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Los tres mosqueteros de Twitter

Dámaso Sánchez, Cairo Guadamuz y Morlam Hernández | WilfredoMiranda | Niú

Dámaso Sánchez, Cairo Guadamuz y Morlan Hernández son buenos amigos. Y sí, se conocieron a través de Twitter. Tal vez no te suenen sus nombres, pero seguramente un día entrando a la tuitósfera viste un retuit de algo que dijo @StupidlygeniusK, @ParidoNicaragua o @ElBachiNic.

Dámaso, Cairo y Morlan son las personas detrás de esas cuentas, que juntas amasan 62 mil 231 seguidores. Con tres personalidades muy distintas, durante estos últimos años se han ganado el amor y a veces el odio de Twitter Nicaragua. Son chavalos relajados, muy animados y accesibles. Dos de ellos siguen en la adolescencia, pero son muy maduros y aterrizados al momento de platicar. Por sus trinos sobre situaciones comunes del día a día muchos se identifican con ellos.

Cairo Guadamuz, Dámaso Sánchez y Morlam Hernández |WilfredoMiranda | Niú

Son sarcásticos, divertidos y también muy fiesteros: quizá algún día te los has encontrado en algún bar de Managua. A los tres les gusta mucho la fotografía (en especial a Cairo) y de vez en cuando suben fotos de paisajes en sus cuentas. También tienen un canal de youtube «EncabeTV» donde se juntan con otros «broderes» (y también tuiteros) para hablar de distintos temas, «sin filtro» dicen lo que piensan, sin temor al que dirán.

Ellos son los creadores del famoso hashtag #MistínNicaragua, que apareció desde el 2014 y con el que centenares de usuarios de Twitter se convierten en comentaristas del certamen de belleza femenino para adolescentes «Miss Teen Nicaragua». Admiten que se reúnen antes para “planificar todo”: qué hashtag van a usar o qué tuit va a salir primero. «Hacemos una reunión profesional para ser lo menos profesionales posibles», cuenta Dámaso.

Aunque sí tienen sus restricciones. «No podemos salir de una disco hasta el culo a las 3 de la mañana, porque de seguro ahí anda uno de nuestros seguidores. Fijo nos toma una foto y somos la burla de medio Twitter», dice bromeando Dámaso,mejor conocido como «Bullshit».

Tampoco les gusta tuitear sobre política o temas controversiales -como religión o género- porque cuando hablan sobre eso «todo el mundo nos cae encima», asegura Cairo, quien insiste en creer que «hay gente que solo el hecho que respiremos les parece estúpido y decide acabarnos».

La historia que los llevó a ser los «reyes» de Twitter es completamente distinta:

Bullshit: por enamorado

Dámaso Sánchez Dávila | Carlos Herrera | Niú

El primero en crear una cuenta fue Dámaso Sánchez Dávila (@Bullshit). La abrió a los 13 años porque se “hartó” de Facebook. Al principio hizo una cuenta personal, pero para que una chavala le hiciera caso creó la que es hoy una de las cuentas más influyentes en Twitter Nicaragua. Actualmente está en primer año de Diseño y Comunicación visual en la Universidad Americana (UAM). Tiene 16 años y consigue trabajos esporádicos gracias al perfil. Con Cocinsa -empresa distribuidora de películas en Nicaragua- rifa entradas para ver premieres y hace reviews. Con RockNica -web oficial del género rock en el país- colabora con fotografías.

Abrió @Bullshit en enero del 2013 para llamar la atención de su entonces “encule”. Ella lo rechazóy después se dedicó a tuitear la cabanga, pero dice que ya ha superado esa etapa. Ahora vive fuera del amor y sale a “bacanalear” con sus amigos sin nadie por quien llorar. “Hasta baila en la mesa”, afirma Cairo Guadamuz (@Parido Nicaragua) entre risas.


Dámaso nunca se imaginó que sus tuits alcanzarían a más de 27 mil personas, que es el número de followers que posee.

Admite que Twitter le ha cambiado su vida, en especial en el aspecto social. “En un salón de clases estás con 30 personas a las cuales tenés que conocer sin importar que tengan los mismos intereses que vos, de alguna manera tenés que relacionarte. En redes sociales es distinto. Cuando tenés una cuenta, podés seleccionar el grupo de personas con quien querés interactuar que se relacionen más a tus gustos”, afirma Dámaso.

Parido: para expresarse

Cairo Guadamuz Muñoz | Carlos Herrera | Niú

Cairo Guadamuz Muñoz, dueño del perfil @ParidoNicaragua, es un chavalo de 17 años que actualmente trabaja manejando las redes sociales de distintas empresas en Nicaragua. Creó la cuenta en diciembre del 2013 porque no se sentía a gusto en Facebook y Twitter era más tranquilo para expresarse.

