramienta importante para las mujeres, porque “les permite nombrar el mundo”, explica. Para Gabriela Montiel, o ‘Simone’, como se le conoce en las redes, no hay línea divisoria entre lo que escribe y lo que vive. Cada cosa que postea tiene que ver con su postura política ante el mundo.

El tema de lo virtual y la tecnología, según Montiel, es un complemento para las verdaderas acciones. “Creer y suponer que lo virtual y lo tecnológico viene a sustituir, es una de las principales problemáticas que tenemos a nivel de diálogo (…) Honestamente sí creo que existe una necesidad y una urgencia por ir más allá de lo que se hace en las redes sociales”.

Gabriela Montiel | Carlos Herrera | Niú

Las manifestaciones no son una forma de presión que funcione en el país, opina. Se requieren herramientas políticas que vayan “más allá” de las convencionales. Ejemplos que propone son los performances, las intervenciones del espacio urbano o iniciativas como la Bicicletada Managua. “Sí, salgamos a las calles, pero habitemos ese espacio y establezcamos condiciones de diálogo y de preguntas, pero no desde esa rabia que enceguece, sino de esa rabia organizada”, explica.

“Intervalo”, la promesa de un medio de opinión

A través de documentales cortos, sátira y producciones audiovisuales, Saúl Verde incita al debate.

‘American Dream’ se titula uno de sus últimos trabajos. En él aparece una mujer blanca, vestida de negro y gafas oscuras. Camina por las calles de Managua y sus barrios marginados, se topa con niños en las aceras, mujeres que lavan ropa y árboles de la vida, en un escenario reinado por el surrealismo: derroche y carencia coqueteando entre sí.

Intervalo ha producido desde el 2016 una serie de videos artísticos, entrevistas y documentales de contenido político y social. La crisis actual, fue lo que impulsó a Saúl Verde, estudiante de Diseño y Comunicación Visual, a fundar su propio “medio de opinión”.

Según él, un medio digital tiene la capacidad de captar a más audiencia y es una forma “más fácil de comunicar”. “Empecé a replantear este proyecto de Intervalo como una plataforma de comunicación para todos esos jóvenes que necesitan saber de política y necesitan involucrarse en la realidad del país. No es tarea solo de los políticos ni tarea solo de la gente que toma decisiones”, explica.

Saúl Verde | Carlos Herrera | Niú

Su público son hombres y mujeres jóvenes, quienes tienen la mayor presencia en las redes.

Antes que salir a las calles y hacer llamados a manifestarse, Saúl Verde apuesta con su plataforma a “hacer un llamado al pensamiento”. “Lo que necesitamos no sé si sea acción en las calles, porque protestar y generar violencia es algo con lo que estas generaciones ya quedaron demasiado traumadas”, dice.

Sin embargo, las marchas realizadas por los campesinos para derogar la ley 717 se podrían tildar de “exitosas”, pues se ha logrado visibilizar a un movimiento con resultados cuantificables. Los campesinos han ejercido su derecho básico a manifestarse, acción cívica que está contemplada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo 18.

La Constitución Política de Nicaragua en su artículo 30, también habla sobre el derecho a expresarse libremente a través de todos los medios existentes. No obstante Saúl Verde es tajante al afirmar que “esto no está funcionando”, debido a que la Policía Nacional y las instituciones que, en teoría, deberían de velar por la seguridad de todos los nicaragüenses reprimen incluso con violencia. El llamado que él hace es a ejercer el derecho a manifestarse, pero con “innovación”.

A través de un video que simula un videojuego de Mario Bros, Eduardo Montealegre corre contra Pedro Reyes saltando ladrillos y obstáculos. Al llegar al final, Pedro Reyes toma ventaja y se lleva la bandera del PLI, eliminando del juego a Montealegre. Intervalo ilustró así un tema político que de otra manera su nivel de alcance hubiera sido menor en el público joven. La sátira también es una forma de comunicación que atrae a los usuarios de las redes sociales.

Su intención es combinar este tipo de contenido frío y acompañarlo con análisis y notas informativas a través de un blog que actualmente está en desarrollo.

La iniciativa no cuenta con un sustento económico, todo sale del bolsillo de Verde y algunos colaboradores. Aun así, no deja de soñar en grande. Sus proyecciones son: Crear un mejor formato, llegar a un público internacional y situarse como uno de los principales medios de opinión en el país.

Amoldarse es el futuro

Barack Obama será recordado históricamente por ser el primer presidente de los Estados Unidos que anexó a su campaña estrategias de marketing digital y la utilizó hasta los días finales de su mandato. Esto fue posible, según el experto en TIC Carlos Roberto Fonseca, por amoldar lenguajes y códigos aptos para esta generación.

“A mí me parece que el problema está en los actores tradicionales. Los políticos y activistas tratan de involucrar a los jóvenes, pero no logran hacerlo bien, porque quizás no comprenden las nuevas formas y los nuevos lenguajes que vienen de la mano de estas plataformas”, argumentó.

Los principales actores políticos tradicionales de Nicaragua no han logrado aún dar este paso en materia de comunicación. Plantones y marchas fueron convocados a lo largo del 2016 por algunos sectores en puntos estratégicos donde se moviliza público joven, como recintos universitarios y centros comerciales, pero no lograron masificar su lucha.

Para adentrarse de una manera óptima a este público, es necesario “experimentar más”, medir el impacto y crear cifras. Solo de esta forma es posible posicionar a Nicaragua en las plataformas digitales.

“La interacción ocurre ya no en las plazas, ya no en las calles, sino en estos nuevos espacios de conversación.”, valoró el experto.

Las redes sociales se convirtieron en esta nueva zona explosiva, con sus comentarios, likes, empatía o apatía, un lugar para el diálogo que toma cada vez más fuerza y es capaz de reescribir la historia de un país. En Guatemala, un presidente fue echado del poder gracias a la beligerancia de un movimiento formado a partir de un comentario en Facebook y esto fue gracias a la indignación en las redes trasladada a las calles.