Música

La odisea nica para ver a Guns N’ Roses en Costa Rica
Osiris Castillo | Cortesía | Niú

Dos nicas nos cuentan lo que hicieron para ver a Guns N’ Roses en Costa Rica. Así estuvo el concierto de esta legendaria banda de rock

     

¿Qué probabilidades tenés de ver a una de las bandas más legendarias del mundo, escuchar y corear sus canciones al lado de miles de fanáticos como vos, y tener a tus ídolos a un par de metros de distancia? Decenas de nicas no quisieron quedarse con el «hubiera» y cruzaron la frontera con Costa Rica para ver cómo este 26 de noviembre el grupo Guns n’ Roses hacía historia al son de la guitarra eléctrica de Slash.

Aquí dos versiones del mismo concierto:

Un viajero rockero

Osiris Castillo es el tipo de persona que si sabe que una banda que “le cuadra” va a tocar en la región, deja todo por ir a verla.

Recuerda que en cuanto anunciaron que Guns N’ Roses tocaría por primera vez en Costa Rica, no dudó en irse a comprar su ticket, el proceso aunque fue tedioso (ya que se requiere de una tarjeta de crédito costarricense para adquirir los boletos) le consiguió el pase para una experiencia “inolvidable”.

El viaje inició el viernes 25 de noviembre. Lo acompañaban once personas, todos amigos, que se habían unido para que los costos fuesen menores y para no sentirse “solos” entre el mar de gente que llegaría al concierto. Aunque hubo algunos inconvenientes con el transporte, partieron de tierra nicaragüense a las 12 del día, en un bus con rumbo directo a Costa Rica.

Osiris Castillo | Cortesía | Niú
Osiris Castillo (de camiseta de los Simpsons) | Cortesía | Niú

Guns N’ Roses no ha sido el primer concierto al Osiris va fuera del país. En el año este es el cuarto. El primero, fue de Roger Waters (ex integrante de Pink Floyd) en México, después a Radiohead en agosto, Metallica en Costa Rica y finalmente “Los Guns”, por eso, ya estaba acostumbrado a los problemas que podrían aparecer.

A este ingeniero civil de 33 años, desde pequeño le ha gustado la banda. Él sigue “rockeando” como si aún fuese el chavalo de 15 que apenas descubría las letras de esta emblemática agrupación. “Si no iba, no me lo iba a perdonar”, asevera.

Una de las partes favoritas de Osiris fue la convivencia que hubo en la fila. “Había gente de todo tipo, no había distinción por raza, género, procedencia, lo que importaba era la música”, recuerda.

Y es que para muchos, la fila en un concierto es sinónimo de enojo y frustración, sin embargo, para este grupo de rockeros, significó emoción pura: poder hablar con personas de todo tipo, compartir alimentos y cervezas, platicar sobre la banda, sus integrantes y la admiración que sienten por ellos. “Miles de personas como vos, que te aceptaban a como fueras”, describe.

Osiris Castillo | Cortesía | Niú
Osiris Castillo | Cortesía | Niú

Cayó el sol y se abrieron las puertas que dejaban al descubierto a los Guns N’ Roses. Axl Rose, líder y vocalista, se veía distinto al jovencito rompecorazones que sale en vídeos como November Rain. Por Slash y Duff McKagan también han pasado los años, pero por su música no. La calidad de su talento, seguía intacta, dice Osiris. El poder de mover masas era el mismo que el de 1986, año de su creación.

El concierto comenzó alrededor de las 07:30 de la noche, pero se encendió con un grito ya muy conocido de Rose que decía: “Do you know where the fuck you are?”. El público se extasió, cuando respondió: “You´re in the Jungle Baby”.

La lluvia comenzó a caer, pero no detuvo ni a la banda, ni al público a seguir disfrutando del espectáculo. Luego sonó Knockin on Heaven’s Door, canción que le dedicaron a las víctimas del Huracán Otto, afuera del estadio habían alcancías para donar a las personas afectadas por este desastre natural.