“No era una persona muy sociable y como no muchas personas tenían Twitter en ese entonces, eras libre de decir lo que querías”, recuerda el tuitero.

¿Pero por qué hacer una cuenta sobre la primera dama Rosario Murillo? Cairo dice que la idea de ser “Rosario” no existió hasta el 2014, cuando en Twitter había una tendencia de burlarse de las personalidades políticas en el país. Él decidió entrar a la “jodedera”, pero como ya habían muchas cuentas del presidente Daniel Ortega, prefirió ser “La Chayo” y desde entonces se convirtió en uno de los mayores cómicos de esta red social.

Está agradecido por los beneficios que le ha traído la cuenta. Se define como un chavalo tímido y tener un lugar donde pueda expresarse libremente le ha ayudado a mejorar sus relaciones interpersonales. “Mi vida en estos dos últimos años se ha basado en las cosas que he hecho con el perfil. De no haber hecho esa cuenta no tendría muchas amistades, ni trabajo, ni personas que ahora para mí son vitales en mi vida”, expresa Cairo.

Aunque hay sucesos de los que sí se avergüenza. Como una broma pesada que en julio de 2015 le hizo a un amigo (también usuario de Twitter). Con @ElBachi, @Bullshit y otros tuiteros más, acusaron a su amigo de ser el “mata perros de Jinotepe”. El chiste se les salió de las manos y se hizo viral en las páginas de defensa animal de todas las redes sociales. A su amigo casi lo linchan, hubo amenazas de muerte y a los tuiteros por poco los demandan. Ahora recuerda esta experiencia entre risas, pero admite que si volviera al pasado con la misma “madurez” que posee ahora, nunca lo haría.

El Bachi: por clases

Morlam Hernández | WilfredoMiranda | Niú

Morlan Hernández, de 20 años, es la persona detrás de la cuenta @ElBachiNic. A diferencia de sus otros dos amigos, él creo ese perfil en el 2014 por una clase llamada Reflexión Teologica, impartida en la Universidad Centroamericana (UCA).

«Quería probar que cualquier persona se puede hacer pasar por otra en las redes sociales», explica. Después comenzó a agradarle la idea de tener una cuenta. Viendo la aceptación de la gente y tomando el ejemplo de otros tuiteros decidió seguir hasta hoy.

Asegura que prefiere mantener “un perfil bajo”. Pese a que ha mostrado su cara en televisión, no muchas personas lo reconocen en la calle y eso a él le gusta, ya que no desea revelar públicamente su identidad por «algún problema que se pueda dar».

Tener una cuenta con el nombre y la foto del Presidente de Nicaragua no ha sido fácil. «He recibido tuits de gente ofendiendo a Daniel Ortega y más de alguno dándome las gracias por las laminas de zinc», relata entre risas. Porque en el país es año electoral, asegura que va a cambiar al menos su foto para no ser parte de alguna confusión, porque según él algunas personas no leen el texto en su biografia que dice «PARODIA».

Él no se enreda: no se identifica como «El Bachi», pues sabe separar lo virtual de lo real y maneja su propia cuenta personal. No le gustan ni los escandálos ni las confusiones. Actualmente trabaja como creador de contenidos en una empresa de la cual prefirió no mencionar el nombre. Dicho empleo lo consiguió a través de la cuenta.

Ni Dámaso, ni Cairo, ni Morlan se creen los únicos ni los mejores tuiteros de #TwitterNi. Aún no se explican cómo tienen tanta audiencia y se atreven a afirmar que en menos de cuatro años va a desaparecer de la nación del pajarito. “A como nosotros tenemos hoy en día 100 retuits, vendrá gente con mejor contenido que nosotros que quizás hoy tiene 10 retuits pero en un futuro tendrá 200, y es por eso que vamos a disfrutar mientras dure”, afirman.

Para ellos todo es «fregadera». Aunque saben que tienen poder, tuitean sin seguirle el rastro al tuit o el impacto que tuvo, pese a que mientras más seguidores tienen, mayor es su responsabilidad por lo que sueltan en la red. «Entendemos que tenemos mucho alcance en la red, y que si decimos algo extraño lo pueden mal interpretar, pero en realidad no nos importa porque lo decimos en forma de broma, nada de lo que expresamos en los tuits es lo que sentimos en verdad», aseveran.

Y aunque quizás en algunos años ya no los tendremos en nuestro Timeline, vos seguilos ahorita para juzgarlos, reírte un rato, odiarlos o amarlos.


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