Música
#ElPlaylistDeMiVida
Estas son las canciones favoritas del galardonado periodista colombiano Alberto Salcedo Ramos
Alberto Salcedo Ramos tiene una capacidad inacabable para contar chistes. Este periodista puede lanzarse en una sola velada 1, 256 ocurrencias muy propias de su natal caribe colombiano, conjugando “la monda” sin empacho en cualquier cuento. O imitar el acento de los cubanos de Santiago y cantar: “mamá yo quiero saber de dónde son los cantantes”, para luego hablarte del Trío Matamoros. Este cronista (uno de los más importantes en Latinoamérica en la actualidad) no sólo es un oráculo del chiste sino un gran sabedor de que la música es un estado del alma para disfrutar la vida.
En sus recorridos por Latinoamérica en busca de sus crónicas, Salcedo Ramos ha redescubierto a nuestros juglares: A Emiliano Zuleta de La Gota Fría, a José Benito Barros de La Piragua, o a Diomedes Díaz y su eterna parranda. Esas andanzas le permiten recomendar canciones con la misma facilidad que libros, o de remachar las ideas con frases de los autores que ha leído.
Una noche en Managua, durante el encuentro Centroamérica Cuenta, cuando Salcedo Ramos impartía un taller de crónicas de la Fundación García Márquez, estábamos bailando periodistas de Latinoamérica y España. El maestro pidió otra canción que suspendió momentáneamente la algarabía. Fue una pausa tierna cuando Pedro Infante cantó: No hace falta que salga la luna / pa’ venir a cantar mi canción / ni hace falta que el cielo este lindo / pa’ venir a entregarte mi amor.
El playlist de Salcedo es variado. Y no solo queda en Latinoamérica. Le gustan tanto la música y las historias que tiene un programa radial llamado del «Canto al Cuento». Estas son sus «rolas».
1. Una canción que te transporte al Caribe de tu infancia
Yo me crié entre adultos mayores. En esa época odiaba la música que ellos ponían. O eso creía. Años después descubrí que en realidad amaba esas canciones. De niño pensaba que los únicos viejos de esta historia eran los adultos, pero resulta que yo ya era un viejo precoz aunque no me hubiese dado cuenta. Creo que uno tiende a oír más la música de los abuelos que la de los hijos. De modo que para yo remitirme al Caribe de mi infancia sugeriría poner en una radiola un disco de vinilo con cualquier canción de Ismael Rivera. Por ejemplo, “Mi jaragual”.
2. Una canción para enamorar
Ahí me la pones complicada. No creo que haya que tener un baúl con canciones clasificadas para esos fines. Cada carrera produce una sed diferente, así que todo depende de lo que quieras decir y hasta de la forma en que se alinean los astros. A mí me encanta “Serenata sin luna” en la versión de Pedro Infante, pero esa no es una canción para enamorar sino más bien para agradecer “el don del amor”.
3. Una canción que no podas resistir bailar
Hay noches en que bailo de manera maravillosa. Después me despierto. En sueños todos sacudimos el esqueleto con la gracia de Josephine Baker. A mí siempre me dan ganas de bailar: lo jodido es hacerlo bien. Me atrevo a proponer ‘La canillona’, de los hermanos Juan y Carlos Piña, una delicia.
4. Una canción para escribir una crónica
La música me gusta tanto, tanto, tanto, que se roba toda mi atención y no me permite hacer ninguna otra cosa. En todo caso, mientras escribo hago pausas para tomar aire y relajarme un poco. La música que pongo en ese momento depende del estado de ánimo en que me encuentre por cómo vaya fluyendo el texto. Billie Holiday cae muy bien en esos momentos.
5. Aquella canción que te levanta el ánimo cuando estás deprimido
Un golpeteo de tambores de cualquier isla del Caribe.
6. La canción más linda del mundo
“Siboney”, de Ernesto Lecuona.
7. La canción que te gusta oír cuando estas borracho
El paseo vallenato “Fantasía”, cantado por Diomedes Díaz.
8. Una canción para desbloquearte
Cualquier calypso del maravilloso Mighty Sparrow. Por ejemplo, “Mr. Walker”.
9. Una canción para hacer el amor
Prefiero la banda sonora natural.
10. Una canción que defina al Periodismo
“Periódico de ayer”, de Tite Curet Alonso. Si lo único que un periódico te ofrece es inmediatez, al día siguiente está liquidado. Como dice esta canción, “¿y para qué leer un periódico de ayer?”.
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