Música

El camino de Lana del Rey hacia el placer por la vida
Lana del Rey
Aparecida Larissa | Flickr | All creative commons

Lana del Rey sacó su quinto álbum de estudio “Lust for Life”. Esto he aprendido de su música

     

En 2012 Lana del Rey comenzaba a brillar dentro de la industria musical. Video Games había sido declarado el himno del amor, Blue Jeans el del despecho. Su extraña voz con una vibra del siglo pasado había hechizado a miles de personas alrededor del mundo. Entre ellas, a una niña que en ese momento tenía 13 años, y que ahora escribe esto.

Hace unos días Elizabeth Woolridge Grant –ese es su verdadero nombre– sacó su quinto álbum de estudio “Lust for Life”. Con él vuelve a las raíces de sus primeras canciones, la nostalgia del pasado con delicadas pinceladas del presente y el futuro. La discografía de esta artista, para algunos, ha capturado la esencia de esta generación: rota pero con esperanzas de avanzar. Sus letras, que perfectamente pueden convertirse en piezas cinematográficas, inspiran y explican sobre el amor y el odio, la inocencia y su pérdida, y la vida y la muerte.

A Lana la conocí por Tumblr, una red social “underground” donde podés publicar textos, imágenes, vídeos, enlaces, citas y audios al estilo de un microblog. Ella es una especie de majestad ahí. Yo tenía 13 años y estaba hambrienta por nueva música. Así encontré Video Games, la primera canción con fama internacional que sacó. Desde ese momento algo cambió en mí.

En ese tema hablaba sobre el amor y la vida. Pero en su primer disco «Born to Die» de eso había poco. La mayoría de canciones le cantan a la juventud perdida. Un reflejo de los primeros años de Lana Del Rey: en su adolescencia fue echada de su casa, tuvo problemas de alcoholismo a los 14 años y sufría depresión. Su música era y es el consuelo de muchos. Un «yo también estoy triste» con melodía.

Sus otros discos son un canal para comprenderla mejor. Paradise, su segunda producción discográfica, fue el reflejo de su intelecto: en la universidad estudió Metafísica, escribe poesía y es directora de arte audiovisual.

En un monólogo del vídeo musical «Ride» dice:

Siempre fui una chica inusual, mi madre me decía que tenía un alma camaleónica. Ninguna brújula moral ajustaba mi norte, no tenía una personalidad fija. Solo un indeciso interior que era tan ancho y titubeante como el océano. Y si se dijera que no había planeado convertirme en eso, hubiera mentido. Porque yo nací para ser «la otra mujer». No pertenecí a nadie y a la misma pertenecí a todos. No tuve nada. Quise todo con un fuego para cada experiencia y obsesión para obtener la libertad que me aterrorizó al punto de que incluso no podía hablar sobre ello. Que me empujó a un punto nómada de locura que, ambos, me deslumbraron y tambalearon.

Su tercer disco, «Ultraviolence», dejó ver sus deseos y pasiones: amores prohibidos, deseos por sobresalir, odio y desengaño. En 2015 saca «Honeymoon», su cuarto álbum, donde exploró las relaciones de tortura, la amargura y la lujuria. Reflexionó sobre sus emociones y su humor en la época de escritura, siendo más surrealista y menos autobiográfico que sus otras producciones.

Después de eso tuvimos dos años sin escuchar su voz. En ese tiempo Lana admite que vivió un proceso de empezar a amar al mundo. Separarse de personas y cosas que no necesitaba. Vivir por sus fanáticos. Tener lujuria por la vida. 

Lust for Life, su último disco, no abandona ni la voz estupenda ni las letras profundas. Nos trae a Lana del Rey del pasado con una mirada más boyante hacia la vida. En este disco incluye colaboraciones magistrales con ASAP Rocky, The Weeknd, Sean Ono Lennon y Stevie Nicks. Letras dedicadas a las personas que la han acompañado todo este tiempo. Amor sin ser tóxico. Vida en plenitud.

Lana ha aprendido a ver la belleza que existe en todos lados y ha logrado enseñarle eso a la humanidad. Ella no es solo una cara hermosa, banderas americanas –que dejará de usar como manifestación en contra de Donald Trump– o flores en la cabeza. Es una persona ansiosa por ver lo que viene. Como yo y como vos.

You get ready, you get all dressed up
To go nowhere in particular
Back to work or the coffee shop
Doesn’t matter ‘cause it’s enough
To be young and in love (ah, ah)
To be young and in love (ah, ah)

Coro de «Love», primer sencillo de Lust for Life.

Sin dudarlo, muchos hemos vivido este proceso a su lado, indirectamente. Sus canciones han sido una guía. Y, quizás, Lust for Life, es una declaración de amor por la vida propia. Adueñada individualmente por cada persona que escucha su voz mágica y antigua. Que quiere ver qué pasa después de la muerte pero disfruta lo que hay en el presente.


Si deseás saber más sobre Lana y su música. Estas son cinco canciones que debés escuchar:

«Love», de Lust for Life

«Without you», de Born to Die

«Old Money», de Ultraviolence

https://www.youtube.com/watch?v=0MaAPzg_YbQ

«Music to Watch Boys to», de Honeymoon

«American», de Paradise

Y aquí tres artistas, que si te gusta Lana, también te pueden atrapar

1. Marina and The Diamonds

2. Florence and The Machine

3. AURORA

 

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