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“Las redes sociales han sido nuestros ojos”

Una imagen diseñada con la etiqueta #SOSINSS, circuló por las redes sociales, invitando a un plantón ciudadano para el miércoles 18 de abril. Todavía no había lugar ni hora acordada, o al menos no se había revelado. Los organizadores del plantón, un grupo de jóvenes universitarios y profesionales, querían evitar que los agentes antidisturbios y las fuerzas de choque del régimen llegaran antes que ellos.

La tarde del miércoles, los jóvenes autoconvocados revelaron la ubicación y la hora: Camino de Oriente, en carretera a Masaya, a las cinco de la tarde. Las redes sociales entraron en acción y la difusión hizo efecto. Un grupo de ciudadanos, de diversas edades, llegaron al lugar acordado.

Las imágenes de la protesta comenzaron a difundirse, mientras decenas pitaban desde sus vehículos, en el pesado tráfico de la hora pico por una de las vías más concurridas de la capital. Varios rostros de la protesta eran familiares: los jóvenes que días antes protestaban por el incendio que devoraba más de cinco mil hectáreas de la Reserva Biológica Indio Maíz. También se distinguían a jóvenes profesionales, algunos aún con el gafete de su empresa al cuello. La protesta estaba creciendo, y los antimotines y las fuerzas de choque también llegaron al lugar.

Una hora más tarde, las primeras imágenes de heridos, gente huyendo de las turbas del Gobierno y policías agrediendo a ciudadanos y periodistas, circularon en las redes sociales. La agresión se registraba en vivo, y además de las imágenes de los medios de comunicación, decenas de participantes estaban difundiendo lo que miraban y vivían.

Decenas de manifestantes autoconvocados protestaron el 18 de abril en contra de las reformas al INSS en Camino de Oriente y fueron agredidos por turbas de la Juventud Sandinista y la Policía Nacional. Carlos Herrera| Niú

El antecedente de las redes sociales

El movimiento autoconvocado de abril no apareció de la nada. Los antecedentes apuntan que desde 2013, al menos tres generaciones de jóvenes, han utilizado los escenarios digitales para cambiar las formas de hacer política e incidir en la realidad nacional. Son las movilizaciones masivas, el “nuevo fenómeno” que caracteriza a la lucha cívica en los últimos cuatro meses de rebelión ciudadana.

¿Pero cuál fue la fórmula para que el plantón convocado el 18 de abril desembocara en movilizaciones masivas? Algunos podrán atribuirlo al alcance que logran las redes sociales, y aunque para los sociólogos y expertos en redes sociales, no todo depende de Facebook, Twitter o YouTube, sí coinciden en que estas redes han sido los canales más adecuados para convocar, comunicar y denunciar.

Las turbas también agredieron y robaron a medios de comunicación nacionales e internacionales. Las imágenes de la violencia le dieron la vuelta al mundo y causaron indignación. Así se encendió la llama de las protestas. Carlos Herrera| Niú

La etiqueta #OcupaINSS usada en redes sociales, durante las demandas por la pensión reducida en junio de 2013, se considera un antecedente importante en el uso de las tecnologías digitales para la movilización y convocatoria de ciudadanos. La conversación digital que se transformó en acciones “fuera de línea”, fue la primera demostración de “movilización de conciencia”, según lo define Yassir Chavarría, experto en comunicación y estrategias digitales.

El movimiento campesino anticanal, agrupado en el Consejo Nacional en Defensa de la Tierra, el Lago y la Soberanía, también ha desarrollado acciones digitales para dar a conocer sus demandas, marchas e impulsar a sus líderes. Sin embargo, el escenario de la acción social del movimiento campesino, limitaba la participación de zonas urbanas alejadas del centro de las protestas contra la Ley 840. “El escenario de la acción social, se traslada de las zonas rurales a los centros urbanos, y esa es una diferencia muy importante”, apunta Elvira Cuadra, socióloga y directora del Centro de Investigación de la Comunicación.

El experto en medios de comunicación, Guillermo Rothschuh, cree que las condiciones sociopolíticas, al menos hace siete años, no eran tan fuertes para desembocar en una movilización masiva como las recientes expresiones cívicas en Nicaragua. Sumado a este contexto, agrega que el uso de las redes sociales para transmitir información en tiempo real, contribuyó a realzar las manifestaciones en todo el país.

Ilustración: Juan García

Uno de los grupos con más años en el escenario digital es el movimiento feminista. Elvira Cuadra identifica una “camada” grande de activistas feministas jóvenes que han estado en diferentes lugares, y son ellas las más consistentes en el activismo digital. Han desarrollado acciones en línea y fuera de línea para demandar cambios en el sistema y defender los derechos de las mujeres, que también son parte de las demandas colectivas de los movimientos autoconvocados.

Indio Maíz ¿el génesis?

