Estilo
Donald Flores Blandino es dueño de "Madre Culture", una tienda que pretende fusionar las raíces nicaragüenses con la moda actual.
Los accesorios de Madre Culture evocan a las vasijas talladas en barro de la época precolombina. Esto no es una coincidencia, Donald Flores Blandino de 24 años, se ha dedicado desde 2014 a crear este efecto. Su marca, Madre Culture, está inspirada en la identidad nacional indígena y enfocada en realizar colecciones de manera artesanal.
Este negocio produce accesorios como bolsos, billeteras, mochilas, entre otros, y combina el espíritu nacional nicaragüense con elementos actuales más bohemios. «Un producto para que recordemos de dónde somos y los bellos elementos que tenemos«, expresa Donald.
Madre Culture inició como un proyecto universitario de culminación de estudios. Donald estaba en su último año de doble titulación de Relaciones Públicas y Comunicación Visual, en la Universidad Americana (UAM) y deseaba lanzar una marca de ropa ilustrada, enfocada en Nicaragua. Rápidamente su idea se vio frustrada, pues «su fuerte nunca ha sido ilustrar». Tenía que empezar desde cero.
Algo que siempre lo caracterizó fue que realizaba dibujos geométricos para sus clases. Estos, fueron pilotos para la inspiración de lo que sería Madre Culture. «Una profesora que sabía que me gustaba dibujar formas geométricas, me sugirió que me fijara bien en las formas de las vasijas precolombinas y así comenzó a nacer el proyecto», recuerda.
¿De dónde salió el nombre Madre Culture?
Donald dedicó más de seis meses a la investigación de la historia precolombina de Nicaragua. De esto sacó el «Madre», ya que según él, nuestros antepasados tenían un gran respeto a las entidades matriarcales, además hace referencia a un personaje que quiere conservar la cultura, y el «Culture», en inglés, para lograr familiarizar al público internacional con la marca.
Después se dedicó a la elaboración de prototipos del producto, sin embargo, él no concebía usar elementos de la identidad nacional sin tener la participación activa de los artesanos. «Son los artesanos los que conservan nuestra identidad en los productos que ellos hacen. Tenía que trabajar de la mano con ellos«, expresa.
Pero necesitaba financiar su proyecto y para esto tuvo ayuda de sus padres. Así, después de crear sus propios modelos viajó a Monimbó, donde se reunió con distintos artesanos quienes elaboraron los primeros productos de la tienda. «Finalmente encontré a alguien que estaba dispuesto a ayudarme y a realizar lo que estaba visionando. Fue y es increíble», expresa.
Donald ganó el primer lugar de la Feria de Muestras Empresariales de su universidad. «Pensé que iba a ser exclusivo para la culminación. Para los profesores. Nunca me imaginé llegar tan lejos», comenta. Los productos de Madre Culture, han sido modelados en pasarelas como las de Nicaragua Diseña por tres años consecutivos y se han llevado a países como Estados Unidos, Holanda e Inglaterra.
De acuerdo al sitio web de Nicaragua Diseña, «Donald ha logrado destacar con su marca, imponiendo nuevos estilos y conectando con las raíces identitarios a través de artículos utilitarios».
«Se debe valorar a los artesanos»
«Mi producto no sería nada sin el apoyo de los artesanos de Masaya», comenta. Y es que para el joven es importante reafirmar el valor de ellos en la conservación de la idiosincrasia nacional.
«Hay que dejar de pensar que los artesanos son mano de obra barata. Es un problema, porque cuando se compra no se piensa en que no solo estás comprando el producto, sino que comprás todo el trabajo detrás. Madre Culture es una fusión innovadora del pasado y el presente«, expresa.
Este año, Donald llevó a exponer sus piezas al Embassy Tour 2017 en Washington D.C, por medio de Nicaragua Diseña. «El público extranjero entiende la labor dura que tienen los creativos de marcas pequeñas como Madre Culture y lo importante que es invertir en ello», confiesa.
Por esta razón Donald tiene que dividir su tiempo entre la tienda y como creativo junior de mercadeo digital. «Actualmente no tengo el capital para decir que me voy a dedicar tiempo completo a la tienda. El problema con la moda es que tu mayor cliente está fuera del país. Por ende, tengo que exportar el producto y eso es caro», expresa.
Donald está asociado con Brandsofnicaragua.com, una plataforma virtual donde podés comprar productos nacionales si estás dentro o fuera del país. Él ha intentado vender en línea pero afirma que “es difícil porque hay desconfianza del cliente local, de parte de las tiendas”.
Asegura que el consumidor de Madre Culture “ha cambiado”. “Antes la gente no te daba la cantidad de dinero que valía en verdad la pieza, ahora está más receptivo. Se vende por temporadas y comienza después de Nicaragua Diseña (octubre, noviembre y diciembre). Hay meses que vendés una pieza, hay meses que vendés quince. Pero se va cambiando”, expresa.
En una reseña sobre la marca, la bloguera nicaragüense, Andrea González, resalta que le «llamó mucho la atención la estética de sus fotos, la originalidad y calidad de los diseños». «Cada pieza», añade, «es hecha a mano, con cuero de verdad y sobre todo comparado con marcas súper genéricas de material sintético que duran seis meses y valen lo mismo o más. Sin duda es una opción perfecta si están dispuestas a invertir un poquito en una pieza súper original que les va a durar toda la vida y además es un orgullo nacional», concluye.
Un negocio familiar
La última colección de Donald, expuesta en Nicaragua Diseña, fue elaborada a base de cartón y cuero. Esta fue una colaboración junto a su madre, Mayra Blandino, que emprende la tienda “Tubo & Cartón”, un negocio que produce muebles y decoraciones a partir de estos materiales.
“Mi mamá siempre me ha apoyado y es como un pilar para mí. Ella me ayuda a hacer de todo, desde asistente hasta contadora. Pero mi mamá es súper talentosa y estamos felices con esta última colección. Creamos bolsos de colección, pero diferentes de lo que siempre se ve”, comenta Donald.
Él afirma que Madre Culture en estos tres años le ha dado muchas experiencias y habilidades que no sabía que estaban ahí. «Emprender una empresa te abre los ojos. Aprendés cosas que en la universidad nunca te dicen», enfatiza.
Uno de sus sueños es crear un línea completa, sin embargo, sus metas a corto plazo son mejorar su marca lo más que pueda. «Me encantaría que grandes tiendas le dieran oportunidades a marcas centroamericanas. Madre Culture está en una fase de madurez, pero necesita madurar aún más. En eso estamos», finaliza sonriendo.