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“Rápido y Furioso” se queda sin gasolina en “Hobbes y Shaw”

¿Por qué conformarse con una franquicia, si podés tener un “universo”? En la taquilla comercial del siglo XXI, todos los estudios quieren ser Marvel, y disponer de una matriz de historias conectadas. Por eso, los estudios Universal desgranan el fenómeno accidental de “Rápido y Furioso” con “Hobbes y Shaw”. Después de ocho películas y más de cinco billones de dólares en boletos vendidos, nadie puede culpar a los ejecutivos por tratar de extender esta carrera. Más aún, considerando que solo quedan dos películas más en el horizonte.

Un grupo de agentes de MI6 tratan de robar un virus sintético, capaz de eliminar a buena parte de la humanidad, antes que un sindicato criminal lo consiga. Hattie (Vanessa Kirby) le echa mano justo antes que el villano Brixton (Idris Elba) lo tome, pero debe inyectarlo en su cuerpo y huir. Los servicios secretos de EE. UU. e Inglaterra reclutan a sus mejores agentes para encontrarla: Luke Hobbs (Dwayne Johnson) y Deckard Shaw (Jason Statham). La franquicia nunca se ha apegado a las reglas de la física, usando todo tipo de vehículo en sus estrambóticas secuencias de acción —la última película recurrió a un submarino nuclear— pero aquí, saltan al terreno de la ciencia ficción. Brixton se debe al sindicato criminal porque este le ha devuelto la vida, después de un mortal enfrentamiento con Shaw. Tiene fuerza inagotable, y una computadora integrada en su cerebro. “¡Nos persigue el Exterminador!”, dice Hobbs durante una persecución.

Hobbs apareció por primera vez en “Fast Five” (Justin Lin, 2011), como un agente federal con la misión de llevar ante la justicia a Dominic Toretto y su alegre grupo de bandoleros sobre ruedas. En los filmes subsiguientes, se transformó en aliado renuente, pastoreando la transformación de la pandilla, de corredores ilegales de carreras a inusuales defensores de la ley y el orden. El mercenario Shaw entra al radar en “Fast and Furious 6” (Justin Lin, 2013), jurando vengar a su hermano, Owen (Luke Evans), el villano que termina en estado de coma. Una película más tarde, mata a Han (Sun Kang), y escapa de liquidar el hogar de Dom con una bomba. La transformación del personaje no tiene sentido, y los realizadores cuentan con que esto no nos importe.

La franquicia se congratula de ensalzar el concepto de familia, sea por lazos de sangre o amistad. Esta entrega no es la excepción. Hattie y Deckard son hermanos. Helen Mirren tiene un par de escenas como su madre encarcelada —aparentemente, no hay amor para Owen, quien para todos los fines prácticos, sigue comatoso—. Hobbs es un devoto padre soltero, y el clímax de la película lo lleva de regreso a Samoa, donde abraza su herencia, ejecutando una ‘haka’ para intimidar a sus enemigos y peleando con armas tradicionales. Son lindos sentimientos, pero no bastan como tejido conjuntivo entre interminables secuencias de acción, con más afán de destrucción que sentido de propósito. No hay nada que justifique más de dos horas de metraje.

El único destello de interés en la película tiene que ver con su retrato incidental de la evolución de la masculinidad en el héroe de acción. La carrera de Statham como actor despegó a finales de los 90, en “Lock, Stock & Two Smoking Barrels” (1998) y “Snatch” (2000), películas tempranas de Guy Ritchie. Sin embargo, su actitud estoica y desapasionada es heredada de los hombres rudos de finales del siglo XX. Johnson pertenece a la era del hombre sensible. No está por encima de mostrar sus sentimientos y practicar el auto-cuido. Hasta su poderosa fisonomía delata preocupación estética, hasta un grado que el macho anticuado tiene que desdeñar. Los mejores momentos de la película encuentran a los dos personajes menoscabándose mutuamente. Son los vestigios de una buena comedia, que probablemente nunca podremos ver.

Por lo demás, “Hobbes y Shaw” desperdicia a dos excelentes actores, reafirmando la creencia de que los buenos papeles están en la televisión. Kirby se robó las primeras dos temporadas de la serie de Netflix “The Crown” (2016-2017). Elba es magnético como un detective problemático en la serie de la BBC “Luther” (tres temporadas dispersas entre 2010 y 2019), disponible en Latinoamérica a través de Netflix. Vea un capítulo de cada una, y estará mejor servido que en el cine.

“Rápidos y Furiosos: Hobbes y Shaw”
(Fast & Furious presents: Hobbes & Shaw)
Dirección: David Leitch
Duración: 2 horas, 17 minutos
Clasificación  (Mala)


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