Madelaine Caracas, de la Coordinadora Universitaria por la Democracia y la Justicia, recuerda el inicio de las protestas de abril con la demanda de acciones para evitar el avance del incendio forestal en Indio Maíz. Desastre que afectó al menos 5485 hectáreas de bosque, según cálculos de movimientos ambientalistas independientes.

“Las plataformas digitales ayudaron a llevar la manifestación a las calles, fue algo totalmente inesperado, pero las redes no solo sirvieron para difundir información, sino para la articulación y la unión de diferentes personas”, relata Caracas.

«Para esos que dicen que los jóvenes solo estamos en las redes, aquí estamos», afirmaban. Carlos Herrera. Niú

A través de chats grupales se definieron las estrategias de comunicación y convocatoria para realizar el plantón por Indio Maíz. La primera manifestación de abril que terminó en represión, luego que un grupo de jóvenes marcharan hasta el monumento a Alexis Argüello.

La tarde del 16 de abril, el presidente del Consejo Directivo del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), Roberto López, anunció sorpresivamente un incremento sustancial en los aportes de la Seguridad Social. Al día siguiente, las redes sociales se activan nuevamente y los grupos que coordinaron la movilización por Indio Maíz, idean una acción cívica en contra de las reformas.

“Las acciones represivas registradas en vivo el 18 de abril, sirvieron como un medio para capturar y divulgar en tiempo real las agresiones a la manifestación pacífica, que ayudaron a crear empatía por la realidad que se experimentaba en ese momento”, así lo manifiesta Yaser Morazán, activista político en redes sociales.

El 19 de abril, estudiantes de distintas universidades se unen a las protestas. UNA, UNI y Upoli rechazan las reformas al INSS y apoyan a los ciudadanos agredidos la noche anterior. En respuesta la Policía Nacional envía a las fuerzas antimotines. Foto: Carlos Herrera. Niú

“Fue la prueba de fuego para las redes sociales”, asegura Guillermo Rothschuh. Una prueba que desencadenó las movilizaciones masivas, que no solo surgieron de la represión, sino de un cúmulo de acontecimientos.

Los antecedentes de represión a diversas manifestaciones cívicas, casos de corrupción, nepotismo, control de los medios de comunicación y la construcción mesiánica de la figura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, aportaron a incrementar la dimensión de la “bola de nieve” que despertó a la ciudadanía.

Generación “Live”

“Yo vi en tiempo real la agonía de Alvarito Conrado. ¿Cuánta gente lo vio? No sé, pero yo estaba siguiendo las transmisiones en tiempo real y algunos de esos videos tenían diez mil personas viéndolo en vivo”, relata Elvira Cuadra. Estas transmisiones que muestran los hechos tal y como son, llegan más rápido y más fuerte que leerlos en el periódico, escucharlos en radio o verlos en la televisión cinco horas más tarde.

Los “Facebook Live” se han convertido en un factor detonante para que la gente salga a las calles. Cuadra recuerda que el 18 de abril, luego de ver en vivo las agresiones al plantón en Camino de Oriente, muchas personas salieron de inmediato a sumarse y eso no se pudo haber logrado sin las redes sociales. “Lo que sucedió en abril y lo que está sucediendo en el país, es como las películas de ficción, cuando abrís una puerta a una nueva dimensión, pero en este caso abrimos las puertas a una nueva dimensión de la realidad social con una potencialidad de cambios y procesos de comunicación, a través del uso de las tecnologías digitales”, expresa Elvira Cuadra.

La ciudadanía ha aprovechado al máximo los teléfonos móviles y la conexión a internet, principalmente los jóvenes que cada día encuentran nuevas formas de expresión a través de las plataformas digitales. “Los jóvenes en redes sociales muestran hechos concretos y estos hechos generan información que los demás procesamos y a partir de ellos creamos criterios que se convierten en posiciones. Es decir, la conciencia que le damos a las situaciones, aún cuando no estuve ahí, pero lo vi a través de las redes sociales. Entonces tomo mi decisión. Veo el problema, no estoy de acuerdo con la magnitud del problema y quiero hacer una demanda, y las demandas al poder se dan principalmente en las calles”, dice Yassir Chavarría.

“Compartir lo que se vivía en vivo, fue fundamental para que más personas se animaran, se movilizaran y se dieran cuenta de lo que estaba pasando”, comparte Madelaine Caracas. “Las redes sociales y los nuevos medios de comunicación han sido los ojos para muchos que no estaban en Managua, León, Masaya, Matagalpa y otros lugares donde se han registrado protestas, porque el Gobierno tiene control de al menos 70 por ciento de los medios de comunicación y las redes han sido esos ojos”, reflexiona la líder universitaria.

Foto: Wilfredo Miranda. Niú

El activista digital Yaser Morazán, cree que el Gobierno sabe muy bien del poder que representan las redes sociales, tanto que han tratado desesperadamente de controlar de diversas formas estos espacios. “El internet se ha convertido en el oráculo de consulta para la población y cada vez creen menos en opiniones verticales y las redes sociales se han convertido en una respuesta para intercambiar ideas e información”, señala Morazán.

