Cultura

Claribel Alegría dejó todo por la poesía. Dijo, cuando era joven, que se metería a un convento o se casaría con el primer hombre que pidiera su mano para luego divorciarse. “Ese fue el golpe maestro. Una mujer divorciada era el horror en esos tiempos. Inmediatamente me mandaron a los Estados Unidos a estudiar”, contó en un discurso que brindó al recibir el Premio Iberoamericano de Poesía Reina Sofía. “Tuve que pasar tres años aprendiendo a tejer, a cocinar platos exquisitos y a tocar Para Elisa en el piano antes de rebelarme”.

Ese día, Claribel Alegría hizo historia al ser la primera mujer centroamericana en recibir el galardón, considerado como el «Nobel» de la poesía iberoamericana. 

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“Nací y crecí en una sociedad agresivamente machista. En mi generación, en Centroamérica, una muchacha de clase acomodada tenía la opción de casarse y ser ama de llave de su marido o quedarse casta y virgen amasando rosquillas para sus sobrinos”, aseveró la poeta en su discurso.

Para la escritora Gioconda Belli, en la obra de Claribel Alegría se reivindican una cantidad de arquetipos que históricamente se les ha asignado a las mujeres. En el libro Mitos y Delitos (2008), Claribel “cambia los mitos” y les da otras voces a ciertos personajes femeninos de la tragedia griega, como Penélope, la esposa del héroe Ulises.

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En su poesía también predomina el dolor que sintió al ver cómo sus dos patrias (El Salvador y Nicaragua) se desangraban ante el totalitarismo y las dictaduras que en el siglo pasado tuvieron lugar en Centroamérica.

“Ella tenía su propia vena militante. A su manera, humanista. También creía en la liberación de América”, comentó Gioconda Belli en una entrevista para el programa televisivo Esta Noche sobre el legado de Claribel Alegría.

Para Belli, su militancia fue tal que dejó su casa en Mallorca para venirse a Nicaragua y ver lo que sufrían sus pueblos. 

“¿Qué hacía yo en Europa cuando en mis pueblos sufrían silenciosamente la implacable represión de la dinastía somocista, en Nicaragua y la de coroneles y presidentes en El Salvador”.

Discurso de Claribel Alegría en noviembre de 2016.

Por otra parte, la poesía de Claribel estaba impregnada de amor y era fuertemente influenciada por su relación con Darwin J. Flakoll, a quien llamaba Bud, de cariño. Aquella relación, fue una fuente de inspiración, incluso después de que Bud murió.

“Ella escribió mucho sobre la falta que Bud le hacía al morir, y parte de sus poemas más bellos tienen que ver con la muerte. El amor sin fin”, explicó Belli.

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Y es así como se titula uno de sus poemas más conocidos, Amor sin fin, dedicado a su amado Bud.

La obra de Claribel Alegría comprende desde cuentos hasta poemas sobre la soledad, el amor y la muerte. Para la escritora Gioconda Belli, Alegría deja un legado literario que “tiene algo para todo el mundo”.