Cultura

Opinión | Fragmentos de la memoria y su persistente actualidad
Fragmentos de la memoria UCA

La trayectoria del movimiento estudiantil de la UCA en el libro de Guillermo Rothschuh Villanueva

     
  • Araceli Lacayo Guerra
  • 17 de enero 2020

La caída de la dinastía Somoza en Nicaragua, más específicamente, la caída de la dictadura del general Anastasio Somoza Debayle en 1979 no puede concebirse sin la participación de los estudiantes universitarios. Tampoco puede separarse del escenario sociopolítico actual de las protestas y manifestaciones de los jóvenes estudiantes en contra de la dictadura del comandante Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo.

La naturaleza rebelde, entusiasta y enérgica de la juventud universitaria rebasa las instalaciones de los centros de estudios superiores. Se extiende por las calles y alza la voz contra las injusticias sociales. Las protestas estudiantiles han derrocado gobiernos, cambiado el mundo, abierto espacios para la libertad de expresión. Luchan por diversas causas, por su autonomía, por mejoras en la educación, por el presupuesto a las universidades, luchan contra los gobiernos corruptos. Son los mismos jóvenes los encargados de pasar la chispa a las siguientes generaciones.

El profesor Guillermo Rothschuh Villanueva en su libro Fragmentos de la memoria (Editorial Hispamer, 2018), recoge el andar y destreza del movimiento estudiantil en Nicaragua, específicamente de la Universidad Centroamericana UCA, desde sus orígenes en 1960. Contar la historia de las luchas estudiantiles es también referirse a la calidad ética y moral de los jesuitas en Nicaragua, institución comprometida con mejorar el nivel de vida de la población a través de la educación, incluyendo a los menos favorecidos, con sus programas de becas.

La Universidad Centroamericana UCA fue fundada el 23 de Julio de 1960 por la Compañía de Jesús, para bajarle un poco el tono a la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua UNAN, desde donde los estudiantes expresaban su repudio a las políticas antidemocráticas de los gobiernos somocistas.

La obra despliega en detalle la historia de los movimientos estudiantiles nacidos en la UCA y ayudaron a cambiar Nicaragua en las últimas cinco décadas. Explica por qué y cómo pasó este prestigioso centro de estudios a ser punta de lanza en las luchas universitarias cuando su confianza no se cotizaba bien en los mercados nicas, sus alumnos provenían de escuelas privadas y familias tradicionales. Ahora sabemos que eso no era cierto, pero para entenderlo habrá que caminar un trecho.

Siendo el padre León Pallais Godoy el primer rector de la UCA, sacerdote jesuita, primo de los hermanos Luis, Lilliam y Anastasio Somoza Debayle, se acogió a la idea de fundar una universidad que preparara futuros profesionales separados de la política nacional, negando así el ánima de los jóvenes estudiantes y su espíritu indómito. Contradecía el Manifiesto de Córdoba (1918). Ni qué decir de la misión y visión del fundador de la Compañía de Jesús, San Ignacio de Loyola: “Misioneros al servicio de la fe y de la promoción de la justicia, incluido el trabajo a nombre de la justicia global, la paz y el diálogo, tratando de llegar a un mundo ampliamente diverso, porque es ahí donde está Dios”.

El libro del profesor Rothschuh Villanueva está preñado de energía estudiantil, experimentada durante su larga trayectoria en las aulas del Alma Mater, primero como estudiante en los años setenta, después como profesor activo por varias décadas y generaciones. La energía que imprime a sus relatos es la misma con que se entusiasma y contagia a los estudiantes, la misma con que hace todo en la vida.

¿Quién más indicado que el profesor Guillermo Rothschuh Villanueva para escribir la historia de lucha de los estudiantes nicaragüenses ante los abusos de sus gobernantes? Al escribir esa historia, escribe la suya. Su vida es inherente a la UCA, como testigo presencial de los hechos y motor de cambio, reinventando y reinventándose. Siempre dispuesto a entregarse por completo, a no quedarse con nada, dando todo lo que sabe. Se declara marxista, no obstante, lleva tatuada bajo la piel los principios y valores jesuíticos.

La manera como está escrito el libro es interesante, no pierde pie al mencionar fechas y acontecimientos, abandona la secuencia, igual puede saltar de una época a otra para hacer sentir el relato palpitante, vívido. El libro inicia con los movimientos estudiantiles, setenta y nueve páginas de historia, cerrando con la sentencia, “todos pensábamos que la caída del somocismo era cuestión de días”.  —No, esa gente preservaba el poder a sangre y fuego.

Dedica un trabajo especial al Dr. Juan Bautista Arríen, otro con mucho cariño a los rectores de la UCA, cada uno rememorado de manera especial. Destaca las cátedras abiertas, para reflexionar hondamente; la influencia de la revolución cubana (1959) en los movimientos latinoamericanos en los ‘60, ‘70 y ‘80. Todo lo acontecido en los ‘90. Plantea interrogantes a otros centros de estudios, cuestiona el mutismo de las altas jerarquías de las universidades por no hacer cambios y continuar apostando por dos carreras básicas desde hace más de cincuenta años.

En la obra, de más de doscientos sesenta páginas, de prosa fluida para facilitar su lectura, hay imágenes que recogen el largo caminar de la UCA. Fotos de los rectores desde su inicio, catedráticos, estudiantes, autoridades civiles y eclesiásticas, directores de medios de comunicación, intelectuales, incluida fotografía del entonces presidente de la república, Ing. Enrique Bolaños, de diversas personalidades que han aportado al desarrollo de la nación; y cantidad de registros periodísticos como representación visual de la tesis expuesta por el autor.

El incendio de la Reserva Indio Maíz en el año 2018 prendió la llama de la indignación de los estudiantes. Harto seguido, las medidas de recortes a la seguridad social, atizaron más el fuego en todas las áreas sociales y económicas del país, mermando los bolsillos de los más débiles y desposeídos. No hubo rincón de Nicaragua que no haya sido afectado, primero por las medidas y luego por las legítimas muestras de rechazo, esta vez no solo de las imposiciones, sino a la dictadura del comandante Ortega y su esposa Rosario Murillo. Por primera vez en muchos años, el país entero se volcó a las calles y los más osados han sido los estudiantes, los de la UCA se saben respaldados por una institución de prestigio mundial, la Compañía de Jesús, que desde sus inicios se ha mostrado sensible a las injusticias.

¿Los estudiantes ponían en riesgo la estabilidad nacional? No. No eran los estudiantes quienes ponen en riesgo la estabilidad del país, es la fuerza, la represión, la intolerancia, los antivalores que rigen la conducta de las personas inmorales, la corrupción. Todos pensábamos que los Ortega-Murillo cederían espacios, y en algún momento renunciarían. Las expectativas eran infundadas. Las protestas por la democratización del país continúan.

El libro contituye una mirada al futuro sin perder de vista el pasado, con todas sus enseñanzas, con todas sus mayúsculas.  Es un mapa, una guía, para que las futuras generaciones de intelectuales, científicos y profesionales, testigos presenciales, continúen escribiendo y contando la historia desde dentro.

Es el mapa del tesoro, como para no perderlo.