Cultura

Los momentos más destacados de la conversación de Rubén Blades y Sergio Ramírez
Rubén Blades y Sergio Ramírez

El cantante y el escritor conversaron por una hora sobre música, literatura y violencia en una charla virtual de Centroamérica Cuenta.

     

El cantautor panameño Rubén Blades y el escritor nicaragüense Sergio Ramírez conversaron la noche de este lunes sobre música, literatura, política e incluso de reguetón, en una charla virtual organizada por Centroamérica Cuenta. 

Moderada por la periodista colombiana Claudia Morales, la charla fue transmitida por las diferentes plataformas digitales del festival literario Centroamérica Cuenta en el marco de su iniciativa Autores en Casa, una alternativa para seguir promoviendo el trabajo cultural durante la pandemia a través de las redes sociales.

El festival citó a dos grandes personalidades de la música y la literatura de la región centroamericana. 

Rubén Blades es considerado uno de los músicos más prolíficos de Latinoamérica, con más de 50 años de trayectoria artística en la salsa, ha sido galardonado con 17 Grammys. Mientras, el escritor Sergio Ramírez es una de las voces más representativas de la literatura centroamericana e internacionalmente reconocido con el premio Cervantes. 

Si te perdiste el evento, en la Revista Niú te compartimos algunos de los momentos más destacados de la conversación entre salsero y el autor de Castigo Divino.

 

Música y literatura «se llevan por dentro»

“Nosotros somos de sociedades de cuentos, que narramos cosas, básicamente recordando a Panamá, yo creciendo recuerdo a los cuentos siendo parte de nueva vida diaria. Lo único que hice como músico fue concentrarme más en aspectos que tenían que ver con la realidad urbana”, dijo Blades sobre la relación entre la literatura y la música.

Ramírez, por su parte, enfatizó en la riqueza y diversidad de la zona de la Costa Caribe y su aporte a la música y la literatura. Recordó que todo relato inicia con la música, como es el caso del corrido y el vallenato. “Llevamos la música por dentro y las historias por dentro”, destacó. 

Gabo y la música popular

Los participantes también dedicaron palabras para recordar a otro gran creador: el colombiano Gabriel García Márquez, gran admirador de la música de vallenato. 

Según Ramírez y Blades, parte de la fascinación del nobel de literatura por las historias provenía del vallenato; del cual siempre sintió un profundo respeto por la contribución que hacía a la historia de su país.

“Gabo fue un tipo al que yo nunca escuché, ni a él ni a (Carlos) Fuentes, decir nada que de alguna manera u otra demeritara o restara importancia literaria al aporte que se brinda a través de la música popular”, dijo Blandes. 

Gabo también tenía fascinación por los boleros, según comentó Sergio Ramírez, quien también explicó que el colombiano entendía la «doble unción» que tiene la música y la literatura, “entendiendo que hay boleros que son verdaderos poemas”.

Violencia como obsesión para creadores de cultura

Una de las preguntas centrales de la conversación fue: ¿Creen que la violencia es una especie de obsesión para los creadores de cultura latinoamericanos? Para el panameño, cantautor del tema «Pedro Navaja» (1978), no representa una obsesión, sino un reflejo de la intención de contar la realidad urbana. 

“Yo no tengo problema con el uso de la música como un método de escape, creo que hay que manifestar alegría también y hay que tener una forma de desahogo. Yo estoy completamente de acuerdo con eso y es necesario para todos, incluyéndome a mí. Con lo que no estoy de acuerdo es que la música sea “solo” utilizada como medio de escape”, comentó Blades. 

En la charla, el cantante comentó que en una ocasión un colombiano le reclamó por su canción Sicario. La razón era que uno de sus familiares había sido secuestrado y esa pieza musical le recordaba lo sucedido. A esto, el artista argumentó que escribía estas canciones para poder mostrar los problemas y despertar a la gente. “No es una obsesión, es una necesidad”, afirmó.

Ramírez también reflexionó de cómo la literatura aporta a mostrar hechos que “perturban las conciencias y a la gente”.

“Si yo fuera un escritor sueco quizás mis problemas serían distintos. Pero yo soy un escritor nicaragüense y lo que me rodea tiene una textura distinta frente a la cual yo no puedo cerrar los ojos, si esa es materia literaria, aunque yo no quiera…eso es lo que necesariamente tenemos que hablar”, destacó el escritor nica. 

Sergio Ramírez
Foto: Carlos Herrera. Niú

Ambas personalidades también comentaron la estrecha relación de su trabajo con la política, Sergio Ramírez como vicepresidente de Nicaragua y Rubén Blades como candidato presidencial y Ministro de Cultura de Panamá. 

El reguetón 

Los entrevistados fueron puestos a prueba al ser consultados sobre si el reguetón puede ser considerado poesía o literatura.

“Yo no lo consideraría literatura, según el concepto que tengo. Eso no quiere decir que en el futuro que lo que se está haciendo no sea interpretado y catalogado de otra manera… No considero que el reguetón en general pueda considerarse como un género literario, pero sí creo que dentro de las cosas que ha hecho René (Pérez), hay trozos, fragmentos o temas que pueden ser considerados como literarios” dijo Blades. 

Por su parte, Ramírez aseguró haber escuchado algunas “letanías de reguetón” a las que incluso catalogó de muy buenas, bien escritas y sustanciales.  

Ambos personajes concluyeron que el tiempo será quien defina si una obra artística es perdurable o no.