No solo los ciudadanos han aprovechados las herramientas digitales para transmitir en vivo los hechos relevantes. Los periodistas y medios tradicionales de comunicación, han tenido que avanzar al ritmo de las protestas y utilizar al máximo las transmisiones en tiempo real. “En un Facebook Live vos estás claro de la imposibilidad que te estén mintiendo, porque no hay la mínima probabilidad que se pueda editar y eso es tan impactante, que se ha valorado de la mejor forma”, apunta Guillermo Rothschuh.

“El Gobierno contribuyó para que las redes realzaran y levantaran a los medios de comunicación. El desliz de censurar a 100% Noticias y de paso a Canal 12, Canal 51 y Canal 99, convirtieron de inmediato a las redes de estos medios en nichos privilegiados de información, y ahí es donde los jóvenes se apropian de estos canales de información”, indica Rothschuh.

Al mediodía, trabajadores de distintas empresas protestan en diferentes puntos de la capital. Por la tarde, se organiza una marcha masiva en carretera a Masaya que se dispersa cuando llegan los antimotines. En departamentos como León y Estelí, se despliegan fuerzas policiales y en otros casos el Ejército. Crece el número de muertos y se reporta el incendio de distintos inmuebles, entre ellos la Radio Darío. Ese mismo día, el Cosep se pronuncia y convoca a una marcha. El Gobierno asegura que las reformas al INSS no son definitivas. Foto: Carlos Herrera. Niú

Ocurre también un fenómeno que Rothschuh ha observado en estos cuatro meses. Según el experto en medios de comunicación, “queda demostrado que aquellos periodistas que además de publicar sus piezas informativas en los medios tradicionales, las trasladan a sus redes sociales, estas tienen un mayor impacto. Lo cual nos indica que el uso masivo de las redes es un acontecimiento histórico-político relevante, que ya no tiene retroceso”.

¿Están en peligro las redes sociales?

En 2011 durante la “Primavera Árabe”, en Egipto la conexión a internet y los teléfonos móviles fueron prohibidos. Prácticas similares se registraron en Túnez, Libia, Yemen y otros países árabes en conflictos, donde las redes sociales jugaron un papel importante para transmitir y amplificar las demandas de los manifestantes.

Al igual que en Nicaragua, los teléfonos móviles fueron cruciales en ese contexto. Las imágenes y transmisiones fueron producidas desde los ciudadanos y las redes sociales funcionaron como una caja de resonancia.

Yaser Morazán cree que el riesgo de control es una realidad latente. “Sin embargo, creo firmemente que la libertad humana, por su propia naturaleza, identificará siempre las formas de manifestarse. Lo demostraron los jóvenes de finales de los 70, que vencieron una dictadura sin redes sociales”, dice Morazán.

Los jóvenes nicas se informan más a través de las redes sociales que medios digitales.

“El principal motor que rige las dinámicas en las redes sociales es la credibilidad y empatía emocional. Un régimen desgastado como este, carece de credibilidad y empatía humana para comunicar sus ideas, particularmente porque utiliza un lenguaje de odio que ataca a quien ellos creen que están mal”, analiza Yaser.

Aunque para Elvira Cuadra, ya no hay capacidad para ese control. Ella considera que la hegemonía del discurso y de los mensajes, los perdió el Gobierno desde inicios de abril. “Es tan así que cada discurso gubernamental o cada intento de estigmatizar al movimiento ha terminado convirtiéndose en un completo búmeran, y me refiero específicamente a la Rosario Murillo y sus calificativos al movimiento. No ha habido una expresión que ella haya dicho, que al final no se haya convertido en un contra discurso que ha funcionado como un búmeran”, reflexiona Cuadra.

Yassir Chavarría, apunta más a un cambio de estrategia en el Gobierno. “Van a crear plataformas que permitan ser más efectivos en sus mensajes y comunicaciones, pero no tengo evidencias para decirte que vamos a ser una venezolanización en el acceso a la tecnología. Además, las proveedoras de servicios de internet serán cooptadas. ¿Estarán abiertas a que su propio negocio sea afectado?”, cuestiona Chavarría.

Hay experiencia acumulada que permite saber qué hacer frente a escenarios similares a Turquía, Egipto o Venezuela. Los expertos en informática siempre están ideando nuevas formas de burlar la censura impuesta por gobiernos autoritarios.

Guillermo Rothschuh, cree que el Gobierno de Nicaragua es débil frente a estos actores mediáticos y considera imposible un control de las redes sociales y demás plataformas digitales. “La batalla se libra también a través de las redes sociales, y creo que es el primer frente. La ciudadanía se dio cuenta que sus armas son los móviles, en esa contienda política y en la batalla por ganarse los corazones, son precisamente las redes sociales las que sirven en primer término para conquistar a la gente”, señala Rothschuh.