La Mujer Maravilla le llegó a Gal Gadot justo cuando la actriz renunciaría a Hollywood, a los directores y sus desplantes. “No conseguía lo que quería —tenía grandes audiciones, muy buenas pruebas frente a cámara, pero siempre quedaba en segundo lugar—”, confesó la intérprete israelí al New York Times.
Gadot regresaría a estudiar Derecho —carrera que abandonó para ser actriz— pero audicionó para un papel «secreto» que la convirtió en un hito: La Mujer Maravilla por primera vez protagoniza una película de superhéroes y una película de superhéroes por primera vez es dirigida por una mujer.
Patty Jenkins esperó una década para que aceptaran el rumbo que ella proponía con su dirección: la princesa Diana, hija de Zeus, crece entre amazonas y desafía a su madre al entrenarse en secreto con su tía Antíope, una feroz guerrera interpretada por Robin Wright (Claire de House of Cards).
La princesa no conoce sus poderes, ni su origen verdadero, hasta que un piloto estadounidense cae en la isla de —solo mujeres— en la que ella creció. La cinta se desarrolla en los años de la Primera Guerra Mundial y la Mujer Maravilla, que como personaje nació a principios de los 40 en el universo de DC Comics, descubre la devastación causada por la crueldad de los seres humanos.
Está determinada a salvar el mundo, a cumplir con su sagrada misión de derrotar a Ares y su bondad es, según ha dicho Gadot, su mejor arma y también su kryptonita.
Diana es erudita, políglota y tiene un inquebrantable sentido de la justicia. «Necesita ser optimista sin llegar a ser ingenua, feroz pero no aterradora, buena pero sin aburrir, ajena pero no inhumana», ha dicho la actriz israelí.
El filme, a diferencia de otros del universo DC como «Batman vs Superman: Dawn of Justice» y «Suicide Squad», ha sido aplaudido por la crítica, tiene un 94 por ciento de aprobación en Rotten Tomatoes, y es bendecido en la taquilla: recaudó 100,5 millones de dólares, convirtiéndose en el mejor estreno de la historia a cargo de una directora.
La película además ha atraído al público femenino a las salas de cine. De acuerdo a The Hollywood Reporter, más del 50 por ciento de sus asistentes son mujeres, una balanza que usualmente se inclina hacia los varones. En algunos cines de Estados Unidos, incluso, han organizado proyecciones exclusivas para mujeres.
Gadot, que antes de convertirse en Mujer Maravilla fue Miss Israel y miembro del Ejército de ese país, ha dicho que su personaje es un ícono feminista porque no ve diferencias entre hombres y mujeres, y «para mí, el feminismo es igualdad», sentencia.
Diana es valiente, decidida e ingeniosa. Reconoce haber leído intensivamente sobre el sexo y lo poco que los hombres a veces saben sobre el placer.
Por el halo que la rodea, en las redes se ha debatido hasta si la heroína debería o no tener las axilas depiladas, a lo que la actriz ha respondido: «creo que hay una idea muy equivocada sobre lo que significa ser feminista, porque hay gente que lo ve como algo negativo. Que odiamos a los hombres o vamos por ahí quemando sujetadores y no nos depilamos las axilas. No es eso. Es tener las mismas oportunidades y los mismos derechos, y todo el mundo debería ser feminista».
El éxito de la cinta ha sido tal que Warner Bros ya anunció que habrá una segunda parte ambientada en Estados Unidos y en la que estarán Gadot y Jenkins.
La poca calidad de algunas animaciones por computadora le restan encanto a la película, aunque en ningún momento se nota que la actriz tenía cinco meses de embarazo al rodar los reshoots de la cinta.
En la Mujer Maravilla hay acción, romance, coqueteo, humor. La trama agradece los giros inesperados y «Gadot tiene una presencia majestuosa y es carismática casi sin esforzarse. Le da a Mujer Maravilla un destello del Hollywood clásico«, resaltan los críticos.
“La Mujer Maravilla”
(Wonder Woman)
Director: Patty Jenkins
Duración: 141 minutos