Cultura

Libro | «Nicaragua despertó como un volcán»
Carlos Herrera | Niú

'VolcáNica', el libro de crónicas de la periodista ecuatoriana, Sabrina Duque, que aborda la relación de los nicas con los volcanes fue presentado en Managua.

     

Cuatro décadas después del triunfo de la revolución sandinista, Nicaragua volvió a despertar como un volcán apagado y se rebeló contra una tiranía desde el 18 de abril del 2018. «VolcáNica: crónicas de un país en erupción”, el libro de la periodista ecuatoriana Sabrina Duque narra este nuevo momento histórico.

El que empezó siendo un proyecto que narraría la relación «casi suicida de los nicas por sus volcanes» terminó convirtiéndose también en un libro de crónicas sobre la rebelión cívica.

Con la propuesta del proyecto Nicaragua, pueblos, lava y cenizas, Duque ganó la cuarta edición de la beca Michael Jacobs de crónicas de viajes, impulsada por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI). Además del reconocimiento, le fue otorgado un incentivo de 7,500 dólares para financiar su periplo por los volcanes.

Al llegar a Nicaragua, Duque se encontró un país en erupción, pero de personas rebelándose contra la feroz dictadura de Daniel Ortega.

La relación con los volcanes

El libro de Duque es definido en el prólogo, por el escritor nicaragüense Sergio Ramírez Mercado, como “un reportaje agudo, intenso, perspicaz”, que ofrece a los lectores  “una visión de doble fondo en cuanto a la naturaleza volcánica del país, que a su vez se repite en su historia con sus sacudimientos, explosiones y llamaradas”.

Ramírez destacó que al igual que un volcán “así ha sido la historia de Nicaragua: también erupciones constantes, sacudidas, terremotos, ruinas y despojos para volver a comenzar de nuevo. Una revolución sucede a otra entre el estruendo de las armas, y una nueva tiranía, engendrada por aquella revolución, sucede a otra. La historia copia a la geografía, o la geografía copia a la historia”.

VolcáNica fue presentado recientemente en Managua durante un foro organizado por Periodistas Escritores y Narradores (PEN-Nicaragua) pero su autora se ausentó por motivos de salud. En su lugar, la escritora nicaragüense Gioconda Belli recomendó las doce crónicas escritas por Duque y señaló que el libro goza de gran valor literario y es muy fácil de leer.

El libro invita a reflexionar en que las principales urbes nicaragüenses están construidas sobre calderas volcánicas y destaca que la población tiene una baja percepción del riesgo, en parte por la falta de educación en la materia y por otro lado porque han aprendido a convivir con su geografía accidentada.

“Hay un arraigo por el lugar y además de valentía, es como una confianza en la vida, como una confianza de que uno va a poder seguir viviendo y que los demás te van ayudar. Yo creo que en Nicaragua todavía tenemos un sentido de comunidad muy fuerte que tiene que ver con que somos pequeños, pero yo pienso que es muy propio del carácter de los nicaragüenses, somos explosivos pero también creemos en la vida, en la esperanza y eso es parte también de este conocimiento de nuestra geografía”, enfatizó Belli.

La predicción de Castro

El libro rescata en una de sus crónicas el trabajo del exrector de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León), Carlos Tünnermann, en la búsqueda de León Viejo, la primera capital de Nicaragua que fue sepultada por una erupción del volcán Momotombo en 1610. Durante la presentación, Tünnermann recordó que al igual que en las crónicas de Duque, el dictador cubano Fidel Castro destacó la conexión de los nicaragüenses con sus volcanes.

“Los pueblos son como los volcanes, estallan cuando menos se espera”, es la frase Tünnermann le atribuyó al dictador cubano.  “Y así sucedió aquí (en Nicaragua) el 18 de abril, cuando menos se esperaba estalló una revolución esta vez cívica”, expresó el académico.

Carlos Herrera | Niú

Nicas deberían estar alertas

Mientras tanto, la directora del Instituto de Historia de Nicaragua y Centroamérica (IHNCA), Margarita Vannini, señaló que si bien los desastres naturales no se pueden prevenir los nicaragüenses no deberían permanecer pasivos ante fenómenos que se pueden evitar. “¿Cómo es posible que frente a todos los desastres que tuvimos, que nos permitían predecir una nueva dictadura tampoco nos preparamos para esta nueva catástrofe?”, se preguntó.

“No sé si es la política de dejar pasar, de no hacer, de borrón y cuenta nueva. Como dice la persona que regresó al (volcán) Casitas y tiene debajo del lugar donde se asienta nuevamente a sus sobrinos, a sus familiares que quedaron enterrados ahí, “ya lo peor pasó”, a lo mejor nosotros pensamos que ya lo peor había pasado con aquella dictadura y no preparamos un plan para prevenir mayores consecuencias con este tipo de personas”, continuó Vannini.

Por su parte el geólogo, Dionisio Rodríguez, destacó que el libro de Duque deja en evidencia la falta de planificación urbanística en el país, el bajo nivel de educación y la poca gestión de riesgo a pesar que Nicaragua.

Carlos Herrera | Niú

“Este libro nos invita a una reflexión sobre nuestra propia realidad en cuanto a los riesgos y a los desastres y en cuanto a nuestra sobrevivencia… va más allá de una vista paisajística, de una vista turística, de una vista de agrado natural sino que trata de profundizar en la realidad que vivimos y desde luego trata de despertar esa conciencia de que tenemos que preocuparnos por esa realidad”, subrayó Rodríguez.

VolcáNica –además- es un recorrido por las milenarias huellas de Acahualinca, la erupción del Momotombo que provocó el éxodo de los habitantes de León Viejo, el lago de magma en el cráter del Masaya, la erupción del Cosigüina que convirtió los días en noches y lanzó las cenizas hasta México, los terremotos que destruyeron Managua, en 1931 y 1972; y el alud de lodo, piedras y árboles que bajó por la falda del Casitas sepultando a miles de campesinos en 1998.

La autora

Sabrina Duque es cronista y traductora nacida en Ecuador, 1979.  Ganadora de la cuarta edición de la beca Michael Jacob de crónicas de viajes, impulsada por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI).

Sabrina Duque ha escrito varias crónicas y reportajes desde lo cotidiano. Foto: Carlos Herrera | Niú

Duque vivió durante cuatro años en Lisboa, Portugal, donde escribió varias historias desde la cotidianidad: sobre meseros, el nacimiento de una estrella de fútbol, entre muchas otras. En 2015 fue finalista del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo con el texto «Vasco Pimentel, el oidor», que narra la historia de un sonidista que no puede filtrar el sonido a su alrededor como la mayoría de personas.

También ha vivido en Alemania, Portugal y Brasil. Sus historias se tradujeron al portugués, italiano e inglés.