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La visita de los eurodiputados a Nicaragua en cinco claves
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Representación de los once eurodiputados que conformaron la visita de tres días a Nicaragua. Carlos Herrera | Niú

Los parlamentarios no creen en la hipótesis del “golpe de Estado” y demandan que regresen organismos internacionales de derechos humanos

La delegación de once diputados del Parlamento Europeo fue contundente. En una conferencia de prensa la tarde del sábado, donde expusieron las conclusiones de su visita, admitieron no creer en “la hipótesis del golpe de Estado” del Gobierno. Además, manifestaron que fue “un grave error” la expulsión de las organizaciones de derechos humanos que seguían la crisis política en el país.

La misión arribó el miércoles y pudo observar una Managua militarizada por antimotines y policías, desplegados en las principales vías de la capital tras el anuncio de una manifestación cívica convocada por la empresa privada.

Los parlamentarios también visitaron las cárceles donde permanecen centenares de presos políticos que han enfrentado procesos judiciales no apegados al derecho, según han declarado algunos de sus abogados defensores.

Niú te resume cinco conclusiones a las que llegaron los eurodiputados relacionadas con la búsqueda de una salida pacífica a la crisis que vive el país desde hace nueve meses.

No hay pruebas del “golpe de Estado”

«El Gobierno y sus interlocutores oficiales nos insisten en la tesis de un golpe de Estado violento, actos terroristas, violencia, y sobre todo una agresión interna. No creemos en esta hipótesis», dijo el español Ramón Jáuregui, en representación de los once parlamentarios que visitaron el país por tres días.

Según los eurodiputados, la tesis del golpe de Estado es «especulativa, partidista, (y) no está sustentada en ninguna prueba», y se mostraron convencidos de que la crisis de Nicaragua es una consecuencia de «la represión».

El discurso de Daniel Ortega y Rosario Murillo se ha enfocado en tildar de “terroristas” a los ciudadanos que se oponen a su gobierno. Desde obispos, empresarios, defensores de derechos humanos, periodistas y civiles han sido tachados de “golpistas” en los últimos meses.

“No es posible que en Nicaragua los terroristas son más que los del Estado Islámico en Siria e Irak juntos», ironizó Stelios Kouloglou, diputado griego del Parlamento Europeo por la Coalición de la Izquierda Radical (Syriza).

Nicaragua vive una “grave crisis de derecho”

Los parlamentarios confirmaron que el país está sumido en una grave crisis de democracia y derechos humanos. Apuntaron en su rotundo comunicado que tres libertades “fundamentales” se encuentran en peligro: “la expresión, la reunión y la manifestación están seriamente prohibidas, limitadas”, mencionó Jáuregui. “Un número importante de presos políticos lo están por el ejercicio de esos derechos. Los procesos judiciales no gozan de las garantías procesales y penales suficientes. Las condiciones carcelarias no son adecuadas”, agregó.

En una visita realizada a la Dirección de Auxilio Judicial, donde se encuentra el periodista Miguel Mora y Lucia Pineda Ubau, los eurodiputados comentaron que Mora llevaba 35 días sin ver la luz de sol y les había pedido una biblia. “No es admisible”, dijeron los parlamentarios ante este hecho.

A la crisis de derecho, también le sigue una crisis política. Los diplomáticos advirtieron de la existencia de “dos Nicaraguas”, una “oficialista y otra que pide la paz, la libertad y mejor democracia”.

La posibilidad de una guerra interna

Ante “la polarización social y política, el extremismo entre las dos Nicaragua avanza”, mencionó Jáuregui. Por lo tanto, “los riesgos de una guerra interna no son despreciables. Lo dijo en una carta el señor (Rafael) Solís, que me parece una voz autorizada a este respecto”, agregó.

En la misiva de renuncia que publicó Rafael Solís, el exmagistrado advirtió que, de no arreglarse la situación política del país a través de un diálogo nacional, la posibilidad de una guerra civil estaba presente.

Conferencia de prensa de los eurodiputados en Managua. Carlos Herrera | Confidencial

“Al pueblo nicaragüense le recuerdo que hay un pasado demasiado bélico en el país. Y hay un crecimiento poderoso del odio entre las dos partes. Eso es crisis política”, continuó el eurodiputado español.

Debe instaurarse un diálogo con urgencia

Ante este panorama, la misión de la Unión Europea urgió en la restauración del diálogo nacional, que desde junio ha quedado suspendido por la falta de voluntad del Gobierno.

“(Nicaragua) necesita recuperar el diálogo y la negociación entre gobierno y oposición. Entre esas dos Nicaragua tan legítimas y tan reales. No hay salida si una Nicaragua aplasta a la otra. Necesitan reconocerse y respetarse. Necesitan negociar las condiciones de la democracia; necesitan acordar las condiciones de la convivencia”, declaró la misión.

En este diálogo se deberán abordar, según los parlamentarios, las reformas electorales para asegurar elecciones creíbles y que respondan a los estándares internacionales.

Tres condiciones mínimas para instaurar el diálogo

La misión de la UE declaró que el Gobierno debe ceder a condiciones, como la libertad provisional para algunos presos políticos. “No estamos pidiendo nada contrario al ordenamiento jurídico del país. En el proceso transitorio a la sentencia, casa por cárcel es mejor que cárcel inadecuada. Es más justo”, afirmó Jáugueri.

La segunda condición es que se detenga el acoso a los líderes sociales y que se restaure la libertad de protesta cívica, contempladas en la Constitución Política de Nicaragua. En octubre, el régimen declaró ilegales las marchas convocadas por los movimientos y desde entonces la Policía Nacional se ha negado a dar “autorización”.

La tercera condición: que se permita el retorno de las organizaciones de derechos humanos internacionales y los mecanismos de seguimiento como el GIEI y el Meseni, que fueron expulsados del país por órdenes del Ejecutivo.