Tecnología

Los impredecibles rayos, a punto de ser doblegados por la tecnología
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Un sistema desarrollado en Suiza podría precisar cuándo caerá un rayo, de 10 o 30 minutos antes de que ocurra

     

Los rayos, uno de los fenómenos naturales más impredecibles, podrían pronto dejar de serlo gracias a un novedoso sistema de tecnología desarrollado por investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (EPFL) capaz de predecir dónde va a caer un relámpago gracias a la inteligencia artificial.

Decididos a acabar con los graves destrozos materiales y personales que generan, este grupo de científicos desarrollaron este sistema que permite conocer cuándo caerá un rayo 10 o 30 minutos antes de que ocurra y en un perímetro de 30 kilómetros, con un margen de error por ahora del 20 por ciento.

«Los sistemas actuales son lentos y muy complejos, y requieren datos externos caros adquiridos por radar o satélite», explicó el experto Amirhossein Mostajabi, uno de los responsables del avance.

Cómo detectar la caída de un rayo

Para llevar adelante el sistema, desarrollado por el laboratorio de compatibilidad electromagnética de la EPFL, los expertos desarrollaron un algoritmo que estudia las condiciones que generan los rayos, con datos recolectados de un periodo de 10 años en 12 estaciones meteorológicas distintas de Suiza.

Según la EPFL, con esa base de datos obtenidos tanto en ciudades como en zonas montañosas del país se pueden hacer cálculos en tiempo real para predecir dónde va a caer un rayo.

Unas de las ventajas de este sistema, según Mostajabi, es que se pueden utilizar datos de cualquier estación meteorológica, lo cual permite «cubrir regiones remotas que están fuera de radares y alcance de satélites y donde las redes de comunicación no están disponibles».

Las parámetros que se utilizaron para estudiar las condiciones meteorológicas con las que se generó el algoritmo fueron la presión atmosférica, la temperatura del aire, la humedad relativa y la velocidad del viento.

Predicciones rápidas

Los expertos destacan la facilidad de recolectar datos para este algoritmo, y señalaron que una de las ventajas de ello es que permite hacer predicciones muy rápidas y por eso se pueden enviar alertas de peligro incluso antes de que se haya formado una tormenta.

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Respecto al futuro del sistema desarrollado por la EPFL, que ha sido publicado en la revista científica «Ciencia y Clima Atmosférico», el líder del proyecto, el científico Farhad Rachidi, explicó que están considerando comercializarlo.

Además, Rachidi comentó también que forman parte del proyecto de pararrayos láser europeo, que desde el 2017 trabaja conjuntamente para construir una máquina que enviará pulsos de láser a la atmósfera para poder estimular los rayos y así desviarlos de zonas vulnerables donde podrían producir destrozos o incluso matar a personas o animales.

Evitar destrozos y muertes

En verano de 2020 el sistema desarrollado por el equipo de la EPFL, una de las instituciones científicas más prestigiosas de Europa, ayudará en las pruebas del pararrayos láser, que aún está en fase de desarrollo, desde la torre de comunicaciones Säntis, en el cantón nororiental suizo de San Galo.

El próximo año este proyecto, en el que participan también la empresa alemana Trumpf, la Universidad de Ginebra o el centro científico francés de investigación CNRS, entre otros, comenzará la campaña experimental y se prevé que el resultado final verá la luz en 2021, después de tres años de desarrollo.

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En la imagen: la torre de comunicaciones Säntis, donde se realizan las pruebas para un proyecto de pararrayos láser europeo. EFE | Niú

El objetivo del pararrayos láser no solo es mejorar la seguridad evitando destrozos, sino que pretende también que éste tenga un resultando positivo que estimule el desarrollo de otros proyectos que hagan entender en profundidad el fenómeno de las tormentas y los rayos, uno de los más complejos que hay en la naturaleza.

No debe olvidarse, en todo caso, que las posibilidades de que a alguien le caiga un rayo siguen siendo ínfimas (según estudios científicos españoles, una entre 10 millones), aunque algo superiores a acertar los seis números de la Lotería.