La marcha del Día de las Madres comenzó en silencio. La gente enfloraba las cruces de la rotonda Jean Paul Genie y se apropiaban de los signos del luto: la Virgen Dolorosa, la música del Santo Entierro, la ropa blanca o negra. Niños, jóvenes, adultos, ancianos, todos, listos para acompañar a las madres cuyos hijos han sido asesinados, entre mayo y abril, en Nicaragua.
«Podría ser yo», «Podría ser mi hijo», «Podría ser alguien que amo», repetían sin saber, que ese día, más de diez personas serían asesinadas.
Antes de los disparos, antes de la histeria y del miedo, antes de los más de 10 muertos y decenas de heridos que marcaron este 30 de mayo, Niú preguntó a varias personas qué les llevó a participar en la «madre de las marchas». Esto nos dijeron:
Manuel Hurtado, 60 años
Vengo como ciudadano, como este pueblo que está siendo atropellado. Por eso, yo vengo a esta marcha en solidaridad con las madres de todos los caídos, por las injusticias que le hacen a este pueblo. Estos jóvenes murieron por esta causa, por un Estado de derecho. Merecen darle ese apoyo a esas madres que perdieron a sus hijos, merecen andar apoyando a Nicaragua.
Mirá, nosotros fuimos jóvenes y anduvimos en esto. Ahora ya son otros los que siguen luchando para que haya una democracia. Son nuestro relevo. Eso sí, los viejos vamos a seguir luchando hasta que nos maten. Yo le doy las gracias a todos los jóvenes que han dado su vida por Nicaragua, que era lo que teníamos que hacer antes. Son nuestros héroes. Ayer luché yo por ellos, no funcionó. Hoy son ellos los que tienen que luchar por los que vienen detrás.
Alejandra Morales, 38 años
Hoy decidí venir porque me empatizo con estas madres. En mi casa hay tres chavalos universitarios y me da terror que sean los siguientes en esas listas. Es una crueldad, yo tengo hijos y no me imagino eso. Hay que insistir y apoyar a las madres víctimas de esto, para que pidan justicia. No podemos permitir que sus muertes (la de los jóvenes) sean en vano.
Denissa Blandón, Fernanda Blandón, Sofía Torrez
Denissa: Me motivó venir la sed de justicia. Esto es increíblemente triste. Yo también soy mamá y no puedo pensar en todo lo que ellas están viviendo. Esta gente no se está midiendo, pudo haber sido mi hija, mi hermana. Quiero que todos sepan que no estamos solos. Esta lucha apenas está que empieza. Hay que buscar la libertad de Nicaragua.
Fernanda: Lo que me trajo aquí es buscando la justicia. A como pude ser yo, pudo ser mi hermana, mis sobrinos, mis padres. Lo que uno quiere es que toda esta injusticia que ha sucedido, todas las muertes que han pasado, no queden en vano. La solución es la democratrización de Nicaragua.
Sofía: Ando apoyando a todas las madres que perdieron a sus hijos. A como pudo ser los hijos de ellas, pudo ser el mío. Con dolor, pero con solidaridad yo me uno a esto.
Ana Christian Rivas, 25 años
Venir hoy es una manera de demostrar nuestro apoyo. Esto es de toda Nicaragua, todos deberíamos estar aquí. Porque si bien fueron ellos, pude ser yo, pudo ser cualquiera. Definitivamente esas pérdidas que estas madres sufrieron no serán en vano. Vamos a seguir en pie, hasta que esta dictadura se acabe y Nicaragua sea libre. Yo veo que Nicaragua va a ser República de nuevo. En 43 días de protesta estamos más unidos y no vamos a permitir que nuestros muertos sean olvidados.
Elías López, 26 años
Estamos aquí apoyando a las madres nicaragüenses por todo el luto que tienen. Por nuestros jóvenes que están apoyando la lucha para democratizar este país, para que haya libertad. Esta es una represión total hacía nosotros. Empezamos como una marcha cívica por nuestros derechos. Vinieron y nos reprimieron y ahora estamos de luto todo el país. Hay que apoyar a la gente, hay que incitar a la gente a que reclame sus derechos. Me entristece ver a estas madres con los rostros de sus hijos, no les pueden dar un abrazo solo pueden llorar. Jamás pensamos que un 18 de abril iba a ser tan impactante, que iban a matar jóvenes. Mi madre me anda acompañando hoy. Ella fue la que me instó, me dijo: «vamos a apoyar a las madres, porque yo te tengo a vos, pero ellas no tienen a sus hijos».
Estudiantes de la Facultad de Ciencias Médicas UNAN, entre 19 y 24 años
Venimos en conmemoración a todas las madres y los caídos desde el 18 de abril. Queremos que nuestros compañeros sepan que no tienen que perder la fe, aquí todos estamos juntos en esto. El pueblo está de nuestro lado, nosotros somos el pueblo y esto no va a acabar nada hasta que se vayan. A las madres hoy no podemos decirles «felicidades», en cambio, lo que les decimos es un «lo siento» por todos sus hijos que se sacrificaron para ver una Nicaragua libre. Estamos orgullosos de ellos. ¡Qué vivan los estudiantes!
Gisella Nicaragua, 19 años
Hay un dicho popular que dice, «yo vine porque quise, no porque me obligaron ni porque me pagaron». Exactamente por eso estoy aquí, porque quise y porque me siento en la obligación. La verdad es que me solidarizo con cada una de las madres que han perdido a sus hijos y pues por eso aquí estoy. Apoyándolas. No sé el dolor de perder un familiar, pero me imagino lo doloroso que debe de ser y por eso Nicaragua está con ellas.
María Navarrete, 41 años
Hoy vine en apoyo a las madres que a sus hijos se los asesinaron. Hijos como los míos. Quiero que sepan que ellas no están solas, aquí hay un pueblo que las protege. No están solas. Y hay que seguir luchando.
Jorge Hernández, 65 años
Este día 30 de mayo nos hace venir la patria. La patria está ensangrentada de tantas madres que han perdido a sus hijos por las balas asesinas de este dictador, que no tiene compasión ni de él mismo. Este día andamos apoyando a estas madres y a la misma vez para que se vaya este dictador. Hace meses no podíamos ni imaginar que esto podía ocurrir en Nicaragua, pero la realidad es que lo estamos viviendo y el mundo lo está viendo. Antes del 19 de abril nosotros celebrábamos con nuestro quequito a las mamás, hoy ya estamos viendo cómo estamos haciendo la celebración junto a las madres de los mártires del 19 de abril.
«El perrito», 28 años
Vengo por ver una Nicaragua libre y en apoyo a las madres en este día tan doloroso. Yo entiendo cómo desearíamos que estas madres tuvieran a sus hijos que fueron arrebatados por este maldito gobierno. Que las madres, los estudiantes, todos, sepan que nosotros vamos a seguir en la lucha, rindiéndole respeto a sus hijos. Gracias a ellas por darnos a estos grandes héroes y ¡qué viva Nicaragua!
Sor Violeta Fuentes, 35 años
Vine en solidaridad con todas estas madres que han perdido estos hijos. Como mujer tenemos ese don que Dios nos ha dado de ser madres, por eso estoy aquí. Solo Dios puede solventar esta situación tan horrible y que no se preocupen porque la justicia de Dios nunca falla.