A 35 kilómetros al noreste de Managua, los baños termales del municipio de Tipitapa son un manantial de agua que sale a 70 grados centígrados y brota de una arteria del volcán Masaya, situado a 49 kilómetros.
Cuando el agua cristalina llega a las piscinas, ubicadas en Tipitapa, a 25 minutos de la capital, ya disminuye a 40 o 50 grados, explicó a Efe el administrador de los termales, Darlis López.
Al igual que en épocas remotas donde las civilizaciones los utilizaban para curar enfermedades, ahora estos pozos termales atraen a los visitantes por las características medicinales y curativas que tiene el agua, producto de la alta concentración de minerales y del proceso natural que atraviesa en su camino subterráneo.
«Ellos (los clientes) lo toman como terapia, que esta agua es curativa. Hay testimonios de clientes que vinieron con impedimentos al caminar y, bajo intensa terapia, han logrado aliviarse casi en un 80 por ciento», aseguró el administrador.
Se cree que las aguas termales pueden ayudar a aliviar y, en algunos casos, curar problemas de reumatismo y mejorar el funcionamiento del sistema nervioso autonómico del cuerpo.
También estimulan el sistema inmune, la producción de endorfinas y regulación de las funciones glandulares, entre otros.
Para entrar a este lugar, manejado por el Gobierno central, deben pagarse 40 córdobas (1,2 dólares) por adulto y 30 córdobas por niño (1 dólar). Por este precio podés permanecer hasta por 12 horas en las dos piscinas con agua caliente, y para los menores, otra poza con agua a temperatura ambiente.
El perímetro también alberga un baño sauna y una sala de «masajes relajantes», realizados por personas con discapacidad visual, indicó López.
A este sitio, que existe desde hace 75 años, ingresan al menos mil personas durante los fines de semana, y en los restantes, entre 40 y 60 visitantes diarios.
El centro también es visitado por miembros de equipos de fútbol, boxeadores, y fisicoculturitas profesionales que llegan al sitio para liberar su cuerpo de toxinas.
Vanessa Blandino, de 26 años, lleva al menos tres años visitando los termales por padecer de espolón calcáneo, un recrecimiento de hueso que se crea en la parte posterior de la planta del pie, y que en ocasiones le causa dolor al caminar.
«Asistimos cada semana aquí. Padezco de espolón y desde que vengo aquí se me han quitado estos dolores», comenta a Efe.
El agua de los termales «es bien efectiva», recomienda y a su vez explica que se baña en el agua caliente por 20 minutos y otros 20 los pasa en el sauna. El procedimiento lo repite cuatro veces.
El Gobierno central invertirá en el local alrededor de 2 millones de córdobas (unos 64.516 dólares), y de ese monto, se destinarán 380.000 córdobas (unos 12.258 dólares) al sauna para cambiar la madera del piso y colocarle ventanales de vidrio resistente a las altas temperaturas.
«Este lugar es muy bonito. Aquí mucha gente se ha curado, se ha sanado, ha adelgazado. Yo era gordo y he bajado bastantes libras», señala, por su parte Marvin Galeano, de 60 años, que religiosamente visita el lugar cada semana.
En el centro turístico Aguas Termales de Tipitapa, trabajan 14 personas, quienes se encargan de limpiar las piscinas cada semana, mantener limpio el sitio y atender los miles de clientes que ingresan para aliviar sus diferentes enfermedades o simplemente mitigar el estrés acumulado