Todos los sacrificios de los aficionados valieron la pena cuando sonó  Paradise City, la canción que ponía fin al concierto y los aterrizaba un poquito hacía la realidad.

Gunner desde chiquita

Nadia Tchmyreva se declara “súper híper fanática” de los Guns N’ Roses. Se sabe todas las canciones de memoria, admira a los integrantes, y verlos para ella era un sueño lejano, ya que la banda original se había separado hace alrededor de 20 años.

En 2016, los miembros originales se unieron para hacer un tour mundial “Not In This Lifetime…” Y en realidad, para muchos fans, esta oportunidad, era de otro mundo.

Cuando Nadia se enteró que llegarían a Costa Rica no podía creerlo.

Junto a su esposo emprendió el viaje para ver a sus ídolos. Como sabían las peripecias de irse en bus, decidieron viajar en su vehículo. Para recortar gastos convencieron a dos amigos más a unirse a ellos.

Esta consejera de admisiones en Keiser University,  tiene 32 años, y recuerda que la primera vez que oyó a la banda fue cuando miró el vídeo de “Don’t Cry”, en 1997, desde entonces los ha seguido religiosamente, y se sentía triste porque pensó que nunca los vería en concierto.

Osiris Castillo | Cortesía | Niú
Osiris Castillo | Cortesía | Niú

Guns N’ Roses ha estado en la escena musical del rock, desde ya hace décadas. Según la revista Rolling Stone, son unos de los mejores 100 artistas de toda la historia. En los años ochenta, marcaron tendencias y le dieron una cara fresca al rock. Han vendido más de cien millones de copias de sus seis álbumes.

Sus canciones siguen sonando, casi 30 años después de que salieran. Como se puede ver a un niño cantando “Rocket Queen” te podés topar a un adulto rockeando con “Welcome to The Jungle”. Sin duda, son íconos.

No es la primera vez que Nadia asiste a un gran concierto fuera del país: así logró a ver a Soda Stereo y a Los Fabulosos Cadillacs.

Ella, su esposo y sus amigos salieron de Nicaragua el viernes por la tarde. Escuchaban rock y disfrutaban de la carretera. En la frontera tuvieron inconvenientes que los retrasaron por más de cuatro horas, y para colmo cuando entraron a tierra costarricense se perdieron. No conocían el lugar y llegaron a su destino final a la una de la mañana del sábado.

Durmieron poco, porque uno de ellos no había comprado su boleto de entrada, y tenían que ir al estadio a primera hora para tratar de buscar pases con los revendedores.

Consiguieron el ticket, estaban emocionados, ansiosos. Decidieron quedarse en un bar frente del Estadio Nacional, donde había más fans nicaragüenses: hubo bromas, música y ese sabor nica que es reconocible en cualquier lado del mundo.

Osiris Castillo | Cortesía | Niú
Osiris Castillo | Cortesía | Niú

Llegó la hora de entrar, esperaron casi una hora para escuchar el grito del emblemático Axl Rose. El público estaba extasiado.

Para Nadia una de las mejores partes fueron los covers. Los Guns versionaron a Pink Floyd, Paul McCartney, The Rolling Stones, entre otros. También le encantó que tocaran “Estranged” (la canción favorita de ella).

Muchos fans aplaudieron el hecho que al grupo no los detuvo ni la lluvia, así les demostraban, dicen, que la gira no se trataba de “no tenemos dinero y queremos recoger un poco”, sino que en realidad aman lo que hacen, como sus fanáticos los aman a ellos.

Mucha gente lloró, otros no pararon de saltar y corear los temas. La pasión estaba en el ambiente. El concierto terminó a las 10 de la noche, casi a las 11, pero el recuerdo quedó ahí.

La mañana siguiente el grupo de nicas partió de vuelta a su país, en el camino revisaban los vídeos, recordaban todos los momentos, y reflexionaban la suerte que habían tenido de presenciar cómo se hizo historia a través de la música